2 CRÓNICAS 32:1-8 Después de estas cosas y de esta fidelidad, vino Senaquerib rey de los asirios e invadió a Judá, y acampó contra las ciudades fortificadas, con la intención de conquistarlas. 2 Viendo, pues, Ezequías la venida de Senaquerib, y su intención de combatir a Jerusalén, 3 tuvo consejo con sus príncipes y con sus hombres valientes, para cegar las fuentes de agua que estaban fuera de la ciudad; y ellos le apoyaron. 4 Entonces se reunió mucho pueblo, y cegaron todas las fuentes, y el arroyo que corría a través del territorio, diciendo: ¿Por qué han de hallar los reyes de Asiria muchas aguas cuando vengan? 5 Después con ánimo resuelto edificó Ezequías todos los muros caídos, e hizo alzar las torres, y otro muro por fuera; fortificó además a Milo en la ciudad de David, y también hizo muchas espadas y escudos. 6 Y puso capitanes de guerra sobre el pueblo, y los hizo reunir en la plaza de la puerta de la ciudad, y habló al corazón de ellos, diciendo: 7 Esforzaos y animaos; no temáis, ni tengáis miedo del rey de Asiria, ni de toda la multitud que con él viene; porque más hay con nosotros que con él. 8 Con él está el brazo de carne, mas con nosotros está Jehová nuestro Dios para ayudarnos y pelear nuestras batallas. Y el pueblo tuvo confianza en las palabras de Ezequías rey de Judá.
Ezequías fue uno de los reyes considerados buenos en el reino de Judá y fue uno de los llamados “reformadores” por los cambios positivos que realizó para beneficio de su pueblo.
Su nombre significa “Jehová ha fortalecido” reinó en Judá desde el año 720 A.C aproximadamente hasta el año 686 A.C, fue el décimo tercer rey del reino de Judá.
De la vida de Ezequías podemos tomar varias lecciones importantes para nuestra vida, y este día vamos a reflexionar en las lecciones muy importantes que podemos tomar para las batallas que cada uno de nosotros estamos enfrentando en nuestra vida cristiana.
En el texto que hemos leído vemos el momento en el cual el reino de Judá fue atacado por el imperio más poderoso de aquella época, el imperio Asirio comandado por su gran emperador Senaquerib.
La historia nos permite saber que el imperio Asirio tenía la maquinaria militar más avanzada de la época, es por eso que arrasó con muchos imperios y reyes, aún arrasó con babilonia.
AHORA VEAMOS LAS LECCIONES QUE ENCONTRAMOS PARA LAS BATALLAS DE NUESTRA VIDA:
I) PRIMERA LECCIÓN: AL ENEMIGO NO LE AGRADA QUE TRATEMOS DE SER FIELES A NUESTRO DIOS, SIEMPRE TRATARA DE DESANIMARNOS (VS 1) Después de estas cosas y de esta fidelidad, vino Senaquerib rey de los asirios e invadió a Judá, y acampó contra las ciudades fortificadas, con la intención de conquistarlas.
Que impactante la forma como inicia el vs 1: Después de esta fidelidad… vino Senaquerib rey de los Asirios e invadió Judá. En los textos anteriores podemos ver que Ezequias procuró de todo corazón ser fiel al Señor, restableció el culto en el templo de Jerusalén, celebró nuevamente la pascua y reorganizó él servicio de los sacerdotes y levitas.
Y es en ese momento que Senaquerib vino para atacar y tratar de conquistar a Judá, pero ¿Por que permite el Señor que vengan mayores dificultades cuando estamos tratando de ser fieles con él? Muchas veces para que podamos conocer y comprender que fidelidad no es solamente lo que hacemos para Dios, sino que también fidelidad significa permanecer y esperar confiados en el poder de nuestro Dios.
