EZEQUIEL 1:3-10 Quizás alguien se preguntará ¿Por qué comenzar con un texto del libro del profeta Ezequiel si el tema es sobre los evangelios?
Pero el texto que hemos leído sobre la visión del profeta Ezequiel de los cuatro seres vivientes tiene una conexión directa con los cuatro evangelios, principalmente el vs 10 en el cual nos menciona las cuatro caras de los seres vivientes.
Cada una de esas caras está directamente relacionada con cada uno de los evangelios, es decir en la forma como cada uno de los escritores de los evangelios nos presentan a nuestro Señor Jesucristo.
Cara de León, el evangelio de Mateo nos presenta a Jesús como rey.
Cara de buey, el evangelio de Marcos nos presenta a Jesús como siervo.
Cara de hombre, el evangelio de Lucas nos presenta a Jesús como hombre.
Cara de águila, el evangelio de Juan nos presenta a Jesús como Dios.
Reflexionemos sobre lo que cada uno de los cuatro evangelios nos recuerdan sobre nuestro Señor Jesucristo y cual tiene que ser nuestra actitud ante eso:
EL EVANGELIO DE MATEO NOS RECUERDA QUE JESÚS ES REY Y TENEMOS QUE OBEDECERLO
Desde el principio de su evangelio hasta el final Mateo nos muestra que nuestro Señor Jesucristo es de linaje real y que también es Rey de reyes
Comienza la genealogía de Jesús mostrándonos que es descendiente directo del rey David (Mateo 1:1)
Es el único evangelio que nos dice que los magos del oriente venían buscando al rey de los judíos (Mateo 2:1-2)
Al final del evangelio Mateo nos muestra que toda potestad le es dada a nuestro Señor Jesucristo, por lo tanto, el es Rey de Reyes (Mateo 28:18-20)
La palabra de Dios nos demuestra que Jesús no es solamente rey, sino que es Rey de reyes y Señor de señores (Apocalipsis 17:14 / 19:16)
Si nuestro Señor Jesucristo es Rey ¿Qué significa? Significa que Él manda y nosotros tenemos que obedecer, significa que el tiene toda la potestad en el cielo y en la tierra, es decir que: LA ULTIMA PALABRA LA TIENE EL. (Mateo 8:8)
EL EVANGELIO DE MARCOS NOS RECUERDA QUE JESÚS VINO COMO SIERVO Y TENEMOS QUE SEGUIR SU EJEMPLO
El evangelio de Marcos es un evangelio lleno de acción, nos muestra a Jesús como el rey que vino a servir y no a ser servido, su enfoque es en la acción, en las obras de Jesús.
No aparece ninguna genealogía de Jesús, ya que los siervos no son personas de linaje, generalmente eran personas desconocidas (Marcos 1:1)
El evangelio de Marcos nos demuestra con hechos las palabras de Jesús: No vino a ser servido sino a servir (Marcos 10:45)
Es un llamado para nosotros para tomar el ejemplo de nuestro Señor Jesucristo, recordando que el que quiera ser el primero en el reino de Dios, tiene que ser el servidor de todos (Marcos 10:44)
Y tenemos que estar seguros de que ser un siervo de Dios traerá grandes bendiciones para nuestra vida (Juan 12:26)
EL EVANGELIO DE LUCAS NOS RECUERDA QUE JESÚS ES DIOS HECHO HOMBRE, Y POR ESO PODEMOS CONFIAR QUE EL NOS COMPRENDE
El evangelio de Lucas nos presenta el lado humano de nuestro Señor Jesucristo, nos muestra que Dios se hizo hombre para alcanzar al hombre pecador.
La genealogía de Jesús que aparece en Lucas no está enfocada en el linaje real de Jesús sino en su linaje humano, conectado con Adán (Lucas 3:38)
Lucas nos muestra como Jesús “el hijo del hombre” se acercaba a los hombres, a las mujeres, a los niños, y a los marginados de la sociedad, solo en el evangelio de Lucas vemos a Jesús con Zaqueo el recaudador de impuestos, sanando al hijo de una viuda en Nain, solamente en Lucas encontramos las parábolas del hijo prodigo y del buen samaritano, que nos hablan del amor y del perdón hacia nuestro prójimo.
Solamente Lucas nos muestra la agonía humana de Jesús antes de ir a la cruz, esa agonía que le hizo sudar gotas de sangre (Lucas 22:44)
Dios se hizo hombre y habito entre nosotros (Juan 1:14) fue tentado como todos los hombres, tuvo hambre, tuvo sed, se sintió cansado, se sintió angustiado, y por eso nosotros podemos sentirnos confiados que tenemos un Dios que nos comprende, que tiene misericordia de nosotros los seres humanos porque el ya fue como uno de nosotros (Hebreos 4:15)
EL EVANGELIO DE JUAN NOS RECUERDA QUE JESÚS ES DIOS Y QUE TENEMOS QUE ADORARLO Y CONFESARLO COMO NUESTRO SALVADOR.
El evangelio de Juan es completamente diferente a los otros tres evangelios, el objetivo de Juan es demostrar la divinidad de Jesús.
El evangelio de Juan no nos da una genealogía terrenal de Jesús, sino que nos muestra que el es el verbo de Dios y que es Dios (Juan 1:1-3)
Solamente en el evangelio de Juan Jesús se llama a si mismo “yo soy”: Yo soy el pan de vida’, ‘Yo soy la luz del mundo’; ‘Yo soy la puerta’; ‘Yo soy el buen pastor’; ‘Yo soy la resurrección y la vida’; ‘Yo soy el camino, y la verdad, y la vida’; ‘Yo soy la vid verdadera’, ‘Antes que Abraham fuese, yo soy’.
YO SOY forma parte del nombre divino que encontramos en el antiguo testamento (Éxodo 3:14)
Nosotros tenemos que recordar que el Padre celestial mando a su hijo al mundo para que todos los que en el creen puedan ser salvos (Juan 3:16)
Por medio de Jesús nosotros también podemos ser parte de la familia de Dios si lo aceptamos como Señor y salvador de nuestra vida (Juan 1:11-12)