Tu carácter influye en tu vida, incluyendo cómo tú manifiestas tus dones. La manifestación de un don no es una garantía de que una persona esté en orden con Dios; Por eso es que Dios nos pide que juzguemos, no a las personas, sino los frutos. La manifestación de un don no es indicativa de que esa persona tenga una relación correcta con Dios. No puedes decir que porque alguien profetice bien, entonces eso quiera decir que tenga comunión con Dios, que su vida esté en orden. Cuando Dios quiere llevarte un mensaje, literalmente, puede usar un burro. Pero tú tienes que saber que el don que se manifieste no es equivalente a una comunión perfecta con Dios. Por eso, Dios te pide que juzgues los frutos.
Los dones y los frutos del Espíritu son cosas diferentes; Y si tú quieres ver a un hombre hallado fiel, necesita tener un don con un buen fruto. La diferencia entre un don y un fruto, es que el don te es dado inmediatamente; El fruto se desarrolla a través del tiempo. Por eso, nunca te impresiones por un don, sino por un fruto. Celebra los dones; Dios puede usar al que sea para hablarte. Pero la Biblia dice que juzguemos los frutos; Estos, a largo plazo, te dejan saber qué tipo de relación tenía esa persona con Dios. La reacción de una persona ante los problemas y dificultades, son frutos; Jesús se podía bajar de la cruz, pero pudiendo usar los dones, usó el fruto: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Un don lo podía bajar de aquella cruz, pero su carácter de fidelidad al Padre, a la misión, fue lo que lo mantuvo allí. Para el mundo fue un fracaso porque con su don y habilidad no se pudo escapar; Para nosotros es un gran ejemplo porque, pudiendo bajarse, no lo hizo, y si no se bajó, fue por amor. Al profeta Eliseo, en una ocasión, le gritaron calvo; Y mandó a osos a comerse a aquellos jóvenes; Usó su habilidad y su don en un coraje, en una emoción. Jesús pudo haberlo hecho, pero se aguantó. Y lo que lo mantuvo fue su fruto, producto de su relación con Dios. Así que tú tienes que trabajar en tus dones y en tu relación con Dios para que el fruto se manifieste.
“15 Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. 16 Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? 17 Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. 18 No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. 19 Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. 20 Así que, por sus frutos los conoceréis.” Mateo 7:15
No conozcas a alguien por los dones; Conócelo por los frutos. Celebra los dones; No tienes que estar de acuerdo con la manera de vivir de alguien, para reconocer que tiene talento. Ahora, sus frutos, su manera de vivir, te dejan saber si tiene o no una relación con Dios, como debería tenerla. Dios nos ama a todos, pero hay que hacer esta distinción. Lo mismo en la iglesia; Hay quienes celebran personas por sus dones, obviando sus faltas de carácter y no se les corrige, porque preferimos usar sus dones para nuestro entretenimiento, en vez de corregirles. Pero lo que sostiene a una persona es su carácter. Pero para conocer el carácter de una persona, tienes que conocer a la persona, porque tú te expones a un don, pero conoces el fruto, a través de los tiempos. El día que Dios use a alguien para hablarte, para darte palabra, dale gracias a Dios por el don; Si diez años después, el carácter que vez no es el correcto, no te desilusiones, porque Dios lo usó sabiendo su condición; Así que da gracias a Dios porque usó el don para bendecirte en ese momento. Cuando entiendes esto, no te confundes, puedes seguir creyendo en Dios porque separamos una cosa de la otra. Pero, como modelo de vida, ya no podrás tener a esa persona, aunque celebres su don, porque su fruto no es el que tú quieres tener.
A través de los tiempos, siempre ha habido gente que engaña, usando los dones.
“Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo. 2 En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios; 3 y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo.” 1 Juan 4:1-3
“23 Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis. 24 Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos.” Mateo 24:23-24
Aún los estafadores pueden hacer grandes prodigios, señales. Hay quienes ven ciertas cosas como señales del fin de los tiempos, pero son cosas que han pasado siempre, porque hay quienes desarrollan habilidades y dones.
En Éxodo, Moisés tiró la vara y se tornó en serpiente, y los magos de Faraón hicieron lo mismo; Cuando Moisés hizo salir ranas, ellos también lo hicieron; Lo que no pudieron fue hacer que se fueran; Solo con el poder de Dios, las ranas salieron. Los egipcios imitaron esos primero milagros, pero toda imitación tiene un límite. Eventualmente, la verdad siempre saldrá a la luz. Una cosa es alguien que usa un don para engañar, y otra cosa es alguien que usa un don y peca. El hombre que tú descubres que pecó, no es que te haya engañado; Ahora, hay otros que usan dones con el propósito de engañar, de confundir. Tú no puedes decir que un hombre o mujer de Dios te haya engañado porque pecó.
Todos estamos propensos a fallar; La Biblia dice que el que crea estar firme, mire que no caiga. Hay quien se mete en la política con intención de robar, pero no todo político es corrupto. Igual en otras profesiones. También hay otros que comienzan bien, y luego fallan, y son dos cosas diferentes. Pero sí tenemos que estar pendientes a estas cosas, porque sí hay engaños.