Nuestro sistema económico está en riesgo tanto interna como externamente debido a que nos hemos alejado de la visión de Dios. Creer que podemos tener éxito sin los fundamentos que Dios nos ha dado es un error, y nos arriesgamos a fracasar debido a nuestra visión humana y egocéntrica.
Para superar nuestra situación actual, nuestra Nación necesita la unidad de sus líderes, integrando una visión cristiana y nacionalista que abarque la Iglesia, el Estado, los políticos, el sistema económico y la familia.
En la República Dominicana, los cristianos enfrentamos dificultades que podemos resolver con estrategias que estén a la altura de los nuevos tiempos. Necesitamos un plan de trabajo colectivo para toda la sociedad, basado en la visión de Dios, Patria y Libertad. Ser cristianos significa que somos hijos de un Dios de orden, que ha diseñado la vida, el alma, el amor, la eternidad, y los recursos materiales.
No vivir según los preceptos de Dios, como establece la Biblia, nos lleva a sufrir las tribulaciones que nos alejan de la verdadera fe. Esto puede causar grandes turbulencias en nuestra Nación. Pero vivir conforme a los preceptos de Dios nos da una fuerza inquebrantable que ninguna turbulencia puede derrotar, ya sea en ochenta años, cien años, o incluso ochocientos años. «Todo lo podemos en Cristo que nos fortalece.» Filipenses 4:13.