Las tentaciones tocarán nuestra puerta y, como creyentes, debemos estar preparados para cuando esto ocurra. Ellas tienen una naturaleza y un propósito en la vida cristiana. La Palabra de Dios nos da esperanza frente a ellas y nos enseña que Él proveerá la vía de escape. Toda tentación según las escrituras es humana, revela nuestra condición, desde ahí se manifiesta un Dios fiel que no te dejara ser tentado más allá de tu capacidad pueda resistir, sino que aun en medio de la tempestad te dará una barca que te ayudara a salir con vida de la tormenta, manifestando así su Deidad, su cuidado y el limite radical que tiene todo lo que se levanta en contra de los hijos de Dios.
El Señor Jesús fue tentado y probado en estas diferentes áreas, saliendo victorioso para que hoy nosotros podamos descansar en Él y Su obra completa de redención en la cruz en nuestro favor, podamos encontrar nuestra seguridad, satisfacción y significado. Él dijo, Yo soy el camino (estamos seguros), yo soy la verdad (nuestro significado no depende de las opiniones de otros), y yo soy la vida (podemos estar satisfechos en Él). ¿Tentados? Tranquilos, de El vendrá la salida, ¡Resiste! ¡Dios te bendiga!
#1Corintios10:13.