Cuando se habla del fin del mundo, todos creen que todo lo que conocemos ahora desaparecerá como arte de magia, sin embargo para que eso suceda muchas cosas pasaran según la Biblia en Apocalipsis 21:4 nos habla de las primeras cosa que pasaran (Y enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron).
Según la Biblia, cosas más difíciles pasaran durante la gran tribulación, pero las cosas que vemos en estos tiempos, (los cambios climáticos, los homosexuales cansándose, el desempleo, la inseguridad ciudadana, el narcotráfico, etc.), son unos de los tantos motivos por el cual el hombre dejará de buscar de Dios y solo aquellos que venzan llegarán a la meta final.
¿Qué clase de persona se considera usted? Ya que solo aquellos que resistan tanta injusticia, odio, rechazo de muchos incluso los familiares, podrán alcanzar ese gran premio que Cristo Jesús nos ofrece por medio de su sangre y el perdón de nuestros pecados.
Se sabe que en la actualidad muchas iglesias practican doctrinas no convencionales, es decir que no va de acuerdo con la enseñanza que la Biblia nos da. Es fácil criticar pero cuando vemos tantas cosas pasando en la actualidad. Como una iglesia en los Estados Unidos que invitaban a las personas para que hicieran una fiesta al desnudo y todo en el nombre de Jesús. ¿Puede usted estar de acuerdo con esas clases de doctrinas?
O quizás aquellas donde por asistir le piden dinero de lo contrario no puede ser miembro, se fijan hasta como va vestido para poder criticar y expulsarlo si no va de acorde con sus requisitos.
En la actualidad debemos mantener nuestra mirada en Dios, y no dejemos de escrudiñar las escrituras como nos manda en el libro de Juan 5:39 (Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí).
La Biblia es muy clara, muchas tribulaciones pasaremos como seguidores de Cristo pero como su palabra dice: si confiamos en él alcanzaremos la meta final.
¡Que Dios me los Bendiga!