Todos, cada enero, nos proponemos muchas cosas: rebajar, conseguir trabajo, conseguir una pareja, pero muchas de estas “propuestas” quedan en el camino. Ello se debe a una realidad: muchas de esas cosas devienen en irrealizables, ya que no se fundamentan en cosas reales o no se agotaron los pasos para asegurar que ese proyecto sea factible.
Debemos diferenciar entre metas y sueños. Un sueño es una aspiración. Es un deseo o una declaración de intención, pero no pasa a algo concreto. Una meta es una concreción, es obtener resultados tangibles. Puede surgir como un sueño, pero tiene plazos y concreciones, o sea, resultados.
Si queremos que un sueño pase a meta es ponerle plazos. Si no lo visualizas a un plazo realizable, no es meta. Segundo, debes visualizar los pro y los contra y como conseguirlo. Un ejemplo sencillo puede ser aprender a nadar. Primero debes comprarte un traje de baño, si no lo tienes, luego, averiguar dónde dan clases y buscar un horario que te sea cómodo. Luego, debes cumplir con esas clases, e irte proponiendo de a poco nadar cada vez más lejos y rápido.
Muchas veces, las metas son compuestas por mini metas, que son necesarias para la gran meta. Pensemos que deseamos comprar un carro nuevo. Debemos, lo primero, salvo que tengamos el dinero, aumentar los ingresos, ya que, probablemente, necesitaremos financiar parte del costo. Luego, evaluar el estado del vehículo que nos gusta, para ver si hay que invertirle algo, y analizar si realmente podemos asumir el costo financiero (cuotas de préstamo) y el costo de mantemiento del vehículo (piezas, gomas, mantenimiento, etc).
No deben desanimarse si por cualquier cosa no puedes conseguir todas tus metas. No siempre puedes controlar todas las cosas que suceden, y recordemos que, muchas veces, dependemos de decisiones de otros. Lo importante es tratar de hacer todo lo posible por realizar estas metas.
Muchas veces, sin saberlo, nos encaprichamos con cosas que no nos convienen, pero en el proceso nos damos cuenta, y la gran ganancia es justamente todo lo que aprendemos en esa lucha. Crecemos como seres humanos y nos ayuda a ser más realistas para próximas metas.