No harás pacto con ellos ni con sus dioses. Ellos no habitarán en tu tierra, no sea que te hagan pecar contra Mí. Porque si sirves a sus dioses, ciertamente esto será tropezadero para ti. Éxodo 23:32
Ten cuidado de ti mismo y de la enseñanza. Persevera en estas cosas, porque haciéndolo asegurar la salvación tanto para ti mismo como para los que te escuchan. 1 Timoteo 4:16
La iglesia debe estar alerta a los pactos y las alianzas que aparentan ser beneficiosas pero en realidad tienen intenciones maliciosas. Es importante buscar el consejo de Dios antes de hacer cualquier pacto o promesa. Los gabaonitas de hoy son oportunistas que traen doctrinas de hombres disfrazadas de religión y aparentan piedad, pero en realidad son despiadados y seductores. La oración y la búsqueda del consejo de Dios nos librarán de compromisos sin sentido y de alianzas innecesarias que van en contra de su voluntad.
En medio de los triunfos y el entusiasmo que trae el saberse «humanamente» haciendo la voluntad de Dios, se pueden cometer errores. La iglesia debe estar alerta a los pactos y las alianzas que solemos concertar supuestamente para el beneficio de las congregaciones y la obra de Dios.
El discernimiento es también un don espiritual, pero la fuente del discernimiento verdadero proviene del consejo de Dios. Toda nuestra vida y acción en Cristo dependen, esencialmente, de nuestra relación con él.
Al Gilgal de Dios, que es la Iglesia de Jesucristo en la tierra, llegan con frecuencia voces como cantos de sirena a ofrecer prebendas y “nuevas oportunidades” a cambio de prestigio, lealtad (falsa) y beneficios personales. También suelen traer nuevos cánticos para enriquecer la tradición. Creen que la salvación es un ungüento que se unta y no un remedio para el hombre interior. Son los amigos de las alianzas que llegan con sus odres que parecen estar rotos, pero en realidad vienen preparados para llevarse un buen botín. Si no discernimos correctamente para descubrir sus reales intensiones caemos en la trampa. A primera vista parecen venir con una motivación religiosa y hablan de Dios y de sus obras como si ya vivieran en el cielo.
Los gabaonitas de hoy son oportunistas, embusteros y su intención es dañar a la iglesia. El antídoto para no enfermarnos de un entusiasmo irresponsable es buscar el consejo de Dios antes de hacer pactos y promesas que lleven a la perdición.
A Josué le sucedió. Cometió el error de no consultar a Dios cuando los gabaonitas astutamente le pidieron que concertara con ellos un pacto de paz de oscuras intenciones que les libraría de una muerte segura y le permitiría introducir sus religiones y dioses dentro del pueblo. Era una confraternidad de reyes paganos unidos para debilitar la entereza de Josué y desviar en el pueblo de Israel su misión de conquista de la tierra prometida. Desde el Éxodo Dios advirtió a su pueblo diciéndole: “No hagas ningún pacto con ellos ni con sus dioses”. (Éxodo 23.32). Sin embargo Josué se dejó llevar por sus sentimientos y no consultó a Dios. No habían transcurrido 3 días de alianza en el campamento de Gilgal cuando el pueblo descubrió la verdad y Josué comenzó a enmendar su grave error.
Iglesia de Cristo, ¡alerta con los gabaonitas de hoy! Antes de hacer alianzas aparentemente beneficiosas, habla con Dios. Los gabaonitas son sutiles y maliciosos: traen doctrinas de hombres disfrazadas de religión; aparentan piedad, pero son despiadados hasta alcanzar sus objetivos mezquinos. Son seductores porque saben cómo presentar sus atractivos como carnadas para el pez desesperado por comer. Estemos alertas. No debemos establecer alianzas con aquellos que toman al Señor para el trueque y los negocios que parecen buenos, pero en el fondo son sucios. La oración y la búsqueda del consejo de Dios en su palabra nos librarán de compromisos sin sentido y de alianzas efímeras e innecesarias que resultan fuera de los límites de su perfecta voluntad.
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