Queridos hermanos en Cristo, enfrentamos tiempos malos en nuestra vida, pero en la Palabra de Dios encontramos consuelo y guía. En Proverbios 30:8, aprendemos una valiosa lección sobre cómo afrontar los desafíos que se presentan en nuestra vida cristiana.
CONFIANZA EN LA PROVISIÓN DIVINA
La enseñanza de Proverbios nos insta a pedir a Dios que nos conceda lo necesario, ni más ni menos. Esto nos recuerda que debemos confiar en la provisión divina y no afanarnos por acumular riquezas terrenales.
La Biblia nos enseña que Dios conoce nuestras necesidades y siempre está dispuesto a proveer lo que es mejor para nosotros. Jesús nos anima a buscar primero el Reino de Dios y Su justicia, confiando en que todas las demás cosas nos serán añadidas (Mateo 6:33).
En Filipenses 4:19, encontramos el consuelo de que “Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús“. Esta promesa nos asegura que Dios está dispuesto a cuidar de nosotros en los tiempos malos.
LOS TIEMPOS MALOS
En medio de los malos tiempos, debemos mantener nuestra fe y confianza en Dios. Saber que Él nos cuida nos da la fuerza para seguir adelante.
La Biblia nos dice en Hebreos 11:1 que “la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve“. En los momentos difíciles, debemos aferrarnos a esta fe, sabiendo que Dios está obrando incluso cuando no podemos verlo.
En Romanos 8:28, se nos recuerda que “Sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien“. Esto significa que incluso en los tiempos malos, Dios está trabajando para nuestro bien.
Queridos hermanos, en tiempos malos, recordemos la enseñanza de Proverbios 30:8. Confíen en la provisión divina, mantengan su fe y recuerden que Dios siempre está obrando en su favor. Perseveren en la oración y la confianza en Su Palabra. En estos tiempos difíciles, Él nos guiará y fortalecerá. Amén.