Más de 95 mil personas escucharon el Evangelio y 4.188 aceptaron a Cristo, en un evento organizado por la Asociación Evangelística Billy Graham, que duró tres días.
El Festival de la Esperanza se realizó los días 22, 23 y 24 de octubre, donde el evangelista Franklin Graham, expuso el mensaje de la Palabra de Dios ante miles de asistentes.
Franklin Graham explicó que la transformación del hombre debe comenzar en el corazón, sólo así tendremos una sociedad sin violencia, sin problemas sociales o problemas políticos como la corrupción,
«He visto la pobreza, no sólo aquí, sino en todo el mundo. Veo mucha injusticia social. Pero la injusticia más grande ocurrió cuando Jesucristo fue crucificado. Un hombre inocente que fue traicionado y entregado a los hombres envidiosos, que lo acusaron y exigieron que sea ejecutado. Esta fue la mayor injusticia social que ha ocurrido y por eso Jesús quiere librarte», dijo.
«Miren los crímenes, por ejemplo. Existe en todos los países. La corrupción también está en todas partes. La única manera por la cual podemos resolver el problema de la corrupción, el único medio por el cual puede terminar la injusticia, es el cambio del corazón humano».
El evangelista explicó que la maldad y el pecado son parte de la naturaleza humana, pero Dios está dispuesto a perdonar y a cambiar los corazones de aquellos que están dispuestos a reconocer sus errores y caminar con Cristo.
«La Biblia dice que «Dios tanto amó al mundo que envió a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en Él no muera sino tenga vida eterna». Jesucristo vino a este mundo a tomar sobre sí nuestros pecados. Si estamos dispuestos a confesar nuestros pecados y por fe le invitamos a Jesucristo a entrar en nuestros corazones, entonces él sanará nuestros corazones», dijo.
«Si la gente viniera a Cristo, la violencia disminuiría, porque un seguidor de Jesús nunca hará daño a nadie ni robará a nadie. Si esta ciudad de Fortaleza pone su fe y confianza en Jesucristo, se verá un gran cambio social. Jesucristo puede hacer la diferencia y por eso estamos aquí: para hablarles del amor de Jesús», dijo.