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No Dañemos el Cuerpo de Cristo, Cuidemos la Iglesia que Él Cabecea

TEXTO: 1 Corintios 12:27 Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular.

Efesios 5:23 porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador.f

Estos versículos nos muestran una verdad teológica y espiritual muy importante: La iglesia no es solo un edificio ni un grupo de personas, sino el Cuerpo de Cristo en la tierra.

La iglesia, formada por todos los cristianos, es el cuerpo visible de Cristo en la tierra, independientemente de la denominación de la cual formamos parte todos los cristianos somos UN SOLO CUERPO.

En la palabra de Dios podemos leer todo LO QUE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO SUFRIÓ EN SU CUERPO por causa de nosotros para salvarnos:

Mateo 26:67 Entonces le escupieron en el rostro, y le dieron de puñetazos, y otros le abofeteaban, 68 diciendo: Profetízanos, Cristo, quién es el que te golpeó.

Juan 19:1-3 Así que, entonces tomó Pilato a Jesús, y le azotó. 2 Y los soldados entretejieron una corona de espinas, y la pusieron sobre su cabeza, y le vistieron con un manto de púrpura; 3 y le decían: ¡Salve, Rey de los judíos! y le daban de bofetadas.

Mateo 27:29-30 y pusieron sobre su cabeza una corona tejida de espinas, y una caña en su mano derecha; e hincando la rodilla delante de él, le escarnecían, diciendo: ¡Salve, Rey de los judíos! 30 Y escupiéndole, tomaban la caña y le golpeaban en la cabeza.

Seguramente a todos nosotros nos duele al pensar en todo lo que nuestro Señor Jesucristo tuvo que sufrir por nuestra causa, pero lastimosamente MUCHOS DE NOSOTROS SEGUIMOS DAÑANDO EL CUERPO DEL SEÑOR, LO SEGUIMOS GOLPEANDO, LO SEGUIMOS HIRIENDO.

¿DE QUÉ MANERA DAÑAMOS EL CUERPO DE CRISTO? VEAMOS LO QUE NOS ENSEÑA LA PALABRA DE DIOS

I) MUCHAS VECES DAÑAMOS EL CUERPO DE CRISTO PARA CON LOS DE AFUERA
(COLOSENSES 4:5) Andad sabiamente para con los de afuera, redimiendo el tiempo.

Los de afuera se refiere a todas aquellas personas que no han tenido un encuentro personal con el Señor, que no se congregan o que quizás nunca han visitado una iglesia cristiana, es decir, todos los que aún no van por el camino de Dios.

Dentro de “Los de afuera” posiblemente podrían estar nuestros familiares, nuestros vecinos, nuestros compañeros de trabajo, nuestros compañeros de estudio, etc.

Pero lastimosamente NOSOTROS MISMOS muchas veces con nuestras acciones y actitudes dañamos el cuerpo del Señor delante de ellos, es como si nosotros mismos golpearemos al Señor, como si lo humillamos delante de todos, como si nos burlaramos de él delante del mundo, ¿DE QUÉ FORMA LO HACEMOS?

CON NUESTRO MAL TESTIMONIO (Proverbios 25:26) Como fuente turbia y manantial corrompido, Es el justo que cae delante del impío

Este versículo nos permite comprender que cuando un creyente, que debería reflejar la luz y santidad de Cristo, cae en pecado o muestra un mal testimonio delante de los incrédulos, contamina la imagen del evangelio.

Esto significa que cuando un miembro del cuerpo de Cristo falla y da un mal testimonio, NO SOLO SE AFECTA A SÍ MISMO, SINO QUE AFECTA A TODO EL CUERPO, ya que la iglesia queda señalada y cuestionada.

Como lo dice el versículo, lo que tendría que ser un “MANANTIAL DE AGUA VIVA” para el mundo, se ve como una “FUENTE CORROMPIDA”.

Esto mismo es lo que el apóstol Pablo advertía a la iglesia en (Romanos 2:24) Porque como está escrito: el nombre de Dios es blasfemado entre los gentiles por causa de vosotros.

