¡Qué valiosos consejos nos deja David en este Salmo! No importa lo que otros puedan hacer o planear contra nosotros, no permitamos que el pecado nos separe de Dios. Mientras el enojo nos separa, el ofrecer sacrificios nos acerca a Él. ¿Podemos sentirnos molestos? Claro, Dios nos creó con emociones, el detalle está en no dejarnos dominar por ellas y mucho menos por el enojo, quien debe dominarnos es Dios. ¿Cómo lograrlo? No responder en momentos así puede ayudarnos, pues cuando estamos muy enojados decimos y hacemos cosas de las cuales, cuando vuelva la serenidad y vemos las cosas de manera más objetiva, nos arrepentiremos.
David nos aconseja guardar nuestros labios y meditar en lo sucedido. Oremos, leamos la Biblia para lograr poner todo en la perspectiva correcta, la de Dios. Entonces agradaremos al Señor al querer obedecerle y actuar conforme a Sus lineamientos. No pequen al dejar que el enojo los controle,reflexionen durante la noche y quédense en silencio interludio. SALMO 4-4-
Oración
Señor, gracias por las emociones con las que me creaste, las rindo ante Ti esta mañana para que ninguna me domine, en especial el enojo, pues mi deseo es agradarte. Te ruego que me ayudes a no reaccionar contra lo que otros puedan hacerme, ayúdame a dejar el enojo para acercarme a Ti y ver las cosas desde la perspectiva correcta, no la mía, sino la Tuya; solo así, podré actuar correctamente para Tu gloria, en el Nombre de Jesús. ¡Amén!