Desde los tiempos más antiguos ha existido la murmuración, 37 veces aparece la palabra en la Biblia, chisme aparece 5 veces, se hace mención a la mentira 145 veces y 57 veces se mencionan a los falsos testigos, en fin todas estas cosas están relacionadas.
Dios nos dio dos orejas y una sola boca para que hablemos la mitad de lo que somos capaces de escuchar pero nosotros parece que lo hemos entendido al revés, en la mayoría de los casos no somos nada buenos para escuchar y hablamos más de lo que debemos. Es por esta causa que erramos con tanta frecuencia y lejos de alcanzar bendiciones, nos enrolamos en una secuencia de situaciones que nos complican la vida y de esta manera perdemos credibilidad no sólo como cristianos, también como personas.
Existe un juego que se llama “La teoría del rumor” las personas hacen un coro y el primero dice al oído un mensaje al de el lado. Así se va pasando el mensaje en secreto en cadena. Cuando el mensaje llega a la última persona, esta lo tiene que decir en voz alta y lo interesante es que no se parece en nada a lo que se envió.
Santiago 3.6 nos dice “Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno”
En la vida nuestra también sucede así, cuando echamos a rodar un rumor, todos van poniéndole un poco de su cosecha hasta que de la verdad inicial no queda nada y esto es muy peligroso, con un rumor rara vez se bendice una vida, lo usual es que se destruya.
No nos hagamos partícipes de Satanás, él está buscando aliados siempre porque se está quedando solo. Que tu lengua y tu oído sean aliados de Jesús “Hermanos, no murmuréis los unos de los otros. El que murmura del hermano y juzga a su hermano, murmura de la ley y juzga a la ley; pero si tú juzgas a la ley, no eres hacedor de la ley, sino juez” Santiago 4.11
Cuidado “Jueces”, algún día serán juzgados.