El pastor Sugel Michelén consideró que cualquier intento de reconciliación con el catolicismo romano no podría llevarse a cabo sin echar por tierra el mensaje del evangelio; y, en última instancia, sin echar por tierra la autoridad final de Dios sobre el creyente a través de su revelación escrita, porque según proclamó: “La Biblia y solo la Biblia debe atar la mente del creyente”.
Consideró que aunque haya hombres y mujeres en América Latina que, independientemente de sus credos religiosos, estén dispuestos a levantar su voz contra el avance de la agenda perversa que el humanismo secular pretende imponer a la fuerza, razonó que, “si en esta batalla moral perdemos el evangelio, o dejamos de proclamarlo con absoluta claridad, con tal de no ofender a otros grupos con los que estamos haciendo causa común, el remedio será mucho peor que la enfermedad”.
Después de resumir el surgimiento del movimiento reformador en España, encabezado por Isabel la Católica, quien nombró a Francisco Jiménez de Cisneros como arzobispo de Toledo, el pastor Michelen, subrayó la importancia que tuvo el Concilio de Trento de 1545, no solo para impulsar la Contra Reforma como un movimiento de intolerancia, violencia contra el protestantismo, sino también para conservar unos dogmas religiosos que no se correspondían con lo que claramente enseña la Biblia.
Agregó que al surgir la Reforma Protestante en Alemania, en vez de ir a la Biblia para examinar sus fundamentos, la Iglesia Católica reaccionó fortaleciendo aún más las doctrinas distintivas que la diferenciaban del protestantismo. Destacó que esta reacción católica llevo a sus dirigentes al Concilio de Trento, convocado en 1545, donde se tomaron resoluciones y políticas que marcaron el rumbo del catolicismo romano hasta el día de hoy.
Agenda perversa
Al poner en contexto sus ideas, el pastor de la IBSJ, expresó que al igual que estos reformadores, existen hoy hombres y mujeres en otros países de América Latina que independientemente de su credo religioso están dispuestos a levantar voz en contra la lo que denominó “agenda perversa”, que el humanismo secular está tratado de imponer por la fuerza, y por lo tanto no podemos quedarnos callados.
El ministro evangélico, sostuvo que de ninguna manera podemos obviar que las distorsiones del evangelio que provocaron la Reforma del siglo XVI permanecen en vigencia en el día de hoy a unos 504 años del movimiento político, social y religioso que cambió toda Europa. Advirtió que los evangélicos debemos tener cuidado con los grupos religiosos con los que estamos haciendo causa común en esto del aborto, la ideología de género y otros temas.
El pastor Michelén hizo referencia que en el Catecismo Católico, publicado en 1994 se mantienen vigente la infalibilidad papal, la doctrina de los sacramentos como medios de gracia y la posición de la virgen María como coredentora con Cristo, entre muchas otras distorsiones doctrinales. Citó que este Catecismo enseña que, por medio de su intercesión, “María continúa trayéndonos el don de la vida eterna… Por lo tanto, la bendita Virgen es invocada en la Iglesia bajo los títulos de Abogada, Ayudadora, Benefactora y Mediadora”.
Indicó que, de igual manera, la Iglesia Católica romana continúa aceptando las declaraciones del Concilio de Trento, sobre la doctrina de la Escritura y de la justificación, declarando como anatema a quien afirma que la salvación del pecador depende enteramente de Cristo, al apropiarse de su gracia por medio de la fe sola.
Mantener los principios de los reformadores
En otro aspecto, el pastor Michelén, enfatizó que es imperante que la iglesia de Cristo se mantenga firme en estos dos principios que defendieron los reformadores en el siglo XVI. “La Palabra de Dios es nuestra fuente máxima de autoridad en asuntos de doctrina y de práctica cristiana, y el pecador es justificado, declarado justo en el tribunal de Dios, por causa de la justicia de Cristo que nos es imputada, o puesta en nuestra cuenta únicamente por medio de la fe”.
“Que el Señor nos ayude a seguir hablando la verdad en amor, y proclamando con toda claridad el evangelio de la gloria de Cristo, para la salvación de los perdidos y la edificación de su iglesia”, concluyó.
Al final de la presentación el rector de la UNEV, doctor Juan Guerrero Ávila, agradeció la presencia y la ponencia del invitado al cual entregó distintivos que identifican a la academia como reconocimiento y muestra gratitud por su participación en los acostumbrados devocionales que cada lunes se realizan en el recinto Santo Domingo con la presencia de autoridades y colaboradores de la entidad.