Este tema ha sido traído de parte de Dios a mi corazón, por el hecho de encontrar en este tiempo acontecimientos lamentables que se dan en el cuerpo de Cristo, como ya hemos hablado en otras reflexiones muchos se han perdido tras las olas y vientos de dotrina que, por la astucia de los hombres y por las artimañas engañosas del error, muchos niños espirituales, son llevados de un lugar a otro sin encontrar realmente una estabilidad para su vida cristiana, más aún, por esta mala formación, terminan tomando el Evangelio del Señor Jesucristo como un juego, dejando de darle la seriedad y solemnidad que realmente merece nuestroSeñor y Salvador. Dentro de las cosas que se toman a juego y que competen al Evangelio, por ejemplo, tenemos la unción, que como dijo un cantante, “la tengo, pero no la entiendo”, pero cabe preguntarnos ¿Qué es unción? Según el diccionario BDB definitions es mishjah (H4888) y significa: porción consagrada, aceite de unción, porción, ungüento, porción de unción (ungüento usado para consagrar por unción) y viene de la raíz hebrea mashaj (H4886) frotar con aceite, ungir; por implicación consagrar, etc. En el Antiguo Testamento según nos relata la Escritura, se ungía a los sacerdotes (Levítico Cap. 8), los profetas (1 Reyes 19:15-18) y los reyes (Saúl, 1 Samuel 10:1; David, 1 Samuel Cap. 16; Salomón, 1 Reyes 1:39; etc.); entendemos de aquí, que la unción es una habilitación para ejercer un ministerio asignado.
En el Nuevo Testamento, se mueve una Nueva Unción, la unción del Espíritu Santo, Juan el bautista dijo: Yo a la verdad os bautizo con agua para arrepentimiento, pero el que viene detrás de mí es más poderoso que yo, a quien no soy digno de quitarle las sandalias; Él os bautizará con el Espíritu Santo y con fuego. El bieldo está en su mano y limpiará completamente su era; y recogerá su trigo en el granero, pero quemará la paja en fuego inextinguible (Mateo 3:11-12). Esto fue profetizado por el profeta Joel, quien dijo: Y sucederá que después de esto, derramaré mi Espíritu sobre toda carne; y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán, vuestros ancianos soñarán sueños, vuestros jóvenes verán visiones. Y aun sobre los siervos y las siervas derramaré mi Espíritu en esos días… (Joel 2:28-32). Esto nos hace referencia a lo dicho por el salmista: ¡He aquí, cuán bueno y cuán agradable es que los hermanos habiten juntos en armonía! Es como el buen aceite sobre la cabeza, el cual desciende sobre la barba, la barba de Aarón y baja hasta el borde de sus vestiduras. Es como el rocío del Hermón que desciende sobre los montes de Sion; porque allá enviará Jehovah bendición y vida eterna (Salmos 133:1-3 RVA). Todo esto nos lleva al entendimiento de que la unción está sobre cada uno de los creyentes en Jesucristo, ya que el apóstol Pedro dijo: Pero vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido para posesión de Dios, a fin de que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; pues vosotros en otro tiempo no erais pueblo, pero ahora sois el pueblo de Dios; no habíais recibido misericordia, pero ahora habéis recibido misericordia. Amados, os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de las pasiones carnales que combaten contra el alma. Mantened entre los gentiles una conducta irreprochable, a fin de que en aquello que os calumnian como malhechores, ellos, por razón de vuestras buenas obras, al considerarlas, glorifiquen a Dios en el día de la visitación (1 Pedro 2:9-12).
