GALATAS 6-7- Existen dos maneras de ser engañados: la primera es creer lo que no es verdad y la otra es negarse a creer o aceptar lo que, si es verdad, y lamentablemente en muchas familias cristianas estas dos formas de estar engañado son una realidad en su diario vivir.
Y esto es porque muchas veces como familia creemos las mentiras del mundo, y no queremos aceptar las verdades que están en la palabra de Dios.
Pero la palabra de Dios es clara, aunque nosotros estemos engañados nuestro Dios no puede ser burlado, siempre la palabra de nuestro Dios prevalecerá por sobre los engaños del mundo y de satanás.
Este día reflexionaremos en esos engaños en los cuales muchas familias cristianas estamos cayendo y los confrontaremos con la verdad de la palabra de nuestro Dios.
Veamos algunos de esos engaños:EL ENGAÑO DE CREER QUE PODEMOS SER UNA FAMILIA CRISTIANA SIN CONGREGARNOS, NI ORAR, NI LEER LA BIBLIA.
En la actualidad muchas familias se llaman cristianas, pero su condición espiritual nos hace llegar a la conclusión que de cristianos no tienen absolutamente nada, aparte del nombre (Apocalipsis 3:1)
Tenemos que comprender que ser cristianos significa reflejar a Cristo en nuestro estilo de vida, de hecho, los discípulos del Señor no se llamaron cristianos a sí mismo, sino que las personas los llamaron cristianos a ellos porque podían ver que su vida reflejaba las enseñanzas de Cristo (Hechos 11.26)
Pero¿cómo nuestra familia puede reflejar a Cristo si no tenemos comunión con el Señor?
La palabra de Dios es clara y nos manda que nosotros debemos:
Congregarnos constantemente (hebreos 10:25)
Orar en todo lugar (1 Timoteo 2:8) El primer lugar donde debemos orar es en nuestra casa con nuestra familia.
Leer la palabra de Dios siempre (Josué 1:8)EL ENGAÑO DE CREER QUE NUESTROS HIJOS E HIJAS VAN A CAMBIAR DE ACTITUD SOLAMENTE CAMBIANDO SU ENTORNO
Muchos padres de familia cometemos el error de pensar que la rebeldía, las malas actitudes, las malas amistades, y los vicios de nuestros hijos van a ser transformadas solamente con cambiarlos de entorno externo, es decir cambiándolos de colegio o de escuela a una que tenga el nombre de cristiana, matriculándolos en instituciones de disciplina más férrea, etc.
Pero el problema es que estamos olvidando dos verdades muy importantes que nos declara la palabra de Dios:
De poco o nada sirve preocuparnos por mejorar el entorno exterior si no nos ocupamos de lo que verdaderamente está contaminado: El corazón (Mateo 23:25-26) de que sirve un colegio cristiano si el inconverso es nuestro hijo.
Los primeros que tenemos que involucrarnos en la vida de nuestros hijos para aconsejarlos, para disciplinarnos, para corregirlos, para predicarles las buenas nuevas, no son los maestros, ni los colegios o escuelas, ni las universidades, sino que nosotros los padres (Proverbios 22:6)
Cada uno de nosotros como padres tenemos la responsabilidad de confrontar a nuestros hijos con el evangelio de nuestro Señor Jesucristo, lamentablemente muchos padres han castigado a sus hijos, han golpeado a sus hijos, los han llevado a centros de rehabilitación, los han llevado a centros correccionales, pero nunca los han conducido a los brazos de su Salvador por medio del evangelio, ¡pero HOY ES EL DIA HACERLO!
EL ENGAÑO DE CREER QUE PODEMOS SER CRISTIANOS, PERO VIVIENDO COMO MUNDANOS.
Muchas familias cristianas lamentablemente estamos viviendo solamente un cristianismo de iglesia, nos comportamos como cristianos en la iglesia, pero fuera de la iglesia vivimos como inconversos y creemos que eso no nos afectara en nuestra vida espiritual, pero estamos equivocados.
Tenemos que ver el ejemplo de Lot, él y su familia no llegó a vivir a Sodoma de una sola vez, sino que fue poniendo sus tiendas poco a poco hasta llegar a vivir ahí en Sodoma(Genesis 13:11-13)
Igualmente volvernos una familia mundana es un proceso, en el cual poco a poco nos vamos alejando del Señor y nos vamos acercando cada vez más al mundo y nos vamos enfriando espiritualmente hasta volvernos tibios (Apocalipsis 3:15-16)
La palabra de Dios nos declara que los hijos de Dios que quieren ser amigos del mundo se constituyen enemigos de Dios (Santiago 4:4)EL ENGAÑO DE CREER QUE SIEMPRE TENDREMOS TIEMPO, QUE SIEMPRE TENDREMOS UN MAÑANA.
Cuantas familias vivimos engañadas pensando que siempre habrá tiempo para todo, que siempre habrá un mañana para hacer lo que no pudimos o no quisimos hacer hoy.
Pensamos que mañana habrá tiempo para visitar a nuestros padres, para llamar a nuestros hijos, para pedir perdón a nuestra esposa, para salir y compartir en familia, pero la palabra de Dios nos declara una verdad muy importante (Proverbios 27:1) No podemos jactarnos del día de mañana.
La palabra de Dios nos declara que nuestra vida es como la niebla, que ahora estamos y mañana posiblemente ya no estemos (Santiago 4;13-14)
¿Qué tenemos que hacer? APROVECHAR BIEN EL TIEMPO (Efesios 5:16)