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Por qué esperar tanto para acordarte de Dios

JONÁS 2:1-7 Entonces oró Jonás a Jehová su Dios desde el vientre del pez, 2 y dijo: Invoqué en mi angustia a Jehová, y él me oyó; Desde el seno del Seol clamé, Y mi voz oíste. 3 Me echaste a lo profundo, en medio de los mares, Y me rodeó la corriente; Todas tus ondas y tus olas pasaron sobre mí. 4 Entonces dije: Desechado soy de delante de tus ojos; Mas aún veré tu santo templo. 5 Las aguas me rodearon hasta el alma, Rodeóme el abismo; El alga se enredó a mi cabeza. 6 Descendí a los cimientos de los montes; La tierra echó sus cerrojos sobre mí para siempre; Mas tú sacaste mi vida de la sepultura, oh Jehová Dios mío. 7 Cuando mi alma desfallecía en mí, me acordé de Jehová, Y mi oración llegó hasta ti en tu santo templo.

Este texto nos muestra la oración de Jonas dentro del gran pez, el cual fue enviado por el Señor para traer de regreso al profeta que iba huyendo de la presencia de Dios.

En el versículo 7 encontramos unas palabras expresadas por Jonas que a todos nosotros deben hacernos reflexionar: CUANDO MI ALMA DESFALLECÍA EN MÍ, ME ACORDÉ DE JEHOVÁ.

En los versículos anteriores, del 1 al 6, encontramos algunas palabras que describen la situación crítica que Jonas estaba viviendo en ese momento:

  • Estaba en el vientre del gran pez (vs 1) Entonces oró Jonás a Jehová su Dios desde el vientre del pez. Es decir que estaba atrapado en una situación fuera de su control, en una situación completamente desconocida para él .
  • Estaba en angustia (Vs 2) y dijo: Invoqué en mi angustia a Jehová, y él me oyó, El temor había llenado su corazón, la angustia viene cuando no sabemos qué hacer, cuando no sabemos lo que va a pasar con nosotros.
  • Se sentía desechado por Dios (Vs 4) Entonces dije: Desechado soy de delante de tus ojos, Jonas sabía que lo que le estaba ocurriendo era por haber sido desobediente al Señor, por haber tratado de huir de la presencia del Señor y de su llamado.
  • Estaba rodeado, enredado y sin salida (Vs 5.6) Las aguas me rodearon hasta el alma, Rodeóme el abismo; El alga se enredó a mi cabeza. 6 Descendí a los cimientos de los montes; La tierra echó sus cerrojos sobre mí para siempre; Verdaderamente Jonas estaba en una situación crítica, seguramente se llegó a sentir sin esperanza, sin que nadie pudiera ayudarlo.

Seguramente muchos cristianos hoy, hermanos y hermanas, no están en el vientre del gran pez, pero están en un gran problema, están en una situación crítica, y se sienten de la misma manera que Jonas, sin salida, enredados, angustiados, y esa situación tan difícil que están enfrentando los ha llevado a ACORDARSE DE DIOS, y que bueno y gloria a Dios por eso, pero ¿POR QUÉ VAMOS A ESPERAR TENER QUE ESTAR EN UNA CONDICIÓN ASÍ PARA ACORDARNOS DE DIOS?.

ENTONCES ¿QUÉ TENEMOS QUE HACER PARA NO TENER QUE LLEGAR A ENFRENTAR SITUACIONES ASÍ PARA ACORDARNOS DE DIOS?

  1. I) NO OLVIDARNOS DE DIOS EN EL TIEMPO DE LA JUVENTUD (Eclesiastés 12:1) Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento;

Todos los jóvenes deben saber que así puede llegar a ser tu vida, en angustias, rodeados de problemas, sintiéndose sin salida, si te olvidas de Dios en el tiempo de tu juventud, si te apartas de sus caminos, si desechas la voluntad de Dios en las decisiones de tu vida.

La decisión más sabia que pueden tomar los jóvenes y  señoritas, es buscar a Dios y caminar en sus caminos desde las edades tempranas, para no tener que acordarse de él cuando ya están enredados, emproblemados y llenos de angustias en su vida.

  1. II) NO OLVIDARNOS DE DIOS CUANDO ÉL CAMBIE LAS CIRCUNSTANCIAS DE NUESTRA VIDA PARA BIEN (OSEAS 13:5-6) Yo te conocí en el desierto, en tierra seca. 6 En sus pastos se saciaron, y repletos, se ensoberbeció su corazón; por esta causa se olvidaron de mí.

Lastimosamente este versículo es lo que vemos en las iglesias año tras año, personas que vienen al Señor cuando están pasando por el desierto de la escasez, de la enfermedad, de la soledad, etc, y el Señor con su poder y su misericordia los bendice y los prospera, y ya bendecidos se olvidan quien los ayudo, se olvidan quien los rescato, y por eso le dan la espalda al Señor.

Es por eso que al igual que con Jonas el Señor tiene que hacernos pasar nuevamente por situaciones difíciles para que nos acordemos de él, para que volvamos a sus caminos, y reconozcamos con humildad que necesitamos de Dios todos los días de nuestra vida. (Oseas 5:15) Andaré y volveré a mi lugar, hasta que reconozcan su pecado y busquen mi rostro. En su angustia me buscarán.

PODEMOS DARNOS CUENTA QUE LO MEJOR PARA NO OLVIDARNOS DE DIOS ES TENER UN CORAZÓN VERDADERAMENTE AGRADECIDO (1 Tesalonicenses 5:18) Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.

El corazón agradecido nos ayuda a ser obedientes, a ser humildes, reconociendo que todo viene del Señor, a no apartarnos sino en agradecimiento y amor permanecer firmes y fieles en el camino de Dios, y aunque nuestras circunstancias cambien para bien, para prosperidad, que nuestro corazón en lugar de llenarse de soberbia, que se llene de agradecimiento por la bondad y la misericordia de nuestro Dios.

Fuente:
PASTOR OSCAR FLORES | EL SALVADOR

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