TEXTO: LUCAS 9:23 Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.
Este día comenzamos con el primer estudio bíblico del año 2025, y vamos a iniciar estudiando algo muy importante en la vida cristiana: LOS SIETE HÁBITOS DE UN CRISTIANO CONSAGRADO AL SEÑOR.
Definamos primeramente los conceptos principales para que podamos comprender la importancia que estos hábitos tienen para nuestra vida espiritual.
¿QUÉ ES CONSAGRACIÓN? La consagración es LA DECISIÓN PERSONAL de RENDIR NUESTRA VIDA A DIOS, apartándose del pecado y de todo aquello que no glorifica Su nombre y enfocarnos en cumplir Su voluntad
Es reconocer que nuestra vida le pertenece a Dios (1 Corintios 6:19-20) ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? 20 Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.
Pero que él no quiere que le obedezcamos por obligación, sino por AMOR, OBEDIENCIA Y AGRADECIMIENTO (Romanos 12:1) Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.
¿QUÉ ES UN HÁBITO? Un hábito es una acción que se realiza DE MANERA CONSTANTE, HASTA CONVERTIRSE EN UNA PRÁCTICA AUTOMÁTICA O PARTE DE NUESTRA RUTINA DIARIA. Es un comportamiento aprendido a través de la repetición, que influye significativamente en nuestras decisiones y en nuestra manera de vivir.
Desde un punto de vista cristiano, LOS HÁBITOS ESPIRITUALES SON HERRAMIENTAS PODEROSAS QUE PUEDEN FORTALECER NUESTRA RELACIÓN CON DIOS.
Tenemos que comprender también que el desarrollo de hábitos espirituales en la vida cristiana REQUIERE INTENCIONALIDAD Y PERSEVERANCIA.
Aunque puede tomar tiempo establecerlos y desarrollarlos , los frutos que producen estos hábitos son de mucha bendición a nuestra vida, como lo dice (Gálatas 6:9) No nos cansemos, pues, de hacer el bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.
Ahora vamos a comenzar a estudiar por medio de la palabra de Dios el primer hábito que cada uno de nosotros como cristianos debemos desarrollar para poder vivir una vida consagrada a nuestro Dios: EL HÁBITO DE LA ORACIÓN.
La Biblia nos muestra que los hombres de fe que vieron el respaldo de Dios en sus vidas desarrollaron el hábito de la oración (Daniel 6:10) Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en su casa, y abiertas las ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo solía hacer antes.
El mayor ejemplo de la importancia de tener una vida de oración es nuestro señor Jesucristo
(Lucas 6:12-13) En aquellos días él fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios. 13 Y cuando era de día, llamó a sus discípulos, y escogió a doce de ellos, a los cuales también llamó apóstoles.
(Lucas 22:44-45) Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra. 45 Cuando se levantó de la oración, y vino a sus discípulos, los halló durmiendo a causa de la tristeza
NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO ES NUESTRO MEJOR MAESTRO Y DE ÉL PODEMOS APRENDER LAS MEJORES LECCIONES PARA DESARROLLAR EL HÁBITO DE LA ORACIÓN Y ASÍ EDIFICAR NUESTRA RELACIÓN CON DIOS (Lucas 11:1) Aconteció que estaba Jesús orando en un lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos.
VEAMOS EN LA PALABRA DE DIOS LO QUE NOS ENSEÑA NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO SOBRE CÓMO PODEMOS DESARROLLAR EL HÁBITO DE LA ORACIÓN:
I) PARA DESARROLLAR EL HÁBITO DE LA ORACIÓN TENEMOS QUE RECONOCER QUE LA ORACIÓN ES UNA NECESIDAD ESPIRITUAL Y POR LO TANTO DEBE SER CONSTANTE Y FIRME
(LUCAS 18:1-8) También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar, diciendo: Había en una ciudad un juez, que ni temía a Dios, ni respetaba al hombre. 3 Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él, diciendo: Hazme justicia de mi adversario. 4 Y él no quiso por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre, sin embargo, porque esta viuda me molesta, le haré justicia, no sea que viniendo de continuo, me agote la paciencia. 6 Y dijo el Señor: Oíd lo que dijo el juez injusto. 7 ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles? 8 Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?.
Nuestro Señor Jesucristo dejó muy clara la importancia de la oración, ES NECESARIO ORAR SIEMPRE, no solamente debemos orar en los momentos de dificultad, o en los momentos de enfermedad, sino que DEBEMOS DESARROLLAR EL HÁBITO DE ORAR SIEMPRE, TODOS LOS DIAS, A TODA HORA Y EN TODO LUGAR (1 Timoteo 2:8) Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda.
Pero también la oración debe ser firme, sin desmayar, como lo vemos en la parábola del juez injusto, que NOS ENSEÑA A CLAMAR AL SEÑOR EN ORACIÓN DÍA Y NOCHE.
II) PARA DESARROLLAR EL HABITO DE LA ORACIÓN TENEMOS QUE RECONOCER LA IMPORTANCIA DE LA ORACIÓN PERSONAL, PRIVADA Y EN INTIMIDAD CON DIOS
(MATEO 6;6) Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
Nosotros los cristianos no debemos orar solamente en la iglesia, como muchos lo hacen, podemos ver que nuestro Señor Jesús no dijo tú cuando ores vete a tu iglesia, el dijo; TÚ CUANDO ORES ENTRA EN TU APOSENTO, EN TU HOGAR.
Es importante que cada cristiano tenga un lugar y una hora destinada para orar en su casa, antes de salir a trabajar o antes de ir a dormir, no importa la hora pero si es importante tener ese momento de comunión a solas con Dios para tener privacidad, para tratar esos temas personales e íntimos de cada persona a solas con él, EN SU SECRETO (Jeremías 23:22) Pero si ellos hubieran estado en mi secreto, habrían hecho oír mis palabras a mi pueblo, y lo habrían hecho volver de su mal camino, y de la maldad de sus obras.
III) AHORA RESPONDAMOS UNA PREGUNTA MUY IMPORTANTE: ¿CÓMO NOS AYUDA LA ORACIÓN PARA CONSAGRAR NUESTRA VIDA AL SEÑOR?
Nuestro Señor Jesús nos enseñó que nuestras oraciones para que sean efectivas tienen que ir CONFORME A LA VOLUNTAD DEL PADRE CELESTIAL (Mateo 6:9-10) Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. 10 Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
La frase VENGA TU REINO nos deja bien claro que el Rey es él , no nosotros, él no es nuestro siervo, él no nos obedece a nosotros sino que nosotros debemos obedecerlo a él. Lastimosamente hoy en día en nuestras oraciones parece que se nos ha olvidado quién es el rey, pues muchas veces nuestras oraciones nos ponen a nosotros como rey dándole órdenes a nuestro siervo y ESTO NO DEBE SER ASÍ, PUES DEBEMOS DOBLEGAR NUESTRA VOLUNTAD A LA DE ÉL.