El Consejo de Pastores y Ministros de la XXVI Convención de la Asociación de Iglesias Jesucristo Fuente de Amor, expresó su apoyo al proceso de regulación migratoria que actualmente está llevando a cabo el Estado Dominicano para permitir la legalización de extranjeros haitianos y de otras nacionalidades que residen ilegalmente en el país.
Al mismo tiempo, levantó su voz de rechazo en contra de aquellas personas, instituciones nacionales e internacionales y naciones que “pretenden con el chantaje, amenaza y acusaciones falsas de racismo y discriminación, lograr sanciones en contra de la República Dominicana, país libre, independiente y soberano que nos han legado nuestros padres de la Patria”.
En una declaración suscrita por los reverendos Diego Florentino y Luis Alberto Reyes, Supervisor Nacional y Obispo del Consejo de Pastores y Ministros de la Asociación Iglesia Jesucristo Fuente de Amor, Incorporada, subraya que la República Dominicana es la nación que “permanentemente ha extendido la mano amiga de apoyo y solidaridad al pueblo haitiano”.
Entienden, además, que la aplicación del régimen migratorio “es trascendental para el futuro de las generaciones de nuestro país y de la República de Haití”.
Y añaden que “hemos visto la reacción del estado haitiano frente al proceso de regulación que debió haber sido afrontado por parte de ellos con la misma responsabilidad como lo ha abordado nuestro país”.
Al respecto, plantearon que por el contrario, “han procedido a presionar al sector industrial y comercial manifestando no permitir la entrada de más de 33 productos dominicanos”, y al mismo tiempo indican que “debe continuar el diálogo entre esas dos naciones, las que materialmente estarán unidas por siempre, teniendo presente que es tiempo de establecer conversaciones que tiendan a limar las asperezas sentimientos encontrados”.
En el comunicado, dado a conocer durante un acto celebrado en el Pabellón de la fama del Deporte Dominicano, se detallaron varios renglones de la sociedad dominicana que, a su juicio, “llama a profunda preocupación”.
Mostraron su preocupación por la transparencia en la administración pública y lucha contra la corrupción; la institucionalidad; el narcotráfico, lavado de activo y tráfico de personas; la familia y embarazos en adolescentes; la violencia social y la criminalidad; energía eléctrica; el Poder Judicial; seguridad social; protección a las personas con discapacidad; diálogo bilateral con Haití; lectura de la Biblia en la escuelas; la ley de Partidos Políticos; matrimonios heterosexuales; políticas de apoyo a sectores.
En la declaración los pastores, indican que “la sociedad dominicana en estos momentos se hace necesario reencontrarnos con los valores cristianos plasmados en el libro sagrado de fe verdadera, La Biblia”, al tiempo que recomiendan “volver nuestra mirada a Jesucristo, su ejemplo de vida de entrega y amor al prójimo. Escuchemos su llamado de paz y de esperanza de vida eterna”, añadieron.
Asimismo, aspiran “a una sociedad justa, donde se distribuyan las riquezas de manera equitativa, y podamos reducir esa gran brecha entre ricos y pobres. Digamos No a la violencia y un Si a una nueva vida en Cristo Jesús, Señor Nuestro”, afirman.
Abogan por un poder judicial independiente e imparcial, que persiga y castigue la corrupción administrativa.
También solicitan el fortalecimiento de las grandes debilidades institucionales que “nos han caracterizado históricamente, debido a que los problemas sociales que padece el pueblo dominicano se ha generado por la falta de institucionalidad del Estado”.
Igualmente, exigen “más eficiencia en el control, investigación, persecución y ajusticiamiento de la criminalidad organizada, el narcotráfico, el lavado de activo y la trata de personas, que son temas de gran preocupación en la sociedad, la trata y tráfico de personas es la nueva forma de esclavitud en el mundo”.
En la declaración pastoral y ministerial, señalan que “necesitamos que las familias, autoridades y organismos estatales, cultiven en nuestra niñez, adolescentes y jóvenes buenos principios y valores”, y al mismo tiempo deploraron la inversión de valores, que según entienden, se debe a la “disfuncionalidad en los tipos de familias, la irresponsabilidad paternal y maternal, las negativas a seguir y fundamentalmente la creencia de una política integral del Estado”.
Añaden que “es alarmante el alto índice de niñas y adolescentes embarazadas, situación que les ocasiona graves consecuencias en el aspecto biológico, emocional y social lo que obliga a la reflexión de la familia dominicana”.
En cuanto al Poder Judicial, entienden que si bien es cierto que “hemos observado dinamismo en el Ministerio Público en abordar los casos de corrupción en el sector privado, como ha sido el del Banco Peravia. No es menos cierto que la sociedad espera la misma agilidad en los casos de corrupción administrativa del Estado”.
En la declaración pastoral y ministerial, plantearon que el Estado “debe colocar la salud en un sitial que le corresponde como un derecho fundamental a la vida, e impulsar las reformas necesarias para mejorar la calidad y oportunidad de los servicios que demanda la población”.
Otro renglón, que también solicitaron fue que “sea ejercida la promoción, protección y asegurar el goce de todos los derechos humanos y liberales fundamentales de las personas discapacitadas, en condiciones de igualdad, así como el ejercicio pleno y autónomo de capacidades, adoptar medidas positivas necesarias para propiciar su integración familiar, comunitaria, social, económica, cultural y política”.
Por otro, lado, los pastores reiteran que república Dominicana aplique lo establecido en la ley 44-2000, que aprobó la oración, la lectura y enseñanza de la Palabra de Dios en las escuelas, para que conservemos la familia y honremos nuestro libro sagrado que no por casualidad fue colocado por los próceres creadores de la nacionalidad en el centro de la enseña tricolor”.
En cuanto al matrimonio heterosexual, en la declaración afirman que se acogen a “los principios bíblicos, y señalan que el matrimonio es una unión íntima de carácter permanente entre un hombre y una mujer. Ambos seres están diseñados para complementarse a fin de tener hijos y satisfacer mutuamente sus necesidades y deseos de orden espiritual, emocional y sexual, único vínculo que garantiza la permanencia de la sociedad en el tiempo”, añaden.
Los pastores y ministros evangélicos plantearon que “necesitamos una ley de Partidos Políticos, la cual es importante para fortalecer los valores democráticos, garantizar la transparencia, evitar la discriminación y promover la disciplina política, que haga frente al clientelismo, desarrolle la representación equitativa, dé seguridad a todos los ciudadanos interesados en trabajar en política, mejore las bases legales del sistema electoral y que salvaguarde los derechos de los ciudadanos”.
Acto asistieron líderes del Consejo de Pastores y ministros de la convención de la Asociación de la Iglesia Jesucristo Fuente de Amor y numerosos invitados especiales.
Margarita García
