«Ustedes todos, siervos del Señor, que por las noches vigilan su templo, ¡bendigan al Señor! ¡Levanten las manos hacia el santuario y bendigan al Señor!»
Salmos 134:1-2 RVC.
El recordatorio del Señor hace énfasis en la vigilancia del Templo por las noches llamando a levantar las manos y bendecirlo.
Parecería estar hablando a la Iglesia en éste tiempo dónde a pesar de tener las enseñanzas para encender las luces de la Alabanza y Adoración; existen ciertas tendencias a descuidar el pacto de lo que antes fue escrito para nuestra enseñanza.
Dice el Señor: «¿Acaso ignoran que el cuerpo de ustedes es templo del Espíritu Santo, que está en ustedes, y que recibieron de parte de Dios, y que ustedes no son dueños de sí mismos? Porque ustedes han sido comprados; el precio de ustedes ya ha sido pagado. Por lo tanto, den gloria a Dios en su cuerpo y en su espíritu, los cuales son de Dios.»
1 Corintios 6:19-20 RVC.
Un descuido de nuestro cuerpo en cuanto a no corresponder acorde con lo concertado por Dios para nuestro crecimiento y desarrollo; podría no ser propicio al Ministerio que debemos multiplicar en el reino del Señor.
«Quiero, pues, que en todas partes los hombres oren, levantando las manos al cielo con pureza de corazón, sin enojos ni contiendas. En cuanto a las mujeres, quiero que ellas se vistan decorosamente, con modestia y recato, sin peinados ostentosos, ni oro, ni perlas ni vestidos costosos. Que se adornen más bien con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan servir a Dios.»
1 Timoteo 2:8-10 NVI.
Alabar y Adorar es un acto que necesita de consagración y dedicación a Dios , no es algo
Tan simple , es intimidad y acercamiento con el Altísimo , «Por tanto, amados, teniendo estas promesas, limpiémonos de toda inmundicia de la carne y del espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.»
2 Corintios 7:1 LBLA.
Dios nos está llamando a humillación, a una vida digna , a una jornada de edificación en nuestras almas , a santificación, «nos predestinó para adopción como hijos para sí mediante Jesucristo, conforme al beneplácito de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia que gratuitamente ha impartido sobre nosotros en el Amado.»
Efesios 1:5-6 LBLA.
Ése es su mensaje a los adoradores y alabadores, obreros y miembros de su Iglesia: «Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en El antes de la fundación del mundo, para que fuéramos santos y sin mancha delante de El. En amor»
Efesios 1:3-4 LBLA.
Entendiendo el dulce adorador David lo que Jehová demandaba en requerimiento para ejercer el llamado , confesó: «Sácame de la prisión, para que alabe yo tu nombre.»
Salmo 142:7a NVI.
Dios te continúe bendiciendo
Maranatha
