Entrega tu ansiedad. Quédate quieto y date cuenta de que Yo Soy Dios. Yo soy Dios sobre todas las naciones, y seré exaltado en toda la tierra. ¡Aquí está! ¡El comandante! ¡El poderoso Señor de los Ejércitos de Ángeles está de nuestro lado! ¡El Dios de Jacob pelea por nosotros! Salmos 46:10-11 TPT
Recientemente, mientras estaba sentada con el Señor, pude oírlo decir: “Tengo tesoros en la quietud que te están esperando”. Sentí una fuerte sensación del corazón de Dios, de que este es un tiempo para posicionarnos realmente para esperar en Dios, permanecer en Su presencia y pasar tiempo sumergiéndonos en el lugar secreto. También pude sentir una advertencia del corazón de Dios que tronaba en voz alta: “No te apresures”.
Hay una invitación de su corazón a sumergirnos en Su presencia, abrazar y cultivar la quietud ante Él; porque hay tesoros esperando a su pueblo que son tan preciosos, tan sagrados y mucho más profundos que cualquier cosa que hayan recibido o experimentado antes. Mientras continuaba sentado con Él, vi que estos tesoros en la quietud fluían desde su corazón. Hay una revelación preciosa que el Señor está entregando ahora mismo. Estas profundas revelaciones y secretos de Su corazón están trayendo transformación, vida, avance, entendimiento, sabiduría y profundidades de intimidad con Él, en las que nunca hemos caminado.
Entonces tuve una visión de muchas personas que estaban viviendo en este lugar donde abrazaban y cultivaban la quietud ante Él, y la gloria llenaba los lugares donde esperaban en Él. Su gloria y Su majestad, y el asombro por lo que Él es, estallaban mientras esperaban… mientras permanecían quietos. En ese momento, repentinamente recordé una Escritura que el Señor me había dicho hace muchos años. Él dijo que sería muy importante y clave en la nueva temporada que vendría, en la que ahora hemos entrado: “Y hablaba Jehová a Moisés cara a cara, como habla cualquiera a su compañero. Y él volvía al campamento; pero el joven Josué hijo de Nun, su servidor, nunca se apartaba de en medio del tabernáculo” (Éxodo 33:11). Volví a escuchar al Señor que me dijo: “No pierdas la quietud. Cultiva la quietud, porque te esperan tesoros en la quietud”.
Me impactó profundamente otra vez. La quietud… Y Su pueblo quieto ante Él, esperando en Él (sin agenda, presunción o suposición), simplemente estando con Él y no corriendo adelante o apresurándose, es algo que pesa en su corazón ahora mismo. En ese momento, volví a recordar un sueño que tuve hace muchos años, donde escuché al Señor que decía: “¿Dónde están aquellos que se quedarán? ¿Dónde están los que se quedarán? A los que se queden, les confiaré los secretos de mi corazón”. No es momento de precipitarse. Este es un tiempo para darle prioridad a Él y estar quieto ante Él, como sea que eso se vea para ti. Este es un tiempo para priorizar el lugar de permanecer en Su presencia y esperar en Él.
Me di cuenta de que la quietud a la que Él nos invita, no son sólo los espacios en nuestras vidas que nos reservamos para estar quietos ante Él; también es una postura del corazón. Es una conciencia más profunda de Su presencia, de Su cercanía y de su voz. Es la quietud de un corazón vuelto hacia Él para escuchar Su voz y sentir Su guía. Es un lugar rendido de quietud ante Él, que lo abraza a Él, Sus camino y su dirección. Ese sentir me rodeo fuertemente de nuevo: “No te precipites; no corras”. Es imperativo en esta hora rendirse en quietud a su camino, a su agenda, su ritmo, a su tiempo y a su dirección.
Hay una santidad pesada y hermosa en lo que se está derramando en este momento, que debe ser administrada con una mano abierta y una quietud de corazón, para permitirle a Él hacer lo que Él quiere hacer sea lo que sea, esperando en Él durante el tiempo que sea necesario para que Él hable, revele, guíe y dirija. Su gloria está creciendo y seguirá creciendo, a medida que esperemos en Él en la quietud.
Entonces escuché fuertemente Proverbios 25:2: “Gloria de Dios es encubrir un asunto; pero honra del rey es escudriñarlo”.
“Dios oculta la revelación de su Palabra en el escondrijo de su gloria. Pero el honor de los reyes se revela en cómo escudriñan a fondo el significado más profundo de todo lo que Dios dice” (Proverbios 25:2 TPT).
La invitación que Dios está enviándonos ahora mismo, a través de la quietud es para recibir una revelación más profunda de lo que Él está hablando, es muy importante. Hay una quietud en el peso de Su gloria y una invitación a escuchar, ver y entender lo que el Espíritu de Dios está hablando, a posicionarnos verdaderamente para buscarlo y escudriñarlo en el lugar de quietud ante Él. Al esperar en Él en esta hora, la mayor revelación de Su Palabra, Su voz y un encuentro con su corazón, irrumpirán en tu vida. Él se está volviendo a presentar a Su pueblo de maneras más profundas y gloriosas. La revelación de Su gloria, Su majestad y Su asombro de quien es Él va a cambiarlo todo.
Por último, escuche al Señor que decía: “Hay muchos viviendo en un lugar de quietud donde se han sentido como estancados; un lugar de quietud, sintiendo como que no hay impulso en su vida; un lugar de quietud que se ha sentido como un profundo nivel de sequedad, se han sentido como si se estuvieran marchitando y no prosperando”. Dile a ellos: “Hubo un ataque estratégico del enemigo sobre muchas vidas en este tiempo para silenciarlas, para robarles la visión y el oído, y para hacer que quieran rendirse. Pero Yo estoy rugiendo sobre ellos. Mi rugido está despertando sus sentidos. Donde la hechicería y los ataques del enemigo vinieron con mucha fuerza para robarles, pero mientras lanzo mi rugido, traeré restauración divina. Estoy restaurando todo esto y más. Aumentaré su visión. Aumentaré su capacidad para escuchar lo que Mi Espíritu está diciendo”.
“Ellos han permanecido profundamente fieles a Mi. Han buscado Mi corazón y han estado acercándose hacia Mí, son muy tiernos de corazón hacia Mí. El enemigo vino rápidamente a robarles, pero Yo le he dicho ¡NO MAS! Mi rugido está despertando, restaurando y rompiendo estos ataques del enemigo que se han sentido como si los hubiera sacado del camino; pero Yo he estado cerca de ellos, y los he preservado y los he fortalecido. Ahora se levantarán más fuertes que nunca. Ahora se levantarán en un regreso divino que hará que el enemigo se acobarde. Ellos ahora se levantarán y se moverán en una temporada de quietud divina en Mi presencia, donde se encontrarán Conmigo y con Mi gloria, en un nivel que no tiene precedentes. Y recibirán revelación de mi Palabra, mi perspicacia y la estrategia divina para esta hora, de lo que estoy haciendo y hablando, y verán los secretos profundos de Mi corazón que derramaré sobre aquellos que están abrazando y cultivando la quietud y la permanencia”. Es tiempo de ser saturados de Mi gloria”. (Lana Vawser Ministres)
Isaías 30:15a Porque así dijo Jehová el Señor, el Santo de Israel: En descanso y en reposo seréis salvos; en quietud y en confianza será vuestra fortaleza…
Con amor y oraciones,