Los jueces que Dios elige para realizar una labor para ÉL no son como los jueces que eligen los hombres.
Tienen virtudes espirituales y valores que los distancian de los demás.
Una historia bíblica destaca que el juez Otoniel, lleno del Espíritu Santo, juzgó a Israel.
Esta forma de gobernar dio frutos, cuenta la crónica que por cuarenta años Israel tuvo descanso (Paz) y derrotaron a sus enemigos.
Eran otros jueces (Gobernantes) que Dios elegía para hacer valer en Israel, Su Justicia.
ÉL advierte en Su Palabra, diciendo:
“cuando el impío gobierna, el pueblo gime.” Proverbios 29:2b LBLA
Pero, también proclama:
“Cuando los justos gobiernan, el pueblo se alegra.” Proverbios 29:2a NTV
Los que aquí se eligen obedecen al hombre terrenal y tienen una tendencia a torcerse, no todos/as, a favor de quienes los dirigen.
Los/as de Dios, conforme a Su Santa y Perfecta Voluntad, ¡Son Elegidos siendo llenos por el Espíritu Santo para impartir justicia, y todo le sale bien, expulsan a los corruptos, ganan guerras; y traen descanso, tranquilidad y paz al pueblo.
Dice Su Palabra:
“Cuando los hijos de Israel clamaron al Señor, el Señor levantó un libertador a los hijos de Israel para que los librara, a Otoniel, hijo de Cenaz, hermano menor de Caleb. Y vino sobre él el Espíritu del Señor, y juzgó a Israel. Cuando salió a la guerra, el Señor entregó en su mano a Cusán-risataim, rey de Mesopotamia, y su poder prevaleció sobre Cusán-risataim. Y la tierra tuvo descanso por cuarenta años. Y murió Otoniel, hijo de Quenaz.” Jueces 3:9-11 LBLA
Dios es hacedor de proezas, prodigios y maravillas ¡Maranatha! ¡Aleluya!
¡Gloria a Dios!