El presente mensaje “Momentos Cuando Ya No Aguantas Más” lo he escrito desde el fondo de mi corazón por las acusaciones recibidas por hermanos, que en lugar de brindarnos un consuelo en nuestro dolor, simplemente nos acusan de falta de fe, o que no nos declaramos sanos o victoriosos de la dificultad por la que estamos pasando. Este es un estudio de los diferentes personajes de la Biblia que pasaron momentos difíciles, incluyendo a nuestro propio Señor Jesucristo, y cual es el propósito de Dios por lo que tenemos que pasarlos.
Mucha gente nos critica de no tener fe, especialmente cuando le confiamos nuestros momentos más dolorosos, cuando sentimos que ya podemos más.
Es triste cuando las personas a quien les confiamos nuestras luchas internas nos acusan de falta de fe. Estas personas nos salen con cosas como: ¡Declárese vencedor en el nombre de Cristo y usted se sanará¡¡. Para mi es triste porque muchas veces estamos luchando con todo el arsenal que la Palabra de Dios nos ha dado. Pero nuestro problema continúa, hay veces que por años.
La gente tiende a usar frases trilladas de versículos de la Biblia, creyendo que al hacerlo todo cambiará, pero no han entendido que el propósito de Dios para nuestras vidas son otros. Él nos está forjando nuestro carácter, Él quiere que pasemos por estas dificultades porque quiere saber de que estamos hechos.
Angustia, cuando ya no aguantas mas, dolor, angustia, sufrimiento
Que felicidad fuera que todo lo le pidiéramos al Señor, Él nos lo concediera. Pero tristemente no es así. Si así fuera como sería nuestra fe, sería por vista no por fe.
Pero veamos que dice el apóstol Pedro:
En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo. 1 P 1:6-7
A continuación veremos algunos versículos de la Biblia de grandes personajes de fe que pasaron momentos de gran tormento y que sus oraciones no fueron contestadas de inmediato, y aun otros nunca recibieron su milagro y murieron en enfermedad. Como es el caso de Eliseo:
Estaba Eliseo enfermo de la enfermedad de que murió. Y descendió a él Joás rey de Israel, y llorando delante de él, dijo: ¡Padre mío, padre mío, carro de Israel y su gente de a caballo! Y murió Eliseo, y lo sepultaron. Entrado el año, vinieron bandas armadas de moabitas a la tierra. 2 R 13:14,20
Después partieron del monte de Hor, camino del Mar Rojo, para rodear la tierra de Edom; y se desanimó el pueblo por el camino. Y habló el pueblo contra Dios y contra Moisés: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para que muramos en este desierto? Pues no hay pan ni agua, y nuestra alma tiene fastidio de este pan tan liviano. Números 21:4-5
Veamos que dice el comentario JFB
- 4. Abatiéndose el ánimo del pueblo por el camino—Desaliento al hallarse tan cerca de los confines de la tierra prometida, sin poder entrar allí, enojo por la negación del permiso para pasar por la tierra de Edom, y por la ausencia de alguna interposición divina a su favor, y sobre todo, por la necesidad de retroceder por una ruta larga y tortuosa a través de las partes peores de un desierto arenoso, y por el temor de ser arrojados entre las dificultades nuevas y desconocidas—todo esto produjo una profunda depresión de los espíritus, la cual fue seguida, como de costumbre, por un estallido vergonzoso de murmuraciones por la escasez de agua y de expresiones de disgusto por el maná.
El pueblo de Dios está renegando de un viaje tan largo y difícil y sin tener lo que ellos esperaron que tendrían, un cambio de vida instantáneo, creyeron que al salir de Egipto su vida iba a cambiar de la noche a la mañana. Así como muchos que llegan al evangelio y esperan un cambio de vida instantáneo.
Vv. 4-9.Los hijos de Israel estaban agotados por la larga marcha rodeando la tierra de Edom. Hablan descontentos de lo que Dios había hecho por ellos y desconfiando de lo que Él haría. ¿Con qué se le agradará, quién no estaría contento con el maná? Que el desprecio de algunos por la palabra de Dios, no nos haga valorarla menos. Es el pan de vida, el pan esencial que nutre a los que por fe se alimentan de él para vida eterna, aunque alguien lo llame pan liviano.
Así estamos muchos de nosotros descontentos con lo que Dios ha hecho en nuestras vidas. Otros creen que a Dios se le puede ordenar para que cumpla todos nuestros deseos. Como sabemos el pueblo de Dios tuvo que caminar por el desierto 40 años, ¿cuánto estamos dispuestos nosotros a caminar para que Dios nos conteste nuestras peticiones?
Veamos lo que dice el gran apóstol Pablo:
A fin de que nadie se inquiete por estas tribulaciones; porque vosotros mismos sabéis que para esto estamos puestos. Porque también estando con vosotros, os predecíamos que íbamos a pasar tribulaciones, como ha acontecido y sabéis. Por lo cual también yo, no pudiendo soportar más, envié para informarme de vuestra fe, no sea que os hubiese tentado el tentador, y que nuestro trabajo resultase en vano. Mas el mismo Dios y Padre nuestro, y nuestro Señor Jesucristo, dirija nuestro camino a vosotros. Y el Señor os haga crecer y abundar en amor unos para con otros y para con todos, como también lo hacemos nosotros para con vosotros, para que sean afirmados vuestros corazones, irreprensibles en santidad delante de Dios nuestro Padre, en la venida de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos. 1 Tesalonicenses 3:3-5,11-13
Este es el propósito de Dios, hacernos crecer y abundar en amor unos para con los otros…y afirme nuestros corazones.
Y esto mismo os escribí, para que cuando llegue no tenga tristeza de parte de aquellos de quienes me debiera gozar; confiando en vosotros todos que mi gozo es el de todos vosotros. Porque por la mucha tribulación y angustia del corazón os escribí con muchas lágrimas, no para que fueseis contristados, sino para que supieseis cuán grande es el amor que os tengo. 2 Co. 2:3-4
Dice por la mucha tribulación y angustia del corazón. No dice por la mucha felicidad que me embargaba.
Os escribí mi carta (v. 4) por la mucha aflicción y angustia del corazón, con muchas lágrimas”. No para que fueseis contristados—Mi propósito principal y final fue, “no que fueseis contristados”, sino para que por medio de la tristeza fueseis llevados al arrepentimiento, y así al gozo, que redundará tanto para vosotros como para mí.
Hay un propósito bien definido en el sufrimiento de Pablo. Pues el mismo propósito de debe de haber en nosotros, ser llevados al arrepentimiento
Debemos de aprender a distinguir cual es el propósito de Dios para nuestro sufrimiento:
Por lo cual pido que no desmayéis a causa de mis tribulaciones por vosotros, las cuales son vuestra gloria. Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra, para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu. Efesios 3:13-16
Tribulaciones siempre vamos a tener, pero dice Pablo que dobla rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo…
Dice: fortalecidos conforme a las riquezas de su gloria por medio del Espíritu Santo.
- 13. “Os pido que no os desmayéis”. a causa de mis tribulaciones por vosotros—a vuestro favor. Las cuales son vuestra gloria—Porque ellas demuestran que Dios os amó tanto, que dio a su Hijo por vosotros, permitió que sus apóstoles sufrieran “tribulaciones” por vosotros.
No debemos de desmayar.
No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe. Gálatas 6:9-10
Todos somos muy proclives a cansarnos del deber, particularmente de hacer el bien. Debemos velar con gran cuidado y guardarnos al respecto. La recompensa se promete sólo a la perseverancia en hacer el bien.
Debemos de tratar de ser semejantes a Cristo Jesús.
A fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte. Filipenses 3:10
- 10. A fin de conocerle—experimentalmente. El objetivo de la “justicia” ya mentada. Este versículo resume y más plenamente explica “la supereminencia del conocimiento de Cristo” (v. 8). Conocerle es más que el saber meramente una doctrina acerca de él. Los creyentes no son conducidos a la redención solamente sino al Redentor mismo. La virtud de su resurrección—asegurando a los creyentes de su justificación (Romanos 4:25; 1 Corintios 15:17), y los resucita con él espiritualmente, por virtud de su identificación con él en ésta, así como en todos los actos de su obra redentora a nuestro favor (Romanos 6:4; Colosenses 2:12-13).
Jesús es el supremo ejemplo de sufrimiento, y no hubo forma de evitarlo, porque para eso había venido, para salvarlo a usted y a mí, con su muerte vicaria.
Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo. Mateo 26:38
Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?. Mateo 27:46
Y a la hora novena Jesús clamó a gran voz, diciendo: Eloi, Eloi, ¿lama sabactani? que traducido es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? Marcos 15:34
Si nuestro Señor Jesucristo sufrió la muerte, y muerte de cruz que corona tenemos nosotros para no sufrir un tanto, porque cuando nos hallamos en las pruebas es porque Dios está trabajando en nosotros. Nos está refinado como el oro. Lo dice Santiago, que debemos de tener gozo cuando nos hallamos en diversas pruebas.
Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna. Santiago 1:2-4
Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman. Santiago 1:12
Y finalmente las recomendaciones que nos da el Señor por medio del apóstol Pablo para que tengamos una vida que agrade a Dios.
Debemos siempre dar gracias a Dios por vosotros, hermanos, como es digno, por cuanto vuestra fe va creciendo, y el amor de todos y cada uno de vosotros abunda para con los demás; tanto, que nosotros mismos nos gloriamos de vosotros en las iglesias de Dios, por vuestra paciencia y fe en todas vuestras persecuciones y tribulaciones que soportáis. Esto es demostración del justo juicio de Dios, para que seáis tenidos por dignos del reino de Dios, por el cual asimismo padecéis. Porque es justo delante de Dios pagar con tribulación a los que os atribulan, y a vosotros que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder, en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo; los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder, cuando venga en aquel día para ser glorificado en sus santos y ser admirado en todos los que creyeron (por cuanto nuestro testimonio ha sido creído entre vosotros). Por lo cual asimismo oramos siempre por vosotros, para que nuestro Dios os tenga por dignos de su llamamiento, y cumpla todo propósito de bondad y toda obra de fe con su poder, para que el nombre de nuestro Señor Jesucristo sea glorificado en vosotros, y vosotros en él. 2 Tesalonicenses 1:3-12