¿Eres de las que huye de los frutos secos por miedo a engordar? ¿Los comes sólo cuando te quieres dar un capricho? ¡Los frutos secos son el complemento perfecto para los deportistas! Comiendo un puñadito al día ganas en energía, fibra y vitaminas. ¿Pero y las grasas? Estos diminutos alimentos tienen un bajo contenido de grasas saturadas, por lo que no hay que preocuparse.
“En la composición de los frutos secos destaca la presencia de grasas saludables que ayudan a reducir los niveles de colesterol “malo” y a incrementar el colesterol bueno, y se convierte en un cardioprotector. De esta manera, nos será de gran utilidad consumir estos alimentos para combatir el estrés, la fatiga diaria o incluso el síndrome premenstrual”
Los frutos secos son alimentos tradicionales de la dieta mediterranea caracterizados por su poca cantidad de agua (están formados por menos de un 50%). Su composición es totalmente natural, sin manipulación humana y se clasifican en dos grandes grupos: los de cáscara dura y los provenientes de frutas desecadas, como las pasas (uvas).