No vamos a negar que en la vida nos enfrentaremos a tormentas muy fuertes, tormentas que en ocasiones nos querrán hacer creer que nos destruirán; y es que hay tormentas en nuestra vida que nos asustan mucho, que nos bajan el ánimo y hacen tambalear nuestra fe.
Quizá los últimos días has estado pasando por uno de los episodios más difíciles de tu vida, en donde las olas están golpeando fuertemente la barca de tu vida y en donde los vientos fuertes te son contrarios, esos momentos en donde lo más fácil es creer que todo terminara mal.
Pero aun en medio de las tormentas más fuertes de tu vida, debes guardar la calma, porque no todo está perdido, recuerda que de tu lado está Dios Todopoderoso.
En una ocasión los discípulos de Jesús se estaban enfrentando a una de las tormentas más fuertes de su vida, estaban en la barca y Jesús allí con ellos, pero estaba dormido. Los discípulos amedrentados ósea asustados lo despertaron a gritos temiendo por su vida, Jesús se despierta, se pone en pie, reprende con su voz al viento y al mar le dice: “¡calla, enmudece!”, y el viento ceso y el mar se calmo(Marcos 4:37-39). Luego Jesús dirigiéndose a sus discípulos les dice:
“Y les dijo: ¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe?” Marcos 4:40 (Reina-Valera 1960)
El mismo pasaje en otra versión:
“Luego él les preguntó: ¿Por qué tienen miedo? ¿Todavía no tienen fe?” Marcos 4:40 (Nueva Traducción Viviente)
El miedo es el que nos lleva a desesperarnos y dejar aun lado la fe, y es que el miedo tiene que ver con la inseguridad y la inseguridad nada tiene que ver con la fe. Entonces estar amedrentados frente a las tormentas de la vida es hacer a un lado la fe y darle prioridad al peligro antes que a la salvación que proviene de Dios.
Cualquiera podría pensar: ¿Por qué Jesús les pregunta que por qué tienen miedo, acaso no era obvio?, humanamente era obvio tener miedo, pues el instinto de supervivencia nos lleva a tratar de querer preservar la vida, pero hay un detalle importante en todo esto: A pesar de los vientos fuerte y las olas que inundan la barca, Jesús estaba allí con ellos y si Jesús está contigo entonces tienes un cien por ciento de probabilidades de salir de esa.
Hoy te quiero preguntar: ¿Por qué estáis así amedrentados?, ¿Acaso Dios no está contigo?, ¿Dónde está tu fe?, ¿En quien está puesta tu fe?, ¿A quien le crees más?, ¿A las tormentas fuertes o al Dios Creador y Soberano de TODO?
¡Vamos! No tengas miedo, lo que hoy estás pasando dentro de muy poco solo será un hermoso testimonio de cómo Dios te ayudo y te saco de ese momento difícil. Lo único que tienes que hacer en estos momentos es depositar tu total confianza en Dios sabiendo que Él es experto en resolver los problemas que nosotros consideramos imposibles de resolver.
¡Confía en Dios!, ¡Dios se merece que confíes en Él!, ¿Acaso no te ha sacado de otras tormentas difíciles en tu vida?, entonces ¡Hoy no será la excepción!, ¡Ten fe! ¡Dios está en tu barca y si el está allí NO HAY NADA QUE TEMER!
¡No tengas miedo, en su lugar TEN FE!
“y dijo: Oíd, Judá todo, y vosotros moradores de Jerusalén, y tú, rey Josafat. Jehová os dice así: No temáis ni os amedrentéis delante de esta multitud tan grande, porque no es vuestra la guerra, sino de Dios.” 2 Crónicas 20:15 (Reina-Valera 1960)