JEREMIAS 8:4-17 Les dirás, asimismo: Así ha dicho Jehová: El que cae, ¿no se levanta? El que se desvía, ¿no vuelve al camino? 5 ¿Por qué es este pueblo de Jerusalén rebelde con rebeldía perpetua? Abrazaron el engaño, y no han querido volverse. 6 escuché y oí; no hablan rectamente, no hay hombre que se arrepienta de su mal, diciendo: ¿Qué he hecho? Cada cual se volvió a su propia carrera, como caballo que arremete con ímpetu a la batalla. 7 aun la cigüeña en el cielo conoce su tiempo, y la tórtola y la grulla y la golondrina guardan el tiempo de su venida; pero mi pueblo no conoce el juicio de Jehová.
Definitivamente que como familias cristianas podemos caer y apartarnos, podemos cometer errores, pero ¿Vamos a permanecer siempre así? es por eso que el Señor por medio del profeta Jeremías le hizo una pregunta para que el pueblo de Judá reflexionara y reaccionara (Vs 4) Les dirás, asimismo: Así ha dicho Jehová: El que cae, ¿no se levanta? El que se desvía, ¿no vuelve al camino?
Definitivamente que como familias cristianas tenemos que reflexionar en lo que está pasando en nuestra casa, y si nos damos cuenta que estamos viviendo en un tiempo de enfriamiento espiritual, de conflictos matrimoniales y familiares, de violencia doméstica, de escasez económica, de alejamiento de los caminos de Dios y enredados en una vida de mundanalidad, tenemos que hacernos una pregunta muy importante: ¿Por qué estamos cómo estamos? ¿Qué está pasando con nuestra familia?
En el texto que hemos leído para comenzar encontramos varias respuestas a esas preguntas, veamos entonces en la palabra de Dios por que estamos como estamos:
I) ESTAMOS COMO ESTAMOS POR LA REBELDÍA QUE HAY EN NUESTRO CORAZÓN (VS 5A) ¿Por qué es este pueblo de Jerusalén rebelde con rebeldía perpetua?
Como familias cristianas que tenemos conocimiento de la palabra de Dios, que sabemos lo que agrada al Señor y lo que no le agrada, que sabemos lo que nos conviene y lo que no nos conviene como hijos de Dios, no fallamos por ignorancia, sino por rebeldía.
¿Qué es la rebeldía y cómo se manifiesta en nuestra vida? La rebeldía es un tipo de comportamiento humano, caracterizado por la resistencia o el desafío a la autoridad, la desobediencia de una orden o el incumplimiento de una obligación.
Es decir que estamos como estamos en nuestra familia porque estamos desafiando la autoridad de Dios con nuestras decisiones, posiblemente sean los hijos e hijas los que están desafiando la autoridad de Dios que ha sido delegada a sus padres (Romanos 13:1-2) Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas.2 De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos.
Y tenemos que saber que tanto jóvenes como adultos cuando hay rebeldía en nuestro corazón nos exponemos a la corrección de nuestro Dios (Proverbios 22:15) La necedad está ligada en el corazón del muchacho; Mas la vara de la corrección la alejará de él.
II) ESTAMOS COMO ESTAMOS PORQUE NOS HEMOS DEJADO ENGAÑAR CON LAS MENTIRAS DEL MUNDO (JEREMÍAS 8:5B) Abrazaron el engaño, y no han querido volverse
La vida de mundanalidad es una vida de mentiras, pues todo lo que el diablo ofrece por medio de la mundanalidad es una falsedad, una ilusión, pero lastimosamente muchos cristianos abrazan esos engaños y se apartan de los caminos del Señor.
El mundo nos engaña por medio de los afanes y las riquezas (Marcos 4:19) pero los afanes de este siglo, y el engaño de las riquezas, y las codicias de otras cosas, entran y ahogan la palabra, y se hace infructuosa.
El mundo nos engaña por medio del engaño de las fiestas, el entretenimiento y una vida enfocada en la diversión (Proverbios 14:13) Aun en la risa tendrá dolor el corazón; Y el término de la alegría es congoja.
El mundo nos engaña por medio de una vida entregada a los placeres de la carne (1 Timoteo 5:6) Pero la que se entrega a los placeres, viviendo está muerta.
El mundo nos engaña por medio de la fama, el reconocimiento, la admiración, la adulación, todo lo que la Biblia llama vanidades ilusorias (Jonás 2:8) Los que siguen vanidades ilusorias, Su misericordia abandonan.
III) ESTAMOS COMO ESTAMOS PORQUE RECONOCEMOS QUE ESTAMOS MAL, PERO NO NOS ARREPENTIMOS DE NUESTROS PECADOS (JEREMÍAS 8:6) Escuché y oí; no hablan rectamente, no hay hombre que se arrepienta de su mal, diciendo: ¿Qué he hecho? Cada cual se volvió a su propia carrera, como caballo que arremete con ímpetu a la batalla.
Muchas personas se dan cuenta de los problemas y conflictos que están viviendo en su familia, pero en lugar de reconocer su responsabilidad y preguntando: ¿Qué he hecho? lo que hacen es culpar a otros, en lugar de arrepentirse de sus pecados le echan la culpa a los demás por lo que están viviendo.
Muchos de nosotros en nuestros hogares nos vivimos lamentando por cómo estamos, pero no queremos reconocer nuestros errores y arrepentirnos de nuestros pecados (Lamentaciones 3:39) ¿Por qué se lamenta el hombre viviente? Laméntese el hombre en su pecado.
De nada sirve que nos lamentemos de los síntomas que están afectando nuestra familia, si no erradicamos la causa, si no combatimos la enfermedad, y para eso necesitamos un verdadero arrepentimiento.
IV) ESTAMOS COMO ESTAMOS PORQUE NO QUEREMOS RECONOCER QUE DIOS ESTÁ TRATANDO CON NUESTRA FAMILIA (JEREMÍAS 8:7) Aun la cigüeña en el cielo conoce su tiempo, y la tórtola y la grulla y la golondrina guardan el tiempo de su venida; pero mi pueblo no conoce el juicio de Jehová.
Vemos en nuestra familia las crisis y dificultades que estamos enfrentando, los problemas, la enfermedad, la escasez, etc., y decimos que estamos pasando por tiempos difíciles, que estamos en una mala racha, que son casualidades, que ya pronto todo va estar mejor.
Pero no somos sabios para reconocer que todo lo que está pasando es porque nuestro Dios está tratando directamente con nosotros, para llamarnos al arrepentimiento, para hacernos volver a sus caminos, para alcanzar con su salvación a aquellos familiares nuestros que aún no le han recibido como Señor y salvador de sus vidas.
¿Qué más vamos a esperar? Seamos sabios, volvamos hoy al camino de Dios, tengamos arrepentimiento en nuestro corazón, no esperemos hasta que sea demasiado tarde (Jeremías 8:20) Pasó la siega, terminó el verano, y nosotros no hemos sido salvos.
CONCLUSIÓN: Ahora que ya respondimos por medio de la palabra de Dios a la pregunta ¿Por qué estamos cómo estamos? tenemos que responder a otra pregunta aún más importante ¿QUE VAMOS A HACER PARA DEJAR DE ESTAR COMO ESTAMOS? (2 Crónicas 7:14) si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.