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Parábola de la viuda perseverante y el juez injusto

“También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar, diciendo: Había en una ciudad un juez, que ni temía a Dios, ni respetaba a hombre. Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él, diciendo: Hazme justicia de mi adversario.

Y él no quiso por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre, sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que viniendo de continuo, me agote la paciencia.

Y dijo el Señor: Oíd lo que dijo el juez injusto.
¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles? Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra ? “ Lucas 18 : 1 – 8
Vemos en Lucas 17 previo a esta parábola que Jesús hablaba a sus discípulos de cuando él regresará a la tierra para establecer su reino.

En la parábola hay 2 personajes: Una viuda – Que en la Biblia y en las parábolas que enseñó Jesús, es la figura de una persona vulnerable, una viuda que ha perdido al marido al que trae el sustento a la casa. Pero este personaje es persistente y perseverante en pedir justicia al segundo personaje.
Un juez – Teniendo el cargo de juez, este personaje no teme a Dios ni tiene respeto por el hombre, por lo tanto no tiene la calidad moral para juzgar justamente, por eso también se le llama en la parábola un juez injusto.
Esta viuda representativa de las personas vulnerables sin marido que la defendiera ó apoyara ó trajera el sustento a casa, tenía un problema con un adversario y acudía al juez injusto para pedirle justicia en su problema.
Este juez sin valores morales, sin preocuparse por hacer su labor de juez, no le hizo caso a la viuda, de hecho la parábola dice que no le quiso hacer justicia por un tiempo.

Sin embargo no fue porque el juez tuviera remordimiento ni conciencia que le acusara para hacer justicia a la viuda, sino porque pensó el juez que esta mujer le agotaría la paciencia, pues ella venía de continuo con él.

Como tanto le molestaba y temía que le fuera peor pidiéndole justicia continuamente hartándolo, entonces decidió hacerle justicia. Jesús comenta si hace actúa un juez injusto, acaso no le hará justicia Dios a los suyos que le claman día y noche? Aquí Jesús dice se tardará en responderles? Jesús dice que pronto les hará justicia.

Pero algo muy importante menciona Jesús a continuación: Pero cuando Jesucristo regrese hallará fe en la tierra ? Perseverancia, persistencia, no perder el ánimo, no perder la fe.

El principio del texto bíblico indica que la parábola es para enseñar sobre la importancia de orar siempre, continuamente y no perder el ánimo.

Porque en ocasiones (tal vez muchas más de las que deseamos) la respuesta a nuestras oraciones no llega pronto, es que Jesús enseñó esta parábola.
Si Dios siempre contestara inmediatamente nuestras peticiones y oraciones, esta parábola no sería necesaria.

No perder el ánimo y no perder la fe es algo necesario en el cristiano, en medio de un mundo en el que no se pueden evitar los problemas, tribulaciones y aflicciones.

Esta parábola dice que aunque la viuda iba continuamente con el juez a pedirle justicia, el juez no quiso hacerlo por un tiempo, si la viuda hubiera perdido el ánimo, este juez injusto e inmoral obviamente no le haría justicia y si la viuda se hubiera dado por vencida entonces no tendría justicia. Pero la viuda perseveró, fue persistente, venció la tentación de desanimarse, venció la posible pérdida de fe en que el juez le hiciera justicia y su perseverancia y persistencia le valió que el juez le hiciera justica y eso que era un juez injusto.
Dios recompensará a los vencedores, a quienes perseveran en vencer las pruebas, Dios no recompensa a quienes pierden el ánimo y la fe.

Dios es el juez de toda la tierra y sus juicios son justos. Esta promesa de Jesús en que el Padre Celestial hará justicia a sus escogidos, es para quienes realmente son sus hijos, para los verdaderos cristianos, a quienes El conoce, no para los que creen que son cristianos y realmente no lo son.

Caso 1 Un caso sencillo. Tengo unos vecinos que se hicieron de un perro, el cual empezó a ser una molestia para mí y mi familia en casa. Yo cuido el no molestar ni perturbar a los vecinos cuidando no hacer ruido ni cosas que les sean molestas aplicando en forma práctica el mandamiento de amarás a tu prójimo como a ti mismo, así como a mí no me gustaría que me molesten con ruidos de fiestas, de instrumentos musicales como tambores y baterías, y en este caso de un perro. En ocasiones lo dejaban parte del día en un espacio reducido solo y la molestia por sus lastimeros aullidos era peor. Mi oración a Dios fue decirle que El es el juez de toda la tierra y mucho mejor que cualquier juez terrenal, que quería evitar el llevar un asunto legal (terrenal) con los vecinos, recordándole a Dios que El tenía la capacidad de juzgar justamente el asunto del perro que causaba ruido que invadía mi tranquilidad y privacía, y recordándole a Dios que El en su justicia era capaz de resolver esto pacíficamente, recordándole la parábola de la viuda y el juez y que su promesa allí es no demorarse en hacer justicia y diciéndole a Dios que mientras no me hiciera justicia yo tendría que estar llevándole esta petición de continuo, diario día y noche.

La respuesta no fue inmediata, pero apliqué lo que hizo la viuda, diario, diario, día y noche, aunque pasaron unos días que me parecían eternos y me pusieron a prueba en cuanto a seguir orando a Dios por justicia y no desmayar y en clamar sus promesas, un día ya no oí más al perro, me enteré que la dueña informó que el perro se había enfermado y que ya no lo tenía (ignoro exactamente como es que ya no lo tenía).

Mi petición a Dios solo fue por justicia, por mi derecho a tener paz en mi propio hogar cuando yo no causo molestias a los vecinos, y nunca pedí por ningún mal ni para el can ni para sus dueños.

El juez de toda la tierra, el Señor Jehová me hizo justicia y resolvió el asunto pacíficamente para ambas partes. El asunto puso a prueba mi perseverancia y persistencia en las promesas de Dios y mi fe en que El era capaz y resolvería el asunto.

Caso 2 Un pastor y consejero cristiano relata que conoció a un pastor que vivía cerca de un Colegio Bíblico, y en su iglesia asistían 3 estudiantes del mismo estudiando para el ministerio. Un día estos estudiantes se reunieron para calumniar al pastor y que así lo corrieran de la iglesia y uno de ellos pudiera ocupar su lugar. Corrieron un rumor de que el pastor era un abusador de menores. Tan crítica fue la situación que los líderes de la iglesia lo llamaron, el argumentó su inocencia y no existía ninguna prueba en su contra, él era ciertamente inocente. Este pastor reunió a otros 3 líderes de la iglesia hombres de oración y después de argumentar su caso con los otros líderes, oraron pidiendo a Dios que quienes corrieron esas calumnias fueran revelados y Dios los castigara como El viera conveniente.

Al día siguiente uno de estos estudiantes iba cruzando la calle fue golpeado por un auto y matado instantáneamente. La semana siguiente otro de los estudiantes de 24 años de edad sufrió un ataque al corazón y murió dentro de una semana. A la siguiente semana el último de los calumniadores sufrió un aneurisma cerebral y fue hospitalizado, el pastor calumniado lo visitó allí diariamente aún sabiendo lo que le había ocasionado el joven. Después de un mes, también este estudiante murió, así dentro de un mes aproximadamente, todos estos 3 jóvenes de unos veinte años de edad, que confabularon para calumniar al pastor estaban muertos.

Es un caso en el cual se puede ver que Dios hizo justicia al pastor inocente y calumniado y no se demoró en hacerlo.

Como pedir justicia a Dios.
Cuando ores a Dios, le puedes pedir justicia exponiendole tu caso, el es un juez justo, El tiene la autoridad y la capacidad para resolver el asunto, de una forma u otra. En los casos anteriores, que mencioné arriba, yo no pedí la forma en que solucionara el asunto del perro, en el caso del pastor que fue calumniado, no le pidieron a Dios la forma de resolver eso.

Se le pide justicia a Dios y El sabrá la forma de hacerla.
También es apropiado que al pedirle justicia a Dios, el cristiano esté en una buena condición ante Dios. Sería hipócrita por ejemplo pedir justicia a Dios cuando uno mismo está cometiendo injusticias ante el prójimo y sería mejor que hagas primero justicia a tu prójimo a quien le has sido injusto y entonces ya puedes pedirle a Dios justicia.

Además es bueno que el cristiano, al pedir justicia a Dios, le recuerde a Dios sus promesas, por ejemplo: Dios es padre de huérfanos y defensor de viudas, como dice Salmo 68 . 5. Esta palabra de Dios asentada en la Biblia, la puede presentar la viuda que le pide justicia a Dios, recordándole que en Su palabra está escrito que El es defensor de viudas.

Existe otro pasaje del Antiguo Testamento que muestra el carácter de Dios y como le molesta el que alguien aflija y sea injusto con los más vulnerables como viudas y huérfanos.

Aunque este texto es parte del viejo pacto entre Dios y su pueblo Israel, y ese pacto ya no es vigente, desde que existe el nuevo pacto en la sangre del Señor Jesús el Cristo, este texto nos permite conocer ese carácter de Dios y cómo ve la situación de injusticias contra viudas y huérfanos.

“A ninguna viuda ni huérfano afligiréis. Porque si tú llegas a afligirles, y ellos clamaren a mí, ciertamente oiré yo su clamor; y mi furor se encenderá, y os mataré a espada, y vuestras mujeres serán viudas, y huérfanos vuestros hijos “ Exodo 22 : 22 – 24 Dios Jehová, el Padre de nuestro Señor Jesús el Cristo, es un Dios que no le agrada que se aflija y haga injusticia contra viudas y huérfanos, Recordarle a Dios el mismo pasaje de Lucas que hemos visto arriba, donde el mismo Jesús dice que Dios hará justicia a los suyos, y dice que pronto les hará justicia.

Yo por ejemplo me pongo de acuerdo con alguien más en oración, para clamar a Dios, y recordarle que El ha prometido que si dos personas se ponen de acuerdo en pedirle algo. El lo hara (Mateo 18 . 19).

El cristiano que le pide justicia a Dios, no tiene autoridad para decirle a Dios, como resolver el caso. En el ejemplo anterior, yo no tenía ninguna autoridad para decirle que lo resolviera de tal ó cual forma y no lo hice. Si el Señor decidió resolverlo y hacerme justicia mediante el desenlace que se dió, El es juez de toda la tierra y tiene la autoridad para hacerlo así.

Mantener la fe, orar siempre, perseverar en oración y no perder el ánimo ni desmayar hasta que Jesucristo regrese. Cuando Jesús regrese a la tierra para establecer su reino, ¿encontrará fe en la tierra ó habrá quienes hayan perdido la fe en él, ó encontrará a quienes piensen que se demora en regresar ó quienes piensen que no regresará?

Fuente:
Profecía en la Biblia.

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