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Nuestros pecados y la fidelidad de nuestro Dios

OSEAS 8:11-14 Porque multiplicó Efraín altares para pecar, tuvo altares para pecar. 12 Le escribí las grandezas de mi ley, y fueron tenidas por cosa extraña. 13 En los sacrificios de mis ofrendas sacrificaron carne, y comieron; no los quiso Jehová; ahora se acordará de su iniquidad, y castigará su pecado; ellos volverán a Egipto. 14 Olvidó, pues, Israel a su Hacedor, y edificó templos, y Judá multiplicó ciudades fortificadas; mas yo meteré fuego en sus ciudades, el cual consumirá sus palacios.

El profeta Oseas profetizó durante un largo período, del 785 al 725 a.C. es decir durante casi 60 años, el Libro de Oseas fue escrito probablemente entre el 755 y el 725 a.C.

Oseas vivió y profetizó en tiempos de decadencia espiritual, religiosa y moral en el pueblo de Israel, el reino del norte, tiempos en los cuales la idolatría, los robos, los asesinatos, y la corrupción, eran algo común en la sociedad, el nombre Oseas significa: Salvación, y eso nos recuerda que a pesar de nuestros pecados a pesar de nuestras iniquidades, el Señor no quiere la condenación del pecador sino que sea salvo por medio de Jesucristo.

En el libro de Oseas encontramos tres pecados de Israel los cuales también podemos encontrarlos hoy en dia en la vida de muchos cristianos:

I) PRIMER PECADO: INFIDELIDAD (OSEAS 2:8) Y ella no reconoció que yo le daba el trigo, el vino y el aceite, y que le multipliqué la plata y el oro que ofrecían a Baal.  Israel era un pueblo infiel para con Dios, ellos recibían bendiciones de parte de Dios, pero en lugar de agradecerle a él por sus bendiciones lo que hacían ellos era adorar a Baal usando las bendiciones que su Dios les había dado. Lastimosamente muchos cristianos hacen lo mismo con las bendiciones que reciben de parte de Dios, en lugar de ser agradecidos y fieles con Dios usan sus bendiciones para gastar en los deleites y placeres del mundo (Santiago 4:3) Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.

II) SEGUNDO PECADO: DESECHAR EL CONOCIMIENTO (OSEAS 4:6) Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos. El pueblo de Israel desechó el conocimiento de la ley de Dios, y el no conocer a Dios ni su ley produjo una sociedad llena de violencia y corrupción. Como cristianos tenemos que comprender que conocer a Dios y su palabra es lo único que nos permite vivir una vida agradable al Señor (Colosenses 1:10) para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios;

III) TERCER PECADO: FALSO ARREPENTIMIENTO (OSEAS 7:8) Efraín se ha mezclado con los demás pueblos; Efraín fue torta no volteada. El Señor sabia que en los tiempos de angustia su pueblo vendría a el arrepentido, pero lastimosamente el arrepentimiento de Israel era falso, no querían convertirse por completo al Señor, como una torta no volteada. La palabra de Dios nos declara que Dios quiere de nosotros un arrepentimiento verdadero, el verdadero arrepentimiento es el que produce la conversión en la vida de la persona (Hechos 3:19) Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio,

A PESAR DE SU INFIDELIDAD DIOS SEGUÍA AMANDO A SU PUEBLO (Oseas 2:13-14) Y la castigaré por los días en que incensaba a los baales, y se adornaba de sus zarcillos y de sus joyeles, y se iba tras sus amantes y se olvidaba de mí, dice Jehová.14 Pero he aquí que yo la atraeré y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón.  Dios tuvo que castigar muchas veces a su pueblo por su infidelidad, por su rebeldía y por su idolatría, pero eso no significaba que lo había dejado de amar. Dios usaba esos procesos de disciplina y castigo para hablar al corazón de su pueblo, para hacerles entender que él los amaba a pesar de todo. Aunque su pueblo se alejaba de Dios, él seguía siempre buscándolo y atrayéndolo hacia él, no dejaba que se perdiera a pesar de su rebeldía y su idolatría (Oseas 11:2-4) Cuanto más yo los llamaba, tanto más se alejaban de mí; a los baales sacrificaban, y a los ídolos ofrecían sahumerios.3 Yo con todo eso enseñaba a andar al mismo Efraín, tomándole de los brazos; y no conoció que yo le cuidaba. 4 Con cuerdas humanas los atraje, con cuerdas de amor; y fui para ellos como los que alzan el yugo de sobre su cerviz, y puse delante de ellos la comida.

Fuente:
Pastor Oscar Flores | El Salvador

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