Dios todavía no ha terminado contigo. Él no se ha rendido, y no se ha detenido. Dónde estás ahora mismo, no dicta dónde terminarás. Cualquier situación en la que te encuentres, en este momento, no determina tu resultado final. Pronto verás que no estás estancado ni limitado como pensabas, sino que Dios está abriendo camino para ti en cada área que creías que estaba más allá de la ayuda.
Es tiempo de unirnos en oración para pedir y recibir sabiduría, revelación y estrategias. Las Escrituras dicen que la oración eficaz del justo puede mucho (Santiago 5:16). Orar y adorar durante estos ocho días nos hará ver las cosas que no son, como si fueran (Romanos 4:17) y más que todo, depositar totalmente nuestra confianza en Dios, confiar en Su corazón y soluciones para nuestra vida, nuestra familia y nuestras naciones. Busca ese lugar a solas con Él, busca tu mejor hora y derrama tu corazón.
Nuestro mayor privilegio es colaborar con el cielo para traer los propósitos del Reino de Dios a la tierra. Fue en el monte donde Jesús fue transformado. Y es en Su monte, en Su presencia, donde nosotros también seremos transformados. Cuando somos transformados, las herramientas del cielo se desbloquean desde nuestro interior. Así que, ¡Vengan, subamos al monte del Señor! Fuimos creados para vivir en la cima de la montaña. Fuimos creados para tener comunión y unidad con Él. ¡La montaña del Señor nos llama por nuestro nombre!
El Señor dice: “Están entrando en la temporada de ver para qué fue la temporada de batallas, y en lugar de ser invadidos, ahora invadirán el territorio del enemigo y recuperarán lo que les fue robado. Ahora verán lo que la temporada de templado y refinamiento estaba forjando dentro de ustedes y su propósito divino está siendo revelado. Están entrando en una temporada de camino de santidad, un camino para los apartados que no han vacilado. Aquí es donde verán el fruto de su sí ciego a Dios”. (Nate Johnston)
DÍA 1
Lee Juan capítulo 14 – Memoriza este verso: “Cualquier cosa que ustedes pidan en mi nombre, yo la haré; así será glorificado el Padre en el Hijo”. Es importante saber que Jesús es el camino al Padre. Constantemente escucho a muchas personas decir: “En el nombre de Dios” pero Jesús dijo: —Yo soy el camino, la verdad y la vida —Nadie llega al Padre sino por mí. (Juan 14:6) No hay ningún nombre más grande que el nombre de Jesús. El nombre que está por encima de todo nombre, Dios quiere darte esperanza hoy. Los milagros se manifestarán de maneras sin precedentes en esta hora a medida que pongas tu fe en JESÚS y en Su nombre, ¡el nombre que está por encima de todo nombre! (Filipenses 2:9)
El enemigo ha estado provocando a muchos durante tanto tiempo, tratando de convencerlos de que el Señor no cumplirá, que no hará lo que dijo que haría y que tendrán que acostumbrarse a vivir con la imposibilidad. Pero ahora, el PODER del nombre de Jesús se manifestará en sus vidas; una convicción ardiente se está levantando y un rugido de fe dentro de ellos anunciará: «¡NO HAY OTRO NOMBRE MAYOR QUE EL NOMBRE DE JESÚS!»
Rompe hoy con cualquier mentira del enemigo que te haya hecho decir: “¡Esto es todo lo que hay y no puedo ver al Señor bendiciendo de nuevas maneras!” Pide fuerza para avanzar y caminar por fe, aunque no veas el camino. (2 Corintios 5:7) Dios está trayendo a Su pueblo de regreso al lugar de “Nada más que Jesús”. Muchos han sido como la mujer con el flujo de sangre; han probado todo y nada ha funcionado, y ahora están abriéndose paso a través de la “multitud de imposibilidades” hasta tocar el borde de Su manto, donde verán el poder de Jesús traer sanidad, liberación, libertad y avance. (Lucas 8:43-48)
Con amor y oraciones,