Una ayuda que no es pronta cuando la necesitamos, es de poco valor. El ancla que se deja en casa no es útil para el marinero en la hora de tormenta; el dinero que el deudor solía tener, no tiene ningún valor cuando hay una demanda judicial en su contra. Muy pocos auxilios terrenales podrían ser llamados «prontos».
: usualmente están lejos cuando se les busca, se pueden utilizar con dificultad, y se alejan todavía más una vez usados. Pero en cuanto al Señor nuestro Dios, Él está disponible cuando le buscamos, disponible cuando le necesitamos, y disponible cuando ya hemos gozado de Su ayuda.
Está más que «disponible», Él está muy disponible. Más disponible de lo que puede estar el amigo más cercano, pues Él está en nosotros en nuestra tribulación; más disponible de lo que estamos nosotros para nosotros mismos, pues algunas veces carecemos de presencia de ánimo. Él está siempre disponible, eficazmente disponible, simpáticamente disponible, completamente disponible. Él está disponible ahora si esta es una estación sombría. Descansemos en Él. Él es nuestro amparo, ocultémonos en Él; Él es nuestra fortaleza, guarnezcámonos con Él; Él es nuestro auxilio, apoyémonos en Él; Él es nuestra pronta ayuda, reposemos en Él ahora. No debemos preocuparnos ni un momento, ni debemos temer ni un instante. «Jehová de los ejércitos está con nosotros; nuestro refugio es el Dios de Jacob.»