Es por eso que la palabra de Dios nos hace un llamado a cada uno de nosotros que formamos el cuerpo de Cristo (Mateo 5:16) Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.

CON LOS CHISMES Y LAS CRÍTICAS QUE HACEMOS CON LOS DE AFUERA EN CONTRA DE NUESTROS PROPIOS HERMANOS (Gálatas 5:14-15) Porque toda la ley en esta sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 15 Pero si os mordéis y os coméis unos a otros, mirad que también no os consumáis unos a otros.

El apóstol Pablo nos dice que todo se resume en el amor, pero cuando en lugar de amar, criticamos y murmuramos de nuestros hermanos, estamos quebrando este mandamiento tan importante.

En estos versículos el apóstol usa palabras como “morder” y “comer”, las cuales nos dan la imágen de animales devorándose, y cuando nosotros hablamos mal de un hermano, de un pastor, de un servidor, etc en realidad ESTAMOS ATACANDO Y LASTIMANDO AL MISMO CUERPO al que pertenecemos.

Tenemos que saber que cada palabra que decimos tiene el poder de edificar o destruir (Proverbios 18:21) La muerte y la vida están en poder de la lengua, Y el que la ama comerá de sus frutos.

EL RESULTADO DE MORDERNOS Y COMERNOS DELANTE DE LOS DE AFUERA CON CHISMES Y CRÍTICAS es que damos la imagen de una iglesia débil, herida, menospreciada, que pierde su testimonio y su atractivo frente a los de afuera.

II) MUCHAS VECES TAMBIÉN DAÑAMOS EL CUERPO DE CRISTO DESDE ADENTRO
(1 CORINTIOS 1:10-11) Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer. 11 Porque he sido informado acerca de vosotros, hermanos míos, por los de Cloé, que hay entre vosotros contiendas.

DAÑAMOS EL CUERPO DE CRISTO CUANDO PROVOCAMOS DIVISIONES Y CONTIENDAS ENTRE HERMANOS.(2 Corintios 12:20) Pues me temo que cuando llegue, no os halle tales como quiero, y yo sea hallado de vosotros cual no queréis; que haya entre vosotros contiendas, envidias, iras, divisiones, maledicencias, murmuraciones, soberbias, desórdenes;

En este versículo el apóstol Pablo hace un listado de todo lo que él estaba seguro que iba a encontrar en la iglesia de Corinto: CONTIENDAS, ENVIDIAS, IRAS, DIVISIONES, MALEDICENCIAS, MURMURACIONES, SOBERBIAS Y DESÓRDENES.

Lastimosamente todas esas actitudes negativas son las mismas que podemos encontrar en la iglesia de hoy, actitudes que dañan directamente el cuerpo de Cristo.

Son actitudes que dañan la iglesia porque van en contra del anhelo del Señor para su iglesia: (Juan 17:23) Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado.

Todas esas actitudes negativas AFECTAN EL AVANCE DE LA OBRA DE DIOS EN ESTE MUNDO pues cuando hay división, cuando hay contienda, cuando hay soberbias hay ESTANCAMIENTO pues no se puede avanzar sin estar de acuerdo, sin estar en armonia (Amos 3:3) ¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo?.

Como cristianos debemos procurar ser agentes de paz, de unidad, de armonia, como nos lo dice la palabra de Dios (Romanos 12:18) Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres.

CONCLUSIÓN: Hermanos, Cristo ya sufrió en Su cuerpo por nosotros… ¿cómo podríamos seguir nosotros hiriéndose con nuestras palabras, actitudes y divisiones? No podemos seguir escupiendo al cuerpo de Cristo con chismes ni golpeándolo con mal testimonio. Si realmente amamos a Jesús, debemos cuidar lo que Él llama Su cuerpo: la Iglesia. Hoy el llamado no es a señalar, sino a sanar. No a dividir, sino a unir. No a murmurar, sino a edificar. Porque hablar mal de un hermano es hablar mal de Cristo mismo.

Fuente:
PASTOR OSCAR FLORES | EL SALVADOR

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