JEREMIAS 51:30 Quizás el titulo nos podrá parecer un poco extraño o contradictorio, pero este título nos habla primeramente de los valientes de Babilonia cuando el Señor derramo sus juicios contra ellos.
Pero también el texto refleja las actitudes de muchos cristianos que comenzaron el año 2018 con toda la valentía, con todo ánimo, con palabras como: Este año será diferente, este año vamos a triunfar, este año vamos con todo, este año si cambio mi vida, etc.
Pero lastimosamente esa valentía fue solamente algo pasajero, fue solamente pura emoción sin convicción.
Veamos qué características tienen aquellas personas valientes que no son valientes en realidad, para que cambiemos esas actitudes y que en el año 2019 podamos tener victoria en nuestra vida en todas las cosas que enfrentemos y en aquellas cosas que nos propongamos.
LOS VALIENTES QUE NO SON VALIENTES DEJAN DE PELEAR (VS 30ª)
Los valientes de Babilonia dejaron de pelear, y eso es lo que muchos cristianos hacemos cuando vemos que las cosas no cambian, cuando vemos que el problema se ha convertido en una crisis, nos rendimos, pensamos que ya no vale la pena seguir luchando.
Muchos a estas alturas del año ya dejaron de pelear por su matrimonio, ya se resignaron a perder su hogar.
Muchas personas ya dejaron de pelear contra su enfermedad, se han dado por vencido, piensan que es demasiado grave o muy cara la medicina, se han rendido pensando que ya no hay nada más que hacer.
Muchos padres de familia ya dejaron de pelear por sus hijos e hijas, porque ven que en lugar de mejorar su actitud están aún más rebeldes, están más enredados en los vicios, y parece que su vida ya está perdida.
Pero el Señor nos hace un llamado a ser verdaderamente valientes y no dejar de luchar, a nunca darnos por vencidos, (Deuteronomio 7:21)
Tenemos que pelear la batalla de la fe, confiando en el Señor, confiando en su poder y en sus promesas (1 Timoteo 6:12) Pase lo que pase no dejemos de pelear, porque Dios pelea por nosotros.
LOS VALIENTES QUE NO SON VALIENTES SE ENCIERRAN EN SUS FORTALEZAS (JEREMIAS 51:39b)
Los valientes de Babilonia estaban enfrentando el juicio de Dios contra ellos y se encerraron en sus fortalezas, en sus ciudades amuralladas, pero esas fortalezas solo estaban en su mente pues ¿Quién puede resistirse contra Dios?
Muchas personas en este año cuando las dificultades llegaron a su vida, cuando vino el desempleo, cuando llegaron los problemas económicos, cuando aparecieron los problemas en el matrimonio, lo que hicieron fue encerrarse en su propia fortaleza, en esas fortalezas que son ilusorias, que no sirven para nada:
¿Cómo cuáles son esas fortalezas ilusorias en los que muchos valientes se encierran para no enfrentar la realidad?
Los vicios: Muchas personas buscan refugio en los vicios, son valientes para el licor, son valientes para emborracharse, pero son cobardes para enfrentar los problemas reales de su vida (Isaías 5:22)
La religión y la idolatría: definitivamente que una de las principales fortalezas ilusorias en las cuales muchísimas personas se refugian es la religión, son personas que andan buscando ayuda y buscando milagros en el lugar equivocado, haciendo peticiones a ídolos, buscando ayuda en algo que no puede ayudarlos. (Isaías 44:9-10)
El enojo y el mal carácter: muchas personas viven siempre con una barrera de enojo, de mal carácter, de prepotencia, pero tenemos que comprender que el enojo y la cólera no resuelven ningún problema, nuestra familia no deja de tener necesidades, aunque tengamos mal carácter y no queramos que nos pidan nada. (Jeremías 48:29-30)
El Señor nos llama a ser valientes y reconocer que nuestra verdadera fortaleza está en Dios (Salmo 18:1-2)
LOS VALIENTES QUE NO SON VALIENTES LES FALTAN LAS FUERZAS (SALMO 51:30)
A los valientes de Babilonia se les acabaron las fuerzas, y cuando faltan las fuerzas ya no se puede pelear, es decir que se debilitaron en plena batalla, posiblemente esperaron ayuda de otros ejércitos, posiblemente estaban esperando refuerzos, pero esa ayuda no llego y sus fuerzas se terminaron.
Muchos cristianos se debilitaron en plena batalla de la vida, porque la ayuda nunca llego, porque estaban esperando la ayuda de un banco, porque estaban esperando la ayuda de un pariente o de un amigo, pero esa ayuda no llego y les faltaron las fuerzas y decayeron.
Es por eso por lo que el Señor nos invita a esperar en él, a confiar plenamente que él nos ayudará, que no nos abandonará, y que él nos dará nuevas fuerzas (Isaías 40:30-31)
Si esperamos en el podemos ser valientes confiando no en nuestra fuerza, sino en la fuerza de Dios en nosotros para enfrentar las batallas de la vida y tener victoria por medio de su poder.
