Reconoce que no estás solo(a). Recientemente en mi seminario virtual Como Identificar El Verdadero Evangelio lleve a cabo una encuesta y el 45% respondió que se sentían estancados en su vida. Esto debe consolarte. Es común sentirse estancado en algún momento de la vida.
Usa ese tiempo para preparación. Pablo no comenzó su ministerio hasta 14 años después de su conversión. José espero 13 años para ver el sueño cumplido, Jesús paso la mayor parte de su vida como carpintero antes de iniciar el más poderoso ministerio que jamás ha existido. Independientemente de lo que estas deseando que suceda – comenzar en la profesión que estudiaste, un negocio, una nueva o restaurada relación, un ministerio, una asociación, etc. – usa ese tiempo de espera donde parece que nada esta sucediendo para prepararte y perfeccionar destrezas.
Rehúsa perder la esperanza. En ocasiones sentirte desanimado(a) es normal y no es un pecado. Lo que quieres evitar es llegar a la desesperación porque eso significa que has perdido la fe y la esperanza. Ha sido la fe y la esperanza la que ha sostenido a millones de creyentes a través de la historia en los momentos más retantes y difíciles de la vida.
No dejes que tu mente le tome prestado problemas al día de mañana. Si le permites, la mente fácilmente se puede ir a dar un viaje a lugares peligrosos, llenos de ansiedad y tentación. Resiste la ansiedad como si fuera una plaga. Descansa en la verdad de que el Señor tiene cuidado de ti cuando hechas sobre El, tu ansiedad.
Aprende la lección de turno. En ocasiones nos ponemos tan ansiosos por los detalles, que ignoramos lo que Dios nos puede estar enseñando en el proceso. Alza tus ojos a los montes y saca la cabeza de la tierra. Cada situación en la vida contiene lecciones específicas para enseñarnos cosas de valor eterno.
En oración considera cual pueden ser esas lecciones. Preguntarte, ¿Qué puedo aprender de esto? transformara la temporada de estancamiento, de una queja a una lección de vida.
Párate en lo que tu Padre Celestial ha dicho. Aquí te comparto algunos textos que fortalecerán tu hombre interior y te afirmarán la fe y la esperanza en Cristo durante tiempos de estancamiento.
Hebreos 11:1 Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.
2 Corintios 5:7 (porque por fe andamos, no por vista);
Isaías 40:31 Pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.
Santiago 1:2-4 Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna.
Romanos 4:16-21 Por tanto, es por fe, para que sea por gracia, a fin de que la promesa sea firme para toda su descendencia; no solamente para la que es de la ley, sino también para la que es de la fe de Abraham, el cual es padre de todos nosotros (como está escrito: Te he puesto por padre de muchas gentes delante de Dios, a quien creyó, el cual da vida a los muertos, y llama las cosas que no son, como si fuesen. El creyó en esperanza contra esperanza, para llegar a ser padre de muchas gentes, conforme a lo que se le había dicho: Así será tu descendencia.
Y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de casi cien años, o la esterilidad de la matriz de Sara. Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios, plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido;
Estos 6 principios te ayudaran a salir del estancamiento y continuar avanzando al cumplimiento del plan de Dios para tu vida. Con el beneficio de la historia a tu favor, miraras hacia atrás y veras que lo que fue un tiempo de frustración y desaliento, en realidad fue una experiencia de aprendizaje disfrazada.