
«Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. Mateo 24-12-13
El Espíritu Santo nos hace un llamado urgente en este tiempo: ¡Renueva tu amor! No te enfades, no te endurezcas, no te acostumbres a lo superficial. El corazón de muchos se ha endurecido, y el fuego del primer amor ha sido reemplazado por una rutina religiosa sin vida.
La venida de nuestro Señor está cerca. ¿Estás listo? ¿O estás distraído? Este no es tiempo para tibieza. Es tiempo de volver al altar, de limpiar el corazón, de dejar la indiferencia y dejar que el Espíritu Santo nos sacuda con su fuego.
Hay una promesa para los que perseveren. Hay un galardón para los que no se rinden. La esperanza y el amor divino todavía nos sostienen. Aun en medio de la oscuridad, hay un remanente encendido que no se ha rendido. ¡Sé parte de ellos!
Dios no ha terminado contigo. Él te llama hoy a renovar tu pacto, a encender tu lámpara, y a velar en amor y verdad.
Señor, rompe toda frialdad en mi alma. Despiértame. Que mi vida arda de amor por Ti. Que no me acostumbro al silencio ni a la rutina. Ven y renueva mi corazón. Enciende mi lámpara. Ven, Señor Jesús.