COLOSENSES 2:5 Porque aunque estoy ausente en cuerpo, no obstante en espíritu estoy con vosotros, gozándome y mirando vuestro buen orden y la firmeza de vuestra fe en Cristo.
Verdaderamente como familia tenemos que darle importancia al orden en nuestros hogares, y por eso procuramos administrar ordenadamente nuestras finanzas, tener en ordenada nuestra casa, etc pero lastimosamente muchos de nosotros tenemos desordenado algo tan importante como lo son NUESTRAS PRIORIDADES.
Las prioridades son aquellas cosas que nosotros consideramos más importantes en nuestra vida, establecer prioridades implica clasificar y ordenar diferentes aspectos de la vida, asignando un nivel de importancia a cada uno.
¿POR QUÉ ES IMPORTANTE TENER CLARAS Y ORDENADAS LAS PRIORIDADES DE NUESTRA VIDA? Porque las prioridades son las que guían nuestras decisiones y acciones diarias
NOS PERMITEN TENER UN ENFOQUE CLARO: Establecer prioridades proporciona un enfoque claro sobre lo que es más importante para nosotros y nos permite centrarnos en lo que realmente importa.
NOS AYUDAN PARA GESTIONAR MEJOR NUESTRO TIEMPO: Al tener claro qué es lo más importante nos ayuda a invertir nuestro tiempo en ello y no malgastarlo en cosas que no son tan importantes.
NOS PERMITEN TENER EQUILIBRIO EN LA VIDA: No podemos tener paz y equilibrio en la vida cuando no le damos verdadera importancia a lo principal de nuestra vida y en lugar de eso estamos enfocando nuestros tiempo y nuestro esfuerzo, en aquellas cosas que no deberían tener tanto valor o importancia para nosotros.
VEAMOS ENTONCES EN LA PALABRA DE DIOS CUALES TIENEN QUE SER LAS PRIORIDADES EN LA VIDA DE TODO CRISTIANO
I) NUESTRA PRIMERA PRIORIDAD TIENE QUE SER NUESTRO DIOS
(Mateo 22:36-38) Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? 37 Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. 38 Este es el primer y más grande mandamiento.
Si de verdad queremos ordenar las prioridades de nuestra vida tenemos que comprender que la prioridad número uno en la vida de un cristiano tiene que ser DIOS.
Pero ¿Qué significa verdaderamente que Dios es la prioridad número uno de nuestra vida?
Significa desarrollar una relación personal con él todos los días de nuestra vida (Jeremías 9:23-24) Así dijo Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. 24 Más alabate en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová.
Significa conocer su voluntad y obedecerla (Juan 14:15) Si me amáis, guardad mis mandamientos.
Significa que nuestra mayor anhelo tiene que ser agradarle a él por sobre cualquier persona en este mundo (Mateo 10:37) El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí;
II) NUESTRA SEGUNDA PRIORIDAD DEBERÍA SER CUIDAR NUESTRA PROPIA VIDA
(ECLESIASTÉS 2:24-25) No hay cosa mejor para el hombre sino que coma y beba, y que su alma se alegre en su trabajo. También he visto que esto es de la mano de Dios. 25 Porque ¿quién comerá, y quién se cuidará, mejor que yo?.
Lastimosamente esto es algo que muchos de nosotros no comprendemos y por eso no le damos importancia, pues nos enfocamos a amar a nuestros prójimos, a nuestro cónyuge, a nuestros hijos, pero NO NOS CUIDAMOS NOSOTROS MISMOS.
Tenemos que comprender que ya no somos dueños de nuestra vida, SOMOS MAYORDOMOS pues fuimos comprados por nuestro Dios por medio de la sangre de Cristo (1 Corintios 6:19-20) ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? 20 Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios
La Mayordomía Personal: En el ámbito personal, la mayordomía implica cuidar de uno mismo y de los recursos personales de manera equilibrada. Esto incluye la buena administración del tiempo, el cuidado de nuestra salud física y mental, y nuestro desarrollo personal.
Muchos de nosotros decimos amar a nuestros cónyuges pero no nos cuidamos nosotros para poder compartir tiempo de calidad con ellos, nuestra familia no quiere tener un esposo o un padre en el hospital, lo quiere tener en casa, saludable, para compartir momentos especiales con ellos y eso depende mucho de la forma como nos cuidamos cada uno de nosotros.
III) TERCERA PRIORIDAD NUESTRA FAMILIA
(Marcos 12:31) Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que estos.
Verdaderamente que los primeros prójimos que tienen que ser amados por nosotros tienen que ser nuestra familia.
Los esposos deben amar a sus esposas como prioridad así como Cristo ama a la iglesia (Efesios 5:25) Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella,
Las esposas deben amar y darle importancia a sus esposos como cabeza de su hogar y luego a sus hijos (Tito 2:3-4) Las ancianas asimismo sean reverentes en su porte; no calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del bien; 4 que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos,
Los hijos solteros deben honrar y respetar a sus padres antes que a otras personas, ese es el modelo de Dios (Efesios 6:2) Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa;
Y hijos adultos solteros o casados deben honrar y cuidar de sus padres y no menospreciarlos en el tiempo de la vejez (Proverbios 23:22) Oye a tu padre, a aquel que te engendró; Y cuando tu madre envejeciere, no la menosprecies.
La prioridad de todo esposo o padre de familia debe ser proveer todo lo necesario para suplir TODAS las necesidades de su familia (1 Timoteo 5:8) porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo.
IV) CUARTA PRIORIDAD, NUESTRA IGLESIA Y NUESTRO MINISTERIO
(Hebreos 10:25) no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.
Posiblemente en este punto puede haber controversia, y algunos dirán que LA IGLESIA Y LAS COSAS DE DIOS TIENEN QUE ESTAR POR SOBRE LA FAMILIA Y POR SOBRE CUALQUIER COSA, pero tenemos que entender algo muy importante: NO PODEMOS FINGIR EN LA IGLESIA Y EN EL MINISTERIO ALGO QUE NO VIVIMOS PRIMERAMENTE EN NUESTRO HOGAR CON NUESTRA FAMILIA (1 Timoteo 3:2-5) Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar; 3 no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro; 4 que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad 5 (pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?).
Nuestro Señor Jesucristo dejó bien claro que su iglesia, el Reino de Dios, tiene que estar por sobre todo aquello que nos afanamos para conseguir el sustento de nuestra vida y de nuestra familia, LA IGLESIA Y EL MINISTERIO TIENE QUE TENER MÁS IMPORTANCIA PARA NOSOTROS QUE EL EMPLEO Y EL NEGOCIO (Mateo 6:31-33) No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? 32 Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. 33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
¿Entonces tenemos que dejar de trabajar o cerrar nuestros negocios para dedicarnos a servir o para congregarnos en la iglesia? LA RESPUESTA ES NO, pero NO PODEMOS PERMITIR QUE LOS AFANES DE ESTE MUNDO NOS ALEJEN DEL REINO DE DIOS.
V) QUINTA PRIORIDAD, TRABAJO, NEGOCIO, ESTUDIO
(1 TESALONICENSES 4:11-12) que procuréis tener tranquilidad, y ocuparos en vuestros negocios, y trabajar con vuestras manos de la manera que os hemos mandado, 12 a fin de que os conozcáis honradamente para con los de afuera, y no tengáis necesidad de nada.
Definitivamente que nuestro empleo, nuestros negocios y nuestros estudios académicos son importantes, pero no pueden tener más importancia en nuestra vida que nuestra comunión con Dios, nuestra salud, que nuestra familia y que nuestra iglesia.