«El que perdona la ofensa cultiva el amor; el que insiste en la ofensa divide a los amigos.» Proverbios 17:9 NVI.
La Palabra De Dios nos conduce a la práctica de una vida con excelencia por medio de los infinitos temas que se derivan de sus riquezas espirituales y contenidos para toda la Familia.
La exhortación cultiva el amor nos da la oportunidad de crecer al tener a nuestro lado una herramienta para convertir la ofensa en ornamento de embellecimiento hacia nuestro prójimo.
Así como se cultiva la tierra para obtener sus productos que nos hacen posible sobrevivir,
de la misma manera podemos proceder frente a la ofensa que nos daña de muchas maneras , «Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo.» Efesios 4:32 NVI.
Cultivemos ese agravio , insulto , ultraje , humillación , afrenta , entre otras angustias , y hagamos una siembra de amor y calidad de vida mediante el perdón de todas estas cosas olvidándonos completamente de esas acciones que un día se presentaron en nuestro camino , Dios nos bendecirá con una cosecha que será preciosa.
Cultivadores de amor , a eso nos llamó el Señor. «»Porque, si perdonan a otros sus ofensas, también los perdonará a ustedes su Padre celestial. Pero, si no perdonan a otros sus ofensas, tampoco su Padre les perdonará a ustedes las suyas.» Mateo 6:14-15 NVI.
La sociedad necesita con urgencia un cambio de dirección , todos estamos de acuerdo ,
Y debemos comenzar por nosotros a través del perdón , lo siento en mi corazón , esto es De Dios , «de modo que se toleren unos a otros y se perdonen si alguno tiene queja contra otro. Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes. Por encima de todo, vístanse de amor, que es el vínculo perfecto.» Colosenses 3:13-14 NVI.
Empecemos ya , con Cristo podemos , te deseo una bendecida cosecha , agricultores de amor , ¡ manos a la obra ! «Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor —, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza. Entonces ustedes me invocarán, y vendrán a suplicarme, y yo los escucharé.»
Jeremías 29:11-12 NVI.
Maranatha
