Las Maravillas De Dios no tienen límites, ocurren cuando menos las esperamos , con algún propósito y enseñanza. En la siguiente historia bíblica aconteció una hazaña del Señor Jesucristo frente a sus discípulos , llenos de miedo y sin Fe , cosa muy extraña pero cierta, una Iglesia carente de Fe y miedosa.
“Al anochecer de aquel mismo día, Jesús dijo a sus discípulos: —Vamos al otro lado del lago. Entonces dejaron a la gente y llevaron a Jesús en la barca en que ya estaba; y también otras barcas lo acompañaban. En esto se desató una tormenta, con un viento tan fuerte que las olas caían sobre la barca, de modo que se llenaba de agua. Pero Jesús se había dormido en la parte de atrás, apoyado sobre una almohada. Lo despertaron y le dijeron: —¡Maestro! ¿No te importa que nos estemos hundiendo? Jesús se levantó y dio una orden al viento, y dijo al mar: —¡Silencio! ¡Quédate quieto! El viento se calmó, y todo quedó completamente tranquilo. Después dijo Jesús a los discípulos: —¿Por qué están asustados? ¿Todavía no tienen fe? Ellos se llenaron de miedo, y se preguntaban unos a otros: —¿Quién será éste, que hasta el viento y el mar lo obedecen?” San Marcos 4:35-41 DHH.
Esas perturbaciones que caracterizan los fenómenos atmosféricos se tornan en ocasiones muy peligrosas y esta experiencia es un ejemplo, vientos, olas penetrando la barca , la barca próximo al hundimiento y al borde de lo peor.
Muy parecido a muchas situaciones humanas que constantemente vivimos cuando las tormentas de la vida, que son inevitables, nos golpean y nos llevan a un callejón sin salida, donde sentimos el final muy cerca, se nos olvida la Fe y el miedo se apodera de todo nuestro ser , no sabiendo qué hacer.
Si tan solo recordáramos Su Palabra en un momento así, terminaríamos en Victoria y Triunfante: “A todo puedo hacerle frente, gracias a Cristo que me fortalece.”
Filipenses 4:13 DHH.
Si ta solo recordáramos: “Acerquémonos, pues, con confianza al trono de nuestro Dios amoroso, para que él tenga misericordia de nosotros y en su bondad nos ayude en la hora de necesidad.” Hebreos 4:16 DHH.
Ante el miedo y las malas situaciones que enfrentamos levantemos nuestras manos a Jesucristo: “Jesús, el Hijo de Dios, es nuestro gran Sumo sacerdote que ha entrado en el cielo. Por eso debemos seguir firmes en la fe que profesamos. Pues nuestro Sumo sacerdote puede compadecerse de nuestra debilidad, porque él también estuvo sometido a las mismas pruebas que nosotros; sólo que él jamás pecó.” Hebreos 4:14-15 DHH.
Jamás se hundirá un barco donde Jesucristo es el Ancla: “Esta esperanza mantiene firme y segura nuestra alma, igual que el ancla mantiene firme al barco. Es una esperanza que ha penetrado hasta detrás del velo en el templo celestial,” Hebreos 6:19 DHH.
No hay tormenta que que tenga la capacidad de hacer naufragar la barca De Cristo: “pero nadie ha hecho el arma que pueda destruirte. Dejarás callado a todo el que te acuse. Esto es lo que yo doy a los que me sirven: la victoria.» El Señor es quien lo afirma.” Isaías 54:17 DHH.
Que el Señor restaure tu Fe y tu Autoridad para alcanzar las grandes conquistas en tu vida ministerial.
Maranatha