Orar es hablar con Dios como un hijo habla con su Padre en confianza e intimidad familiar.
Así como el progenitor ofrece toda su experiencia mediante consejos a su hijo/a para superar los vaivenes de la vida; también deberíamos proceder con nuestro Creador no solamente en los momentos difíciles sino también en los de paz y calma sabiendo que nos dará su dirección para que nos vaya bien.
“Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.” S. Mateo 7:8 RVR1960.
El tiempo presente está muy complicado en todos los órdenes, social, político, religioso y familiar.
De ahí que, debemos procurar el acercamiento espiritual mediante la oración y buscar respuestas para el oportuno socorro no importando cuál sea el nivel que ocupemos en la diversidad de la vida.
Es el momento para ejecutar una acción que trascienda la incertidumbre y oscuridad en que nos encontramos y buscar un acercamiento con Dios a través del instrumento idóneo; la oración.
“¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?” S. Mateo 7:9-11 RVR1960.
El Señor hablando mediante el profeta Jeremías, expresó:
“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré; y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón.” Jeremías 29:11-13 RVR1960.
-Señor nuestro y Padre de Misericordia, nos presentamos ante ti con un corazón abierto y disponible para oírte. Sabemos que te hemos ofendido pero tú eres un Dios perdonador, guía nuestros pasos y cúbrenos con la sangre preciosa de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
En este tiempo donde reina el caos y la desesperación muéstranos tu Paz, Consuelo y Seguridad para toda la familia, en el Nombre de Jesús. Amén.