«Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.» Filipenses 4:13
Este versículo es mi versículo de vida. No importa lo que venga a mi vida tengo la confianza que con Cristo soy victorioso en todo. Cristo me da la fortaleza para superar cualquier prueba que pueda venir a mi vida. Viviendo en estos días necesitamos este tipo de seguridad y certeza. Dios nunca nos dejará solos y Él siempre estará con nosotros en los momentos más difíciles de nuestras vidas.
«Dios es nuestro amparo y fortaleza, y nuestro pronto auxilio en la tribulaciones.» Salmos 46:1
«Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme? Salmos 27:1
El Espíritu Santo es lo que está obrando en nosotros. Esa obra empezó cuando aceptamos a Cristo como Señor y Salvador de nuestras vidas. La obra del Espíritu Santo en nosotros es de crear en nosotros un carácter parecido al de Cristo. Cristo fue perfecto en todo cuando estuvo en este mundo y cuando Cristo está en nosotros podemos siempre vencer venga lo que venga.
Una anécdota de su libro «Knight’s Master Book of Illustrations,» Walter Knight habló sobre los acontecimientos que surgieron en 1937 mientras se construyó el gran puente Golden Gate. Su costo fue de $77 millones y se construyó en dos etapas. La primera etapa avanzó lentamente, pero la segunda fue con más rapidez. Durante la construcción en la primera etapa 23 hombres cayeron y murieron. El trabajo se detuvo porque el temor paralizó a los obreros, al mirar con impotencia como sus compañeros caían de la estructura al agua que era una muerte segura. Por fin una persona ingeniosa pensó: «Tiene que haber una red.» Así que a costo de $100,000 dólares construyeron la red más grande que jamás se había visto y la colgaron debajo de los obreros. Cuando empezó la fase dos, diez hombres se salvaron cuando cayeron sobre la red. Este objeto de seguridad causó confianza en los trabajadores y el trabajo pudo progresar un veinticinco por ciento más rápido hasta que se terminó.
Igualmente, cuando estamos en Cristo Jesús, Él es nuestra red de seguridad. No importan los obstáculos o peligros que enfrentemos durante nuestra vida, con Él siempre estaremos seguros y firmes porque Jesucristo es nuestra seguridad y fortaleza.
Cuando Cristo está nosotros:
–Siempre podemos ir a Él.
–Siempre somos guiados por Él.
–Siempre podemos hablar con Él.
–Siempre somos más que vencedores por medio de Él.
«¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero. Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.» Romanos 8:35-39