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Lo que otros no ven

Tenemos que dar una segunda mirada.  ¿Por qué Giesi, sirviente de Eliseo, no podía ver de primera intención lo que Eliseo veía?  Imagina tener acceso a Eliseo, a esa revelación, al profeta; aquel hombre debía tener la misma seguridad, tranquilidad.  El sirviente de Eliseo era movido por su avaricia, por su egoísmo, por las ganancias inmediatas, momentáneas que quería hacer.  Quiso cogerle a Naamán un dinero que Eliseo rechazó.  Eliseo rechaza cosas monetarias, pero su sirviente las quiere.  A veces, los hombres de Dios están rodeados de personas que sí le sacan provecho a lo que Dios está haciendo con ellos, cuando los mismos hombres de Dios no le quieren sacar ningún provecho.  El mal nombre se lo dan gente que quiere sacarles ganancia a los dones que Dios les ha dado a otros.  Giesi era ese tipo de persona.  Su mente miraba todo de esa manera, y ante el primer problema estaba siempre temblando; mientras que el hombre de Dios no tenía ese miedo, aunque lo rodearan, porque él sabía en quién había confiado, sabía que él tenía futuro.  Aquellos que sabemos que Dios mira nuestro carácter, que tenemos visión profética, que estamos mirando el futuro, aunque el mundo nos rodee y venga contra nosotros, podemos vivir seguros porque sabemos que más son los que están con nosotros que los que están en el mundo, y que ayuda viene en camino a nuestro favor.

Mira las cosas por segunda vez.  Quizás no te estás ganando lo que quisieras, pero vienen oportunidades más grandes de las que jamás habías pensado.  Mientras otros están perdiendo la cabeza, tú puedes decir: Dios no se ha olvidado de mí.  Aunque estés lleno de deudas, rodeado de problemas, en dificultades, no te vas a conmover porque tú no vas a ver lo que otros están viendo.  Tú estás viendo lo que Dios va a hacer ahora.  Estando el pueblo de Israel rodeado por los egipcios, Moisés dijo: Estad quietos y mirad la salvación de Jehová.  La salvación de Jehová no se siente, pero se ve.  Cuando Dios te va a salvar, vas a ver delante de ti cómo tus enemigos van a correr.  Dios te va a abrir puertas.  Dice la Palabra que a tu lado caerán mil, y diez mil a tu diestra, mas a ti no llegará.  Permanece firme, seguro, porque el Dios al que tú le sirves tiene algo para ti más grande de lo que tú jamás habías pensado.

Mira una segunda vez.  ¿Las cosas están difíciles en tu país?  Mira una segunda vez, y te vas a dar cuenta que hay gente que está prosperando.  Aquel que no mira la segunda vez, sale corriendo porque se siente rodeado, porque todo lo que mira es cómo resolver al momento.  Mira una segunda vez, y mira en el mundo espiritual, para que puedas ver las nuevas oportunidades que vienen a tu vida.

Cuando estás rodeado de problemas, Dios siempre te abre los ojos y te muestra que ayuda viene en camino.  No te muevas, hay oportunidades.  Dios va a hacerlo de alguna manera u otra.  Mira por segunda vez.  No te estremezcas por el problema.  Mira bien y te vas a dar cuenta que Dios tiene algo más grande para tu vida.  Más son los que están contigo que los que están en el mundo.

Cuando tú eres rodeado por problemas, tienes que reconocer que hay un mundo espiritual detrás de todo.  El problema de la iglesia hoy es que se nos olvida que hay un mundo espiritual; vivimos tanto en nuestra carne, que se nos olvida.  Y el mundo espiritual que muchos en la iglesia ven es el del enemigo.  Cuando Eliseo mira, ve el mal en lo natural, pero ve el bien en lo espiritual.  La iglesia hoy ve todas las cosas al contrario; el bien en lo natural, y el mal en lo espiritual.  Por eso la guerra espiritual la dirigen siempre al diablo; pero cuando Dios abre tus ojos no es para que veas el diablo que te está atacando, sino para que veas el respaldo que tú tienes en contra de tus enemigos.  La guerra espiritual la hace Dios en los cielos; Él tiene la victoria, Él envía ejércitos para vencer.

Hay algo espiritual detrás de todo asunto.  Hay algo más grande que lo natural.  Dios va a abrir tus ojos hoy para que tú veas que, espiritualmente, ayuda viene en camino.  Tienes que estar consciente de que hay un mundo espiritual detrás de todo esto.

La gente quiere ver el mundo espiritual, pero se requiere que entiendas que solo se accede de una manera: Orando.  Eliseo oró, y Dios le contestó.  El problema es que estás esperando respuesta del lugar incorrecto, ¿cuándo fue la última vez que oraste?  Si estuvieras esperando respuesta del cielo, no estarías desesperado.

Hace falta que tú ores para que puedas ver lo que Dios está haciendo.  Si estuvieras orando, te darías cuenta que la ayuda que Dios tiene para ti es más grande que lo que cualquier gobierno puede ofrecerte.  Dios tiene gente trabajando a favor tuyo.  Tus enemigos pueden rodearte, pero no podrán dañarte.  Mira por segunda vez.

Ora, y mira por segunda vez.  Deja de oír lo que dice el mundo; en vez de estar peleando con la gente, haz lo que hizo Eliseo: Ora por ellos, para que ellos puedan ver, para que Dios abra sus ojos y ellos puedan ver lo que tú estás viendo.  Otros se preguntarán qué tú estás mirando.  Tú estás mirando lo que otros no ven, estás mirando en el mundo espiritual, que algo grande y poderoso viene.  Sé parte de lo nuevo que viene de parte de Dios para tu vida y la de los tuyos.

Fuente:
Pastor Otoniel Font

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