¿Qué factores influyen en que una persona quiera o tenga que emprender? Emprendimiento es una de esas áreas que todo el mundo quisiera, pero no da ese primer paso. Es algo que dicen que harán algún día, cuando estén listos, pero cuando vienen a ver se les va la vida. Pero sí hay varios factores que hacen que una persona emprenda.
En primer lugar, puede que tomes la decisión. Tu decisión puede venir porque viste una necesidad no cubierta. Walt Disney, aunque ya era famoso por sus películas, por sus cortometrajes animados, vio una necesidad no cubierta: Que hubiese algo de entretenimiento para los hijos, pero que incluyera a los padres. Había parques de entretenimientos, pero ninguno en el que los padres también pudieran entretenerse. Basado en esto, se crea entonces una empresa que incluye no solo la parte de películas, sino la de entretenimiento, y un entretenimiento diferente, que es hoy Disney. La decisión vino por una decisión, al identificar una necesidad. La decisión puede venir por una oportunidad de un producto. Puede que necesites un cuido y no lo encuentres, y decidas crearlo. La decisión puede venir por una situación económica; Un momento donde tú decides que necesitas otro ingreso. Es una decisión para emprender.
En segundo lugar, puede ser por una situación particular. Ya no es que tú decides, sino que la vida y las situaciones te obligan a emprender. Muchos, en Puerto Rico, por ejemplo, se vieron en la obligación de comenzar; La situación los impulsó, y se dieron cuenta que les gustó. Y hoy hay varias empresas creadas en Puerto Rico después de María. Pero no tiene que pasar un huracán de casi 200 millas por hora para tu comenzar algo. A veces, llegan cosas a tu vida que no son tan fuertes, pero crean una situación que te dice que tienes que pensar diferente.
El dinero, el capital es uno de los factores que hacen falta para emprender. Ahora bien, el dinero nunca creará ideas, pero las ideas crean y atraen dinero. Tú puedes tener una idea o un concepto, y conseguir inversionistas, pero tienes que creer en tu idea. La idea probablemente irá cambiando en el camino, se irá refinando. Desarrolla la idea, y desarrolla también ese aguante, que aunque te digan que no, tú continúes. Muchas veces, pensamos que lo que atrae es la idea; Lo que atrae es tu determinación, tu visión y tu seguridad.
Para madurar tu idea, tienes que empezar a conceptualizarla, escribirla. Y una vez empiezas a exponerla, los aparentes rechazos, realmente, son oportunidades de pulir esa idea. Cuando alguien te dice no, siéntate a pensar por qué fue. Puede que la persona no haya visto la visión, o que la persona te esté diciendo: Te falta tal cosa. Y a veces, en el desarrollo de la idea, el ego no nos permite crecer. Se reciben rechazos y negativos, pero si son para guiarte, entonces mira que depures esa idea considerando el insumo de otras personas; Aprende del rechazo. Por otra parte, también tu cliente te ayuda a madurar tu idea.
No esperes a tener todo el capital que quisieras llegar a tener, para entonces empezar. Empieza con lo que tienes. Tampoco pretendas que otros arriesguen contigo, si tú no estás dispuesto a arriesgar por ti mismo.