Sólo Rusia repatrió en la última semana a más de 23 mil ciudadanos en vuelos especiales. Moscú informó hoy que la investigación sobre la caída de un Airbus A-321 en el Sinaí incluye la hipótesis de un atentado terrorista.
Los turistas abandonan el paraíso de Sharm el Sheik./ Agencia Reuters, Sólo Rusia evacuó de Sharm el Sheik a 23 mil turistas rusos en vuelos especiales luego de que el presidente Vladimir Putin ordenase suspender las conexiones aéreas con el balneario egipcio. Y si bien Egipto reforzó este lunes la seguridad en esas playas, miles de viajeros siguen marchándose. Se trata de otro devastador golpe al sector turístico egipcio tras la caída de un avión ruso hace nueve días, en el que murieron más de 200 personas.
El primer ministro ruso, Dimitri Medvedev, declaró este lunes que la investigación sobre la caída del Airbus A-321 ruso a minutos de despegar del aeropuerto egipcio de Sharm el Sheik, incluye la hipótesis de un atentado terrorista.
“Por supuesto, estamos considerando la probabilidad de que la razón detrás (de la caída) sea un ataque terrorista”, declaró el alto funcionario a la Rossiyskaya Gazeta en un reportaje que el periódico prevé publicar en su totalidad mañana martes. Egipto lo sigue desmintiendo.
Centenares de turistas, en su mayoría rusos, acudieron por esta mañana al aeropuerto para regresar a su país a bordo de aviones fletados por Moscú y Londres, indicó un responsable de la seguridad.
La seguridad fue reforzada a la entrada del aeropuerto, donde todos los vehículos estaban siendo controlados celosamente.
Cerca de algunas playas los policías eran más numerosos que los turistas.
“Hay cámaras por todas partes, y policías de paisano para garantizar la seguridad de los turistas en Sharm”, dijo un oficial de policía a la entrada de Nama Bay, uno de los centros comerciales y de ocio más frecuentados de esta popular localidad costera, a orillas del mar Rojo.
A medida que avanzan las operaciones de repatriación, los grandes complejos hoteleros de Sharm el Sheik se estaban vaciando, nueve días después de la caída en el Sinaí egipcio del avión de la aerolínea rusa Metrojet.
Ayer lunes quedaban todavía unos 70.000 turistas rusos y 15.000 británicos, según informaciones de Moscú y Londres.
Las capitales occidentales y varios expertos están convencidos de que el aparato estalló en pleno vuelo a causa de una bomba colocada a bordo. El atentado fue reivindicado rápidamente por la rama egipcia del grupo yihadista Estado Islámico, que no dio ninguna prueba.