
En este mes de Acción de Gracias, preparamos nuestros corazones para recibir la plenitud de Dios.
No solo agradecemos por lo que hemos recibido, sino también por lo que está por manifestarse.
Entramos en un tiempo de búsqueda profunda, anhelando caminar en una mayor autoridad espiritual y santidad, reconociendo que solo en Su presencia hay verdadera transformación.
Con esperanza aguardamos la venida gloriosa del Señor,
y declaramos que este es el tiempo de Su manifestación sobre las naciones.
Que cada corazón se vuelva al Creador;
que la gratitud, la honra y la adoración se eleven como incienso puro desde los cuatro rincones de la tierra.
Oramos para que la luz del Espíritu Santo llene los hogares, los altares y las congregaciones,
y que en medio de la oscuridad, el pueblo de Dios resplandezca con fe viva y agradecimiento sincero.
Sea este mes una ofrenda de gratitud, unidad y consagración,
marcando el cierre del año 2025 con corazones alineados al propósito eterno del Padre.
“Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para vosotros en Cristo Jesús.”
1 Tesalonicenses 5-18