II) SEGUNDA LECCIÓN: EZEQUÍAS SECÓ LAS FUENTES DE AGUAS PARA QUE NO PUDIERA BEBER EL EJÉRCITO ENEMIGO QUE VENÍA CONTRA ELLOS (VS 2 -4) Viendo, pues, Ezequías la venida de Senaquerib, y su intención de combatir a Jerusalén, 3 tuvo consejo con sus príncipes y con sus hombres valientes, para cegar las fuentes de agua que estaban fuera de la ciudad; y ellos le apoyaron. 4 Entonces se reunió mucho pueblo, y cegaron todas las fuentes, y el arroyo que corría a través del territorio, diciendo: ¿Por qué han de hallar los reyes de Asiria muchas aguas cuando vengan?.
Ezequias tomó una decisión radical pero muy sabia, seco todas las fuentes de aguas y todos los arroyos para no darle ventaja alguna a sus enemigos, para no facilitarles a sus enemigos que pudieran atacarlos.
Nosotros como cristianos sabemos que muchas veces las batallas más duras que peleamos en nuestra vida son en nuestra mente, con nuestras propias debilidades, nuestro enemigo enemigo usa nuestra concupiscencia, nuestros malos pensamientos, para hacernos caer y destruirnos, tenemos que saber que el pecado siempre quiere reinar sobre nuestra vida (Romanos 6:12) No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias;
CONCUPISCENCIA En la teología cristiana, se llama concupiscencia a sentir deseos no gratos a Dios / El término concupiscencia se refiere a un deseo intenso de obtener placer.
La palabra de Dios nos dice que nosotros tenemos que tomar en nuestra vida la misma estrategia del rey Ezequias: NO DARLE VENTAJA AL ENEMIGO (2 Corintios 2:11) para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros; pues no ignoramos sus maquinaciones.
Y eso significa que así como Ezequias secó las fuentes de aguas así nosotros no debemos proveer para los deseos de nuestra carne (Romanos 13:13-14) Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia, 14 sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne.
III) TERCERA LECCIÓN: EZEQUÍAS LEVANTÓ LOS MUROS CAÍDOS E HIZO ESPADAS Y ESCUDOS (2 CRÓNICAS 32:5) Después con ánimo resuelto edificó Ezequías todos los muros caídos, e hizo alzar las torres, y otro muro por fuera; fortificó además a Milo en la ciudad de David, y también hizo muchas espadas y escudos.
Ezequias lo primero que hizo fue preparar sus defensas, levantó los muros caídos, hizo levantar las torres, y edificó ciudades fortificadas, para poder estar preparado contra los ataques de los ejércitos enemigos.
Luego se preparó para el ataque, se alistó para entrar en la batalla, hizo muchas espadas, y escudos, para poder enfrentarse al enemigo y tener victoria.
En nuestra vida cristiana, en las batallas de nuestra vida tenemos que hacer exactamente lo mismo que hizo el rey Ezequias, tenemos que levantar nuestras defensas, tenemos que levantar los muros caídos y levantar nuestras fortalezas, y eso se resume en una sola frase: COMUNIÓN CON DIOS (Jeremías 15:20) Y te pondré en este pueblo por muro fortificado de bronce, y pelearán contra ti, pero no te vencerán; porque yo estoy contigo para guardarte y para defenderte, dice Jehová.
Y también al igual que el rey Ezequias tenemos que alistarnos para entrar en la batalla, tenemos que alistarnos para atacar a nuestro enemigo, y ¿cómo lo hacemos? Por medio de la espada del Espíritu que es la palabra de Dios y el escudo de la fe (Efesios 6:16-17) Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. 17 Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios;
CONCLUSIÓN: En la historia de la batalla de Ezequias contra el rey de Asiria podemos tomar para terminar una lección maravillosa que nunca debemos olvidar: NO IMPORTA CONTRA QUIEN NOS ENFRENTEMOS, SI DIOS ESTÁ CON NOSOTROS LA VICTORIA ES SEGURA (2 Crónicas 32:7-8) Esforzaos y animaos; no temáis, ni tengáis miedo del rey de Asiria, ni de toda la multitud que con él viene; porque más hay con nosotros que con él. 8 Con él está el brazo de carne, mas con nosotros está Jehová nuestro Dios para ayudarnos y pelear nuestras batallas. Y el pueblo tuvo confianza en las palabras de Ezequías rey de Judá.