MATEO 18:21-22 Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.
Verdaderamente sobre el tema del perdón se han dicho muchas cosas, algunas son verdades y otras son mitos, es decir, son mentiras que el enemigo se ha encargado de que muchas personas las crean.
Es por eso que para conocer la verdad sobre este tema tan importante es necesario conocer lo que nos enseña alguien que es experto en perdonar, y ese alguien es nuestro Dios.
Veamos algunos mitos sobre el perdón y veamos en la palabra de Dios la verdad que ella nos enseña:
- I) PRIMER MITO: PERDONAR DEPENDE DE CADA QUIEN, ES ALGO OPCIONAL
Esto podría ser una verdad para cualquier persona, cada quien decide si perdona o no a la persona que lo ha ofendido o dañado, cada quien decide si quiere vivir con un corazón lleno de rencor.
LA VERDAD DE DIOS: Para un hijo de Dios perdonar no es una opción, es un mandato del Señor (Colosenses 3:13) soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.
El Señor no nos dice «Sería bueno» que perdonen , o «Les sugiero que perdonen» NO , la palabra de Dios nos dice: «De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros..»
- II) SEGUNDO MITO: PERDONAR O PEDIR PERDÓN ES UN SIGNO DE DEBILIDAD
Lastimosamente muchas personas tienen esa idea , creen que perdonar y pasar por alto la ofensa o peor aún pedir perdón es algo que hacen las personas débiles, que se dejan pisotear y que no buscan revancha o venganza.
También muchos hombres piensan que pedir perdón significa rebajarse y que los vuelve «Menos hombres»
LA VERDAD DE DIOS La palabra de Dios nos enseña que para hacer las cosas en nuestra vida conforme a la palabra de Dios y su voluntad se necesita ser valientes (Josue 1:7) Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas.
Por lo tanto, perdonar y pedir perdón no son signos de debilidad , sino al contrario, es tener la valentía de hacer las cosas a la manera de Dios y no a la manera del mundo.
Es la valentía para levantarse y dejar atrás él pasado y seguir adelante en la vida a pesar de las heridas.
III) TERCER MITO: SI PERDONO SIGNIFICA QUE TENGO QUE SEGUIR CON ENREDADO EN UNA RELACIÓN DESTRUCTIVA
Muchas personas se niegan a perdonar a las personas que han formado parte importante de sus vidas por el temor de que perdonar signifique seguir atados a relaciones destructivas.
LA VERDAD DE DIOS: La palabra de Dios nos enseña que no todas las relaciones se van a poder restaurar por medio del perdón, que hay personas que aunque las perdonemos no podemos tener relaciones sanas (Romanos 12:18) Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres.
Tenemos que comprender que perdonar a alguien no significa continuar con relaciones destructivas o dañinas para nuestra vida.
Tenemos que ser sabios para restaurar relaciones, y estas tres formas de actuar son formas sabias de manejar el perdón y la restauración.
- Te perdono y te restauro porque eres alguien importante en mi vida.
- Te perdono y mantengo la distancia porque te quiero y no quiero que nos dañemos.
- Te perdono pero te saco por completo de mi vida porque me has hecho demasiado daño .
Como vemos en las tres formas de obrar el perdón es indispensable, lo que marca la diferencia es la forma como seguimos relacionándonos con esa persona.
- IV) CUARTO MITO: EL PERDÓN VERDADERO ES: PERDÓN Y OLVIDO
Muchas veces creemos eso, que perdonar significa olvidar, que decir borrón y cuenta nueva significa que nada pasó, que nada nos daño y que nada nos hirió.
LA VERDAD DE DIOS: Hay un gran peligro en creer que perdonar significa olvidar, pues si algo nuestro Dios quiere es que en los procesos de nuestra vida la experiencia vivida nos deje enseñanzas valiosas para no volver a cometer los mismos errores.
La palabra de Dios nos enseña que el único que sana las heridas y quita el dolor de nuestro corazón es nuestro Dios (Jeremías 30:17)Mas yo haré venir sanidad para ti, y sanaré tus heridas, dice Jehová; porque desechada te llamaron, diciendo: Esta es Sion, de la que nadie se acuerda.Por lo tanto tenemos que tener claro y comprender que el perdón no hace olvidar las heridas , pero permite que nuestro Dios las sane y las convierta en cicatrices que ya no dolerá, él recuerdo permanece , pero sin dolor.