Todos hemos oído en algún momento: Ojos que no ven, corazón que no siente. En otras palabras, si no ves o no conoces, no te molesta o no te duele. Está la falacia de que el conocimiento que no tienes no te afecta. Pero lo cierto es que hay cierto conocimiento que, si no lo tenemos, afecta la toma de decisiones. Así que no podemos creer esta frase totalmente. Muchas veces, es mejor saber. Es mejor trabajar con el dolor de saber, que trabajar y vivir con la ignorancia toda tu vida.
Otra frase es: Si hubiera sabido hace años lo que sé hoy, estaría en otro lugar. Con esa frase, admites que lo único que te separa de tu destino es lo que no conoces. Hoy estás diciendo que necesitas dinero para llegar al punto que deseas, pero en la frase anterior admites que no era dinero lo que necesitabas, sino haber conocido algo que no conocías. De la misma manera, si aplicas esto a tu vida hoy, para llegar a donde tú quieres estar en los próximos diez años, lo único que te falta es conocer algo que no conoces. Si lo llegas a conocer hoy, ese conocimiento te lleva al lugar que quieres, al lugar que Dios te prometió. El conocimiento es poder. Es vital tener la palabra de conocimiento exacta para tu vida en el momento específico.
Especialmente en Proverbios, vemos cómo la Palabra nos exhorta una y otra vez a adquirir sabiduría y conocimiento, y cómo el conocimiento que tenemos hace la diferencia en nuestras vidas. También en otros libros de la Biblia.
“17 Así que vosotros, oh amados, sabiéndolo de antemano, guardaos, no sea que arrastrados por el error de los inicuos, caigáis de vuestra firmeza. 18 Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén.” 2 Pedro 3:17-18
Pablo está resolviendo un problema de engaño en la iglesia, y está diciendo: Mantente conociendo, conoce la verdad para que te mantengas firme y ninguna de estas cosas influencie tu vida. Busca permanecer en la verdad.
“14 Recuérdales esto, exhortándoles delante del Señor a que no contiendan sobre palabras, lo cual para nada aprovecha, sino que es para perdición de los oyentes. 15 Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad. 16 Mas evita profanas y vanas palabrerías, porque conducirán más y más a la impiedad.” 2 Timoteo 2:14-16
En otras palabras: Deja de estar hablando sin conocimiento, procura mentenerte claro, conociendo la verdad, porque el conocimiento de la verdad te mantiene aprobado ante el Señor. La palabra de conocimiento no es algo que tú puedas adquirir, sino algo que se activa. En la Palabra, hay cinco tipos de conocimiento. Uno de ellos, el natural:
“4 Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia se aumentará.” Daniel 12:4
En estos últimos veinte, treinta años, la cantidad de conocimiento se duplica en cuestión de segundos. Antes, repartir una información tomaba tiempo; Se imprimía una Biblia a la vez. Hoy se publican montones de libros a la vez. Hay mucha información; Buena y mala. Mucha más de la que podremos estudiar o aprender en la vida. La tecnología se aumenta cada vez más y es impresionante lo rápido que corre la información.
“En cuanto a lo sacrificado a los ídolos, sabemos que todos tenemos conocimiento. El conocimiento envanece, pero el amor edifica.” 1 Corintios 8:1
Tenemos que tener el balance entre conocimiento y amor. Y tienes que saber que, mientras más conocimiento tienes, más amor tienes que tener porque, mientras más conocimiento tienes, menos tolerancia tienes con otros. Para poder disfrutar de buenas relaciones, tienes que saber bajarte al grado de conocimiento de aquellos a tu alrededor. Mientras más tú aprendes, menos tolerancia tienes. Y tú tienes que escoger cómo respondes a la falta de conocimiento de los demás porque, si tú les dices todo lo que crees, los ofendes. No hay tal cosa como que la gente tiene que oír la verdad; La gente tiene que oír la verdad que puede entender, porque puedes hablar una verdad que no entiendan, y no logras más que acabar tu relación con ellos y nunca tendrás la posibilidad de llevarles a entender algún día. Tu amor y tu paciencia, tu tolerancia de amarles, de quererles, puede llevarles un día a ese nivel. El conocimiento, definitivamente, envanece. Una persona puede creerse que conoce tanto que se separa de la gente, de los que están a su alrededor, se cree clase aparte, solo habla en palabras rebuscadas y para tú entender, necesitas casi un doctorado. La persona se jacta en lo que conoce. El conocimiento es poder, pero también envanece.