Vemos aquí una situación de conflicto que se desarrolla entre los discípulos de Jesucristo. La mamá de estos dos discípulos se acerca al Señor con una petición un poco rara, de que cuando el Señor esté en Su Reino le asigne un lugar preferencial a sus dos hijos, uno a la derecha y uno a la izquierda del Señor Jesucristo.
Ln pasaje de la Escritura que va a servir como punto de partida para nuestra meditación, se encuentra en el Evangelio según San Mateo capítulo 20 comenzando con el versículo 20 de hecho. Dice aquí que: «Se le acercó a Jesús la madre de los hijos de Sebedeo» con sus hijos «postrándose ante Él y pidiéndole algo. Él le dijo: ¿qué quieres? Y ella le dijo: ordena que en Tu Reino se sienten estos dos hijos míos, el uno a Tu derecha y el otro a Tu izquierda.»
«Entonces Jesús respondiendo le dijo: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber del vaso que Yo he de beber y ser bautizado con el bautismo con que Yo soy bautizado? Y ellos le dijeron: podemos. Él les dijo: A la verdad de Mi vaso beberéis y con el bautismo con que Yo soy bautizado seréis bautizados pero el sentaros a Mi derecha y a Mi izquierda no es mío darlo sino a aquéllos para quienes está preparado por Mi Padre.»
«Cuando los diez otros discípulos oyeron esto se enojaron contra los dos hermanos y entonces Jesús los llamó aparte y les dijo: Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad, mas entre vosotros no será así sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros no será así sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo, como el Hijo del Hombre no vino para ser servido sino para servir y para dar Su vida en rescate de muchos.»
Comencemos con el hecho de que cuando los otros discípulos se dan cuenta de lo que estos dos discípulos han hecho se airan contra ellos y se desarrolla una situación de pugna entre ambos. Vemos aquí una situación de conflicto, vemos aquí intereses personales interfiriendo con el Ministerio de Jesucristo y de estos discípulos escogidos; vemos aquí que cuando la carne interfiere, el egoísmo, la ambición personal, el no seguir los procesos legítimos para llegar a la prominencia y la autoridad en el liderazgo interfieren, intervienen en los asuntos del Reino de Dios surgen dificultades y problemas para el desarrollo del Ministerio.
Es interesante ver que aún con el Señor Jesucristo en medio de ellos los discípulos experimentaron conflicto y eso es lo que tenemos que aprender de este pasaje y es que los conflictos siempre estarán con nosotros, son parte de la vida de la Iglesia. Vemos en el Libro de los Hechos que se desarrolló una situación conflictiva entre los judíos de Israel y los judíos que venían de Grecia y también aquéllos que se habían convertido, gentiles que habían entrado en la Iglesia acerca del cuidado que recibían las viudas de ambos grupos y de ese conflicto surgió el establecimiento de los primeros diáconos en la Iglesia, esto se encuentra en el Libro de los Hechos capítulo 6.
Los conflictos siempre estarán con nosotros, la pregunta es ¿cómo vamos a resolverlos? Hay otras lecciones que podemos obtener de este pasaje pero yo diría que una de las más importantes es esta idea de: ¿cómo podemos reconocer los conflictos, lidiar con ellos, neutralizarlos conforme a los principios de la Escritura y entonces continuar con el ministerio más fuertes que nunca?.
Le doy importancia a este elemento porque nuestra página electrónica Dios Habla Hoy es una página que incluye gente de muchos diferentes trasfondos espirituales; a nuestra página acuden católicos, evangélicos, gente que simplemente está buscando de Dios pero no tiene ninguna afiliación denominacional y es muy importante que nosotros entendamos que esa diversidad que nosotros tenemos en nuestra página requiere una actitud muy benévola, muy pacífica y muy sabia e inteligente, es la única manera en que nosotros vamos a poder evitar los conflictos en nuestra página.
Es importante que en nuestra página haya libertad para que todo tipo de personas se exprese siempre y cuando se sigan unas reglas de decencia, de generosidad, de cuidado y atención a la sensibilidades de los demás, de expresar las cosas en una forma adecuada; siempre y cuando esos principios se cumplan vamos a tener que permitir que haya una diversidad de expresiones. Esa diversidad de expresiones lejos de empobrecer nuestra página o de ser una fuente de mala doctrina o de confusión para nuestros lectores yo creo que puede resultar enriquecedora.
Yo creo que la mayoría de las personas que leen nuestra página son cristianos bastante maduros que están claros en su posición y se sabe que las personas que expresen sus posiciones en nuestra página no tienen necesariamente el respaldo o el ser auspiciados por nuestra organización sino que son simplemente creyentes o indagadores de la fé que están enriqueciéndose unos a otros por medio de los pensamientos y las reflexiones que incluyen en nuestra página.
Mientras tanto vamos a tener que ser muy tolerantes unos de los otros, expresar el amor de Jesús, ser solícitos como dice la Palabra en guardar el vínculo de la paz y no permitir que en nuestra página surjan expresiones conflictivas, poco bondadosas que hagan sentirse mal a aquéllas personas que vienen con la mejor intención de buscar de Dios y expresar sus pensamientos libremente a través de nuestra página.
Así se expresa bien el amor de Cristo y así se evitan los conflictos. Y muchos más entonces pueden entrar en nuestra página, escuchar del Señor, escuchar las voces de la verdad que emiten nuestros hermanos y ser bendecidos y acercarse más al Señor Jesucristo.
Continuaremos con nuestra meditación y en el próximo pensamiento que tendremos con ustedes vamos a continuar desarrollando este evento tan hermoso y tan importante que nos expresa Mateo capítulo 20. Que el Señor les bendiga y hasta nuestra próxima emisión, Roberto Miranda se despide de ustedes.