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Nuestras oraciones no quedarán sin repuesta si oramos con fe y confiamos en Dios

TEXTO: MATEO 21:21-22 Respondiendo Jesús, les dijo: De cierto os digo, que, si tuviereis fe, y no dudareis, no sólo haréis esto de la higuera, sino que si a este monte dijereis: Quítate y échate en el mar, será hecho. 22 y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis.

Este precioso texto es una garantía del Señor de que nuestras oraciones no quedarán sin respuesta si creemos en él, en su poder, y en su bondad para con nosotros, es la garantía de que nuestras oraciones serán como semillas sembradas con fe darán fruto de bendición para nuestra vida.

Entonces, si tenemos esa garantía, ¿Por qué hay tantas oraciones sin respuesta? ¿por qué hay oraciones estériles? es decir, que no dan fruto, que no tienen respuesta.

La respuesta a esa pregunta no puede estar enfocada en Dios:

  • Pues para él todo es posible (Lucas 1:37) porque nada hay imposible para Dios.
  • Su palabra tiene poder y se cumple (Isaías 55:11) así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié

Es decir que la respuesta a la pregunta de por qué muchas de nuestras oraciones son estériles tiene que ver con algunos obstáculos en nuestra vida que están estorbando la respuesta del Señor a nuestras oraciones.

Veamos por medio de la palabra de Dios cuáles son algunos de esos obstáculos que están volviendo estériles nuestras oraciones

I) PRIMER OBSTÁCULO: LA DUDA DE NUESTRO CORAZÓN (SANTIAGO 1:6-7) Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. 7 no piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor.

Tenemos que comprender que si algo vuelve estéril nuestro clamor delante del Señor es la duda de nuestro corazón, pues dudar es desconfiar de Dios, y nuestro Dios quiere que confiemos en él de todo nuestro corazón.

Vemos que se nos dice que pidamos con fe, es decir delante del Señor llegan nuestras oraciones y nuestra fe juntas, lo que activa el poder de Dios a nuestro favor es la fe que va junto con nuestra oración.

Pero si junto con nuestras oraciones lo que llega delante del Señor es la duda, nuestras oraciones se vuelven estériles y el vs 7 es claro sobre aquellos que oran con un corazón lleno de dudas: No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor.

II) SEGUNDO OBSTÁCULO: LA IMPACIENCIA (LUCAS 18:1) También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar

También hay algo muy importante que tenemos que comprender: Si estamos orando con fe, entonces tenemos que ser PACIENTES y no desmayar, pues la causa por la cual muchos de nosotros dejamos de orar y no esperamos la respuesta del Señor es nuestra IMPACIENCIA.

Muchas oraciones se convierten en oraciones estériles por NO haber esperado la respuesta del Señor, y lastimosamente tenemos que comprender que un cristiano que no está dispuesto a esperar la respuesta de Dios tiene dos obstáculos en su corazón: IMPACIENCIA Y SOBERBIA.

Un cristiano impaciente es también un cristiano soberbio, pues quiere que Dios se someta a su tiempo, quiere que Dios obre en el CRONOS (Tiempo del hombre) y no en el KAIROS (Tiempo de Dios)

Diferencia entre Cronos y Kairós: Cronos es el tiempo terrenal que se puede medir en horas, días, meses, años, pero Kairós está centrado en la perfecta voluntad de Dios, es decir que Kairós; es el tiempo perfecto de Dios, es la temporada de la visitación de Dios a nuestra vida.

Nuestra oración tiene que ser acompañada con fe y paciencia esperando la respuesta del Señor en el momento perfecto de Dios para nuestra vida (Salmo 40:1) Pacientemente esperé a Jehová, Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor.

III) TERCER OBSTÁCULO: FALTA DE ARREPENTIMIENTO (ISAÍAS 59:1-2) He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado su oído para oír; 2 pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír.

Tal como lo dice el versículo, si nuestras oraciones no tienen respuesta no es porque Dios no tenga el poder para hacer lo que le estamos pidiendo, sino que nuestro pecado está siendo un obstáculo entre el poder de Dios y nuestra vida.

Pero si el Señor ha perdonado todos nuestros pecados desde el momento que lo confesamos como Señor y salvador de nuestra vida ¿Cuáles pecados son lo que nos están afectando?

Todos nuestros pecados han sido cancelados por el sacrificio de nuestro Señor Jesucristo en la cruz del calvario, los únicos pecados que pueden estar “activos” aún en nuestra vida son aquellos que no hemos querido confesar, es decir, pecados ocultos, pecados de los cuales no hemos tenido un arrepentimiento sincero delante de nuestro Dios.

Esos pecados no confesados, es decir, los pecados que estamos tratando de ocultar, son los que están sirviendo de estorbo y hacen que nuestras oraciones no tengan respuesta de parte de nuestro Dios.

IV) MALTRATO EN LA FAMILIA (1 PEDRO 3:7) Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo.

Podemos ver que claramente se nos dice que nuestras oraciones pueden ser estorbadas cuando no damos honor, es decir cuando deshonramos, cuando maltratamos, cuando humillamos a nuestra esposa.

Pero, aunque este texto está específicamente enfocado en el maltrato del esposo a su esposa, podemos aplicarlo también a todo tipo de maltrato en la familia, donde hay faltas de respeto, donde hay violencia y menosprecio en el hogar.

Muchas veces no nos damos cuenta que a Dios no le agrada que en la misma casa donde oramos, en la misma casa donde clamamos por un milagro, también haya violencia, maltrato y humillaciones.

CONCLUSIÓN: Hemos podido ver algunos de los obstáculos que pueden estar afectando nuestras oraciones y volviéndolas estériles, si reconocemos estos obstáculos en nuestra vida tenemos que corregirlos, tenemos que quitarlos de nuestro corazón, para que podamos recibir la respuesta que tanto anhelamos en nuestra vida.

Fuente:
Pastor Oscar Flores | El Salvador

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