Hoy debemos preguntarnos ¿Ya hemos llegado a obtener el nivel de unción que necesitamos para la obra del ministerio? Recordemos que la unción es una habilitación para llevar a cabo el ministerio que Dios nos ha designado, dice la Biblia: Y en cuanto a vosotros, la unción que recibisteis de Él permanece en vosotros y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; pero, así como su unción os enseña acerca de todas las cosas y es verdadera y no mentira y así como os ha enseñado, permanecéis en Él. Y ahora, hijos, permaneced en Él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza y no nos apartemos de Él avergonzados en su venida. Si sabéis que Él es justo, sabéis también que todo el que hace justicia es nacido de Él (1 Juan 2:27-29). Para no jugar con la unción que Dios ha puesto sobre nosotros, es necesario permanecer en el Señor como lo acabamos de leer; un hombre llamado Saúl, fue tomado de la casa de Sis y ungido para ser rey sobre Israel, pero apartándose del Señor hizo lo malo y fue desechado por esto, dice el Escrito: Entonces vino la palabra del Señor a Samuel, diciendo: Me pesa haber hecho rey a Saúl, porque ha dejado de seguirme y no ha cumplido mis mandamientos… (1 Samuel 15:10-11). Había un problema en el corazón de este hombre y lo podemos ver en las palabras de Samuel: ¿No es verdad que, aunque eras pequeño a tus propios ojos, fuiste nombrado jefe de las tribus de Israel y el Señor te ungió rey sobre Israel? (1 Samuel 15:17); Saul tenía un profundo problema de identidad, el cual no le permitió acercarse y ver al Señor como su Padre; esto no solamente pasó en la vida de este hombre, sino que muchos de los que hoy se acercan al Señor y le toman por Padre, no logran acercarse a Él, dado que fueron marcados por el mundo con golpes, cicatrices, traumas, etc. Por lo cual, algunos pensando que hacen el bien, están obrando mal, ya que la falta de identidad, trae como consecuencia la rebeldía y la desobediencia, motivo por el cual, mucho serán desechados y echados al fuego eterno, ya que como a Saul, les será quitado el reino.
Otro ejemplo de jugar con la unción, lo encontramos en un hombre llamado Sansón, que fue escogido desde el vientre de su madre para liberar al pueblo del asedio de los filisteos, Sansón contaba con una fuerza extraordinaria cuando el Espíritu venía sobre él. Sansón significa, luz del sol, semejante al sol, entre otros. Sansón tomó en poco el llamado que el Señor le había dado y las instrucciones que desde el vientre, el Señor dio a sus padres, por ejemplo, mató a un león y de regreso por el camino lo encontró muerto, no solo estaba prohibido para él acercarse a un muerto, pues era nazareo desde el nacimiento, sino que comió de las entrañas del león la miel que encontró en el cadáver; el significado del nombre nos hace referencia a la vida en el reino de la luz, ya que fuimos atraídos del reino de las tinieblas al reino de la luz admirable de Cristo (Colosenses 1:13), como hijos de la luz, no podemos comportarnos como insensatos, Sansón mató al león pero no comentó nada a sus padres, lo que nos lleva a ver la situación de muchos en el reino de Dios, que se creen auto suficientes en sus propias fuerzas y aunque el Señor tiene misericordia de ellos, pues como Sansón reciben al Espíritu Santo para ayudarles, viven de manera oculta en todo lo que hacen, estos muchas veces no reconocen a las autoridades y quieren actuar por su propia cuenta. Bien dijo el Señor, deja que los muertos entierren a sus muertos (Lucas 9:59-60), Sansón se acercó a un muerto y comió la miel (revelación), no una revelación dada por Dios, sino una que provenía de la sabiduría animal y aun diabólica (Santiago 3:15), que tiempo después cobraría su factura en él y es que a veces pensamos que lo que hacemos no va a tener consecuencia, pero dice la Biblia: No os dejéis engañar, de Dios nadie se burla; pues todo lo que el hombre siembre, eso también segará (Gálatas 6:7).
El engaño es una de las cosas que nos llevan a la destrucción y nos hace jugar con la unción que Dios ha puesto en nosotros, Sansón jugo no una ni dos veces con lo que Dios le otorgó, se unió por último a una mujer llamada Dalila, que jugó con él como el gato con el ratón, hasta que lo entregó en manos de sus enemigos, Sansón creyó que toda la vida habría de salir victorioso de estos juegos de muerte, hasta que como dice la Escritura: Dalila dijo: ¡Sansón, los filisteos se te echan encima! Y él despertó de su sueño y dijo: Saldré como las otras veces y escaparé. Pero no sabía que el Señor se había apartado de él. Los filisteos lo prendieron y le sacaron los ojos; y llevándolo a Gaza, lo ataron con cadenas de bronce y lo pusieron a girar el molino en la prisión (Jueces 16:20-21).
Concluimos esta reflexión, considerando que el mundo quiere que tomemos un camino incorrecto,como lo hizo Sansón, ya que esto solamente nos llevará a la destrucción. Reflexionemos en lo que dice la Palabra: Hijo mío, no te olvides de mi enseñanza y tu corazón guarde mis mandamientos, porque largura de días y años de vida y paz te añadirán. La misericordia y la verdad nunca se aparten de ti; átalas a tu cuello, escríbelas en la tabla de tu corazón. Así hallarás favor y buena estimación ante los ojos de Dios y de los hombres. Confía en el Señor con todo tu corazón y no te apoyes en tu propio entendimiento (Proverbios 3:1-5).