ECLESIASTÉS 9:9 Goza de la vida con la mujer que amas, todos los días de la vida de tu vanidad que te son dados debajo del sol, todos los días de tu vanidad; porque esta es tu parte en la vida, y en tu trabajo con que te afanas debajo del sol.
Seguramente todos conocemos personas que dicen estar arrepentidas de haberse casado, que dicen que su matrimonio solamente ha traído tristeza y amargura a sus vidas, o que simplemente viven juntos pero no pueden ser felices como pareja.
¿Por qué las personas no pueden ser felices en sus matrimonios? ¿Por qué hay tantas personas que piensan que la felicidad en el matrimonio es una falsa ilusión?
Pero a pesar de todo lo que las personas piensen, o lo que las personas digan, nosotros tenemos que estar seguros que SÍ SE PUEDE SER FELIZ EN EL MATRIMONIO.
Entonces ¿Por qué hay tantas parejas que no son felices en sus matrimonios? VEAMOS LO QUE NOS ENSEÑA LA PALABRA DE DIOS:
I) PORQUE MUCHAS PAREJAS SE CASAN POR MOTIVOS EGOÍSTAS (1 CORINTIOS 7:32-34) Quisiera, pues, que estuvieseis sin congoja. El soltero tiene cuidado de las cosas del Señor, de cómo agradar al Señor; 33 pero el casado tiene cuidado de las cosas del mundo, de cómo agradar a su mujer. 34 Hay asimismo diferencia entre la casada y la doncella. La doncella tiene cuidado de las cosas del Señor, para ser santa así en cuerpo como en espíritu; pero la casada tiene cuidado de las cosas del mundo, de cómo agradar a su marido.
Lastimosamente hay hombres y mujeres que se unen en matrimonio pensando solamente en sus beneficios, en tener alguien que les atienda, que los cuide, que les sirvan, que le haga sentir bien, es decir solamente pensando en ser servido, atendido y agradado por la otra persona.
Pero como lo vemos en el texto la clave del matrimonio no es solamente tener a alguien que nos haga sentir bien a nosotros, sino buscar la forma de agradar a nuestra pareja, sin egoísmo, sino buscando el bien del otro, la felicidad del otro, y de esa manera poder ser felices ambos.
II) PORQUE LASTIMOSAMENTE MUCHAS PAREJAS SE CASAN POR EMOCIÓN Y NO CON AMOR VERDADERO (EFESIOS 5:25) Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella,
El matrimonio no solamente se trata de un enamoramiento pasajero, no es solamente una relación basada en el cariño o la amistad, sino como lo dice el texto, en el AMOR, pero no cualquier tipo de amor, pues en este texto el apóstol Pablo utilizó la palabra AGAPAO para referirse al amor que tiene que tener el esposo por su esposa, y viceversa, y ese tipo de amor es el amor sacrificial como el de Cristo por su iglesia.
Es el amor del verdadero compromiso, que ama “NO POR CAUSA DE…” sino “A PESAR DE..” Es decir que ese tipo de amor nos permite ser felices con la persona que amamos aun a pesar de las circunstancias, a pesar de los cambios de la vida, y de los años.
III) PORQUE MUCHAS VECES LLEGAMOS AL MATRIMONIO CON EXPECTATIVAS IRREALES (1 CORINTIOS 7:27-28) ¿Estás ligado a mujer? No procures soltarte. ¿Estás libre de mujer? No procures casarte. 28 Mas también si te casas, no pecas; y si la doncella se casa, no peca; pero los tales tendrán aflicción de la carne, y yo os la quisiera evitar.
Todos cuando nos casamos llegamos con expectativas sobre las vida matrimonial, pero lastimosamente esas expectativas muchas veces son irreales, pues muchos creen que en el matrimonio todo es felicidad, romance, ternura, placer, y momentos dulces, PERO EN LA REALIDAD NO ES ASÍ.
Tenemos que saber que en el matrimonio muchas veces hay problemas, diferencias de opinión, enfermedades, escasez, enojos, etc.
Tenemos que tener claro que no nos estamos casando con una persona perfecta, sin defectos o sin errores, sino con una persona con virtudes y también con muchos defectos al igual que nosotros y si queremos ser felices debemos aprender a amar a nuestro cónyuge aun con sus defectos, y confiar que con la ayuda de Dios todos podemos cambiar y ser mejores.
IV) PORQUE CREEMOS QUE ES EL MATRIMONIO EL QUE HACE FELICES A LAS PERSONAS (SALMOS 16:11) Me mostrarás la senda de la vida; En tu presencia hay plenitud de gozo; Delicias a tu diestra para siempre.
Lastimosamente muchos tenemos la idea que son las relaciones, las personas, o las cosas materiales las que nos pueden dar la felicidad, creemos que cuando tengamos un noviazgo seremos felices, que cuando nos casemos seremos felices, que cuando tengamos hijos seremos felices, que cuando compremos una casa propia, etc, etc.
Pero tenemos que tener bien claro que no es el noviazgo, ni el matrimonio, ni los hijos, quiénes pueden darnos verdaderamente la felicidad de nuestro corazón, sino nuestra relación personal con el Señor, solamente en él está la verdadera felicidad que nuestra vida necesita.
Un matrimonio puede ser verdaderamente feliz cuando ambos cónyuges buscan agradar a Dios, hacer su voluntad y desarrollar una relación personal con él .
No se nos debe olvidar que : ¡SOLO DIOS HACE AL HOMBRE FELIZ!
