Jesús le dijo: Levántate, toma tu camilla y anda. Y al instante el hombre quedó sano, y tomó su camilla y echó a andar. Juan 5:8-9
Nunca permitan que lo que les sucedió sea la fuerza motriz de tu vida. Sí, es posible que los hayan lastimado, que los hayan herido, o que hayan sido afligidos de muchas maneras, pero no permitan que eso determine el curso de su vida. No se clasifiquen ni se agrupen de acuerdo con lo doloroso de sus circunstancias, y con lo que está pasando. La autocompasión quita los ojos de Jesucristo y pone sus ojos sobre ustedes. El cambio ya está aquí. Cuando llegue el momento oportuno, el Señor los moverá de su camilla a su Betesda, que significa “Casa de Gracia y Misericordia”. Él ha visto su aflicción y ha escuchado su clamor. Él está diciendo: “¡Esperen con fe porque el cambio viene!” Lorilei Cooley comparte esta revelación. Cualquiera sea el caso, Dios promete restaurarnos y nos dice hoy: “Toma tu camilla y anda”.
Juan 5:1-4 Después de esto, se celebraba una fiesta de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Y hay en Jerusalén, junto a la puerta de las ovejas, un estanque que en hebreo se llama Betesda y que tiene cinco pórticos. En éstos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos que esperaban el movimiento del agua; porque un ángel del Señor descendía de vez en cuando al estanque y agitaba el agua; y el primero que descendía al estanque después del movimiento del agua, quedaba curado de cualquier enfermedad que tuviera.
“A medida que el Señor nos empodera por medio de Su Santo Espíritu para ir más y más lejos, sentí que los engranajes están cambiando. Que la velocidad de las cosas está cambiando a medida que se abren estas nuevas direcciones, lugares y avenidas. Muchos están entrando en cosas donde lo que antes era imposible ahora será posible, no solo será posible, sino que habrá una facilidad en las posibilidades. Porque es tiempo de caminar por las puertas tan largamente esperadas”.
Lucas 1:37 Porque ninguna cosa será imposible para Dios.
“Ayer, escuché al Señor hablar tan claramente y Él me dijo: «Lorilei, es tiempo de recoger tu camilla y caminar». Donde muchos se han sentido paralizados por las circunstancias o por la tragedia de las situaciones, sentí el corazón del Señor tan fuertemente, que es tiempo de seguir adelante, es tiempo de levantarse y caminar hacia las cosas que Él ha preparado y que están esperando por ustedes. Donde necesitan sanidad, liberación o avance, sentí que el Señor decía que está trayendo un movimiento instantáneo de Su poder para traer sanidad, liberación, avance y cambios”.
“Entonces, amigos, quiero profetizar sobre ustedes, es tiempo de levantar su camilla y caminar, caminar hacia el destino, caminar hacia las citas divinas, caminar hacia la totalidad, caminar hacia el cambio radical y entrar en la restauración completa. En las áreas en las que muchos han experimentado tanto dolor, dificultades y traumas, sentí que el Señor decía que es tiempo de levantarse de esas cosas que los han detenido, atado, quebrantado y levantarse y ser sanos de esas situaciones o circunstancias. Que el poder de Dios se está moviendo tan fuertemente sobre muchos para llevarlos a un lugar más grande de libertad, victoria y descanso”.
Juan 5:9-15 Y aquel día era día de reposo. Por eso los judíos decían al que fue sanado: Es día de reposo, y no te es permitido cargar tu camilla. Pero él les respondió: El mismo que me sanó, me dijo: “Toma tu camilla y anda.” Le preguntaron: ¿Quién es el hombre que te dijo: “Toma tu camilla y anda”? Pero el que había sido sanado no sabía quién era, porque Jesús, sigilosamente, se había apartado de la multitud que estaba en aquel lugar. Después de esto Jesús lo halló en el templo y le dijo: Mira, has sido sanado; no peques más, para que no te suceda algo peor. El hombre se fue, y dijo a los judíos que Jesús era el que lo había sanado.
Con amor y oraciones,