Salmo 115:3-7 Nuestro Dios es un Dios real, el único Dios verdadero, el único que da las bendiciones, pero lastimosamente muchos cristianos tenemos pensamientos muy equivocados sobre nuestro Dios, y esos pensamientos no nos permiten disfrutar las bendiciones de Dios en nuestra vida.
Tristemente muchos cristianos pensamos que nuestro Dios es como los ídolos, que nuestro Dios es como los dioses falsos, y esos pensamientos nos llevan a vivir una vida que no es agradable a Dios, una vida que nos aleja de las bendiciones que el Señor tiene para nosotros.
Veamos cuáles son esos pensamientos:
PENSAMOS QUE DIOS NO NOS HABLA, POR ESO NO NOS CONGREGAMOS NI LEEMOS SU PALABRA (VS 5ª)
¿De que serviría estar todos los días en un templo lleno de ídolos que tienen boca pero que no pueden hablarnos, que no pueden darnos un consejo, que no pueden decirnos que hacer en tiempos de dificultad?
Lamentablemente muchos cristianos pensamos o parecería que pensamos que Dios es como esos ídolos que no hablan, pues no nos congregamos a escuchar los mensajes de su palabra, ni tampoco leemos su palabra en nuestros hogares.
Pero la palabra de Dios nos deja claro que Dios nos habla, pero el problema es que nosotros no queremos escuchar su voz (Jeremías 22:21)
PENSAMOS QUE DIOS NO NOS VE, POR ESO TENEMOS PECADOS OCULTOS EN NUESTRA VIDA (SALMO 115:5B)
Muchos cristianos quieren la bendición de Dios, pero no quieren dejar sus pecados ocultos, su tranquilidad está en que nadie conozca sus malos caminos.
Venimos a la presencia de Dios a clamar por bendiciones, por sanidad de nuestras enfermedades, por restauración de nuestro matrimonio, por provisión económica para nuestra familia, pero venimos sin arrepentimiento, venimos sin confesar nuestros pecados delante del Señor.
La palabra de Dios nos declara que nada está oculto delante de Dios (Proverbios 15:3)
Todos los secretos de nuestra vida están revelados delante de Dios, nada podemos esconder de sus ojos (Hebreos 4:13)
PENSAMOS QUE DIOS NO NOS OYE, POR ESO NO HABLAMOS CON EL EN ORACION (SALMO 115:6ª)
Si nuestra vida esta tan llena de problemas y dificultades, tan llena de cargas y aflicciones, ¿Por qué no oramos? ¿Por qué no nos tomamos el tiempo de hablar con Dios? La respuesta es: Porque creemos que Dios no nos oye, porque creemos que no vale la pena hablar con el si no va a escucharnos.
Lamentablemente para muchos cristianos orar es perder el tiempo, para muchos cristianos orar no sirve de nada.
Pero la palabra de Dios nos enseña que Dios escucha nuestras oraciones, que él es un Dios que nos oye cuando le hablamos (2 Crónicas 7:12 / Jeremías 33:3)
PENSAMOS QUE NUESTRO OLOR PASA INADVERTIDO PARA DIOS, POR ESO NO NOS PREOCUPA OLER A MUNDANALIDAD (SALMO 115:6B)
Cuando vamos a visitar a una persona importante, o a alguien que amamos, o queremos dar una buena impresión nos preocupamos por tener un aroma agradable, por eso usamos perfumes.
Nuestra vida ¿será grato olor para Dios cuando venimos delante de su presencia? (2 Corintios 2:14-15)
¿Somos grato olor de Cristo? O será que venimos delante de su presencia con olor a vicios, con olor a fornicación y adulterios, con olor a mundanalidad.
Nuestro anhelo debe ser siempre serle agradable a nuestro Dios (2 Corintios 5:9)
