
HEBREOS 12:1 Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, 2 puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.
Hemos llegado ya a la RECTA FINAL DEL AÑO, estamos prácticamente a un mes para que el año 2025 termine y es el momento oportuno para prepararnos para este nuevo año que está por comenzar.
Tenemos que comprender que así como van los tiempos de la vida ESPERAR HASTA ENERO YA ES TARDE para prepararse para un nuevo año, es decir, tenemos que llegar al final YA LISTOS PARA COMENZAR EL NUEVO AÑO.
¿CÓMO PODEMOS PREPARARNOS DESDE YA PARA COMENZAR EL 2026? VEAMOS LO QUE NOS ENSEÑA LA PALABRA DE DIOS:
I) RENOVEMOS NUESTRAS FUERZAS
(EFESIOS 6:10) Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.
Seguramente la mayoría de las personas llegamos al final del año CANSADOS, CON POCAS FUERZAS, DEBIDO A LAS CARGAS DE LA VIDA, de la familia, del ministerio, etc.
Muchos llegan al final del año CANSADOS POR CAMINAR EN EL DESIERTO de la enfermedad, de la escasez, del desempleo, de la soledad, etc,
Y también llegamos CANSADOS POR LAS BATALLAS QUE HEMOS ENFRENTADO durante el año.
Es por eso que necesitamos desde ya RENOVAR NUESTRAS FUERZAS EN EL PODER DE DIOS, dejar que Dios nos fortalezca por medio de su palabra, por medio de la oración, y clamar por su promesa que nos dice que él da MULTIPLICA LAS FUERZAS AL QUE YA NO TIENE NINGUNA (Isaías 40:29) Él da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.
II) SANEMOS NUESTRAS HERIDAS
(2 REYES 8:29) Y el rey Joram se volvió a Jezreel para curarse de las heridas que los sirios le hicieron frente a Ramot, cuando peleó contra Hazael rey de Siria. Y descendió Ocozías hijo de Joram rey de Judá, a visitar a Joram hijo de Acab en Jezreel, porque estaba enfermo.
En el texto podemos ver que el rey Joram tomó una decisión muy sabia, él no siguió peleando herido, sino que regresó a Jezreel para curar sus heridas.
Lastimosamente muchos cristianos quieren entrar al nuevo año sin curar sus heridas, quieren seguir peleando las batallas de la vida estando heridos, con dolor en sus corazones, y eso los vuelve presa fácil del enemigo, eso los vuelve vulnerables contra los ataques de satanás.
Este año posiblemente nos ha dejado heridos en nuestro interior, en nuestro corazón, por causa de personas que nos fallaron, qué nos abandonaron, que nos fueron infieles, que nos mintieron, etc Y ES NECESARIO SANAR NUESTRAS HERIDAS
Tenemos que comprender que la única forma es dejando que sea Dios quien nos sane y que nos dé la capacidad de perdonar a los que nos han ofendido (Jeremías 30:17) Mas yo haré venir sanidad para ti, y sanaré tus heridas, dice Jehová; porque desechada te llamaron, diciendo: Esta es Sion, de la que nadie se acuerda.
III) DESPOJARSE DEL PESO
(Hebreos 12:1) Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante,
Es interesante saber que los aviones para poder despegar y llegar a su destino seguros tiene que tener MUCHO CUIDADO CON EL PESO QUE LLEVAN.
Igualmente en nuestra vida, así como un avión no puede despegar si lleva más peso del que fue diseñado para soportar, también nuestra vida no podemos llegar a donde Dios quiere llevarnos cuando cargamos con más peso del que podemos llevar.
Lastimosamente muchos de nosotros insistimos en llevar cargas innecesarias como la culpa, preocupaciones y afanes, responsabilidades que no nos corresponden, relaciones que son un lastre en nuestra vida.
Es por eso que su palabra nos recuerda: (1 Pedro 5:7) echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.
FRASE: Soltar peso no es rendirse… es prepararse para volar.
IV) DEFINAMOS LOS OBJETIVOS
(FILIPENSES 3:13) Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante,
Hoy estamos en el momento oportuno para definir nuestros objetivos, tanto a nivel personal, familiar, laboral y ministerial, para enfocarnos en lo que tenemos que hacer y poner esos planes y proyectos desde ya en las manos del Señor.
Si no tenemos objetivos definidos vamos a comenzar el año A LA DERIVA sin saber qué hacer, y sin saber a dónde queremos llegar.
Es por eso que el apóstol Pablo dice: PROSIGO A LA META, ¿Cuál es tu meta para el año 2026? Qué es lo que queremos hacer, qué es lo que queremos alcanzar, qué es lo que quisiéramos cambiar o mejorar en nuestra vida.
En este momento que estamos a punto de entrar a un nuevo año, las palabras del Señor a Josue antes de entrar a la tierra prometida son también directamente para nosotros: (Josué 1:9) Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.
V) RENOVEMOS NUESTRO COMPROMISO
(JOSUÉ 24:15) Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová.
No permitamos que NADA NI NADIE NOS ALEJE DEL SEÑOR NI DE SU IGLESIA.
Tengamos la convicción y el compromiso de Josué: Independientemente de lo que decidan los demás: NOSOTROS VAMOS A PERMANECER EN LOS CAMINOS DEL SEÑOR.
CONCLUSIÓN: Al llegar a la recta final del año, Dios nos llama no solo a cerrar ciclos, sino a prepararnos espiritualmente para lo que viene. El 2026 no será diferente si seguimos igual. Por eso, hoy es el momento de renovar fuerzas, sanar heridas, soltar pesos, definir objetivos y renovar nuestro compromiso con el Señor. Que entremos al nuevo año listos, enfocados y determinados a correr nuestra carrera con los ojos puestos en Jesús